Después de este paréntesis navideño retomamos el tema de la observación en los métodos ergonómicos, tema de relativa importancia en el master prevención y en el temario de la oposición. Os recuerdo que gran parte de las entradas de este blog durante el pasado 2013 versan sobre dicho temario. Al mismo dedicaremos gran parte de las entradas del 2014.
La observación puede adoptar diferentes modalidades, según sea el grado de estructuración, el grado de participación del observador, el número de observadores, y el lugar donde se realiza:
- Según el grado de estructuración o sistematización
Según este criterio, al hablar de la observación como técnica de investigación, podemos diferenciar entre observación no sistematizada, no controlada, o no estructurada, y observación sistematizada, controlada, o estructurada:
– La observación no estructurada, en principio, no obedece a ninguna regla: es el tipo de observación que habitualmente realizamos en la vida diaria. Como técnica de investigación consiste en reconocer y anotar los hechos observados sin recurrir a la ayuda de medios técnicos especiales.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la observación nunca es totalmente espontánea y casual, ya que un mínimo de intención, sistema y control se impone en todos los casos para llegar a unos resultados válidos.
La observación realizada en este estadio exploratorio se caracteriza por una atención poco estructurada, pero abierta al máximo en todas las direcciones, con el objetivo de conseguir información que pueda guiar la investigación posterior. Cuanto mayor sea la complejidad del problema investigado y menos delimitados estén sus marcos teóricos de referencia, será más adecuado utilizar la observación no sistematizada como técnica de investigación.
– La observación estructurada o sistemática es la observación que utiliza instrumentos para la recogida de datos sobre los hechos observados, estableciendo de antemano qué aspectos van a ser estudiados.
Aunque la utilización de estos sistemas de observación estructurada o sistemática puede, en algunos casos, restringir la libertad de observación de determinados fenómenos, se prefiere a la no sistemática por su mayor precisión, siempre que se consiga conservar cierta flexibilidad para adaptarse a las situaciones concretas.
- Según la participación del observador
Según este criterio de clasificación, la observación puede ser participante o no participante, en función del grado de participación del investigador en el fenómeno estudiado.
Esta diferenciación es importante, porque en función del grado de participación del observador en lo observado, tendrá diferente acceso a la información y podrá tener una comprensión distinta del fenómeno.
El grado de participación es diverso, según la relación entre el observador y lo observado, pudiendo diferenciarse tres grados: el observador puede ser miembro del grupo al que va a observar, puede integrarse en el grupo para realizar la observación, o puede establecer claramente su posición de observador, y el motivo de su trabajo.
- Según el número de observadores
La observación puede ser individual o en equipo. La observación individual, realizada por un único individuo, puede provocar la existencia de sesgos en lo observado, debido a la subjetividad y a las limitadas posibilidades de control. En algunas investigaciones, para evitar ese sesgo, se puede realizar la observación en equipo.
En ocasiones, la solución es la presencia simultánea de dos o más personas observando el mismo acontecimiento, lo que posibilita el control de los resultados y de las desviaciones. Podemos hablar de diferentes formas de observación en equipo:
1) Todos los observadores observan lo mismo para, posteriormente, corregir distorsiones particulares.
2) Cada observador observa un aspecto diferente de la situación.
3) Observación masiva: una red de observadores distribuidos en una región, país o ciudad.
4) Según el lugar donde se realiza: la observación puede hacerse en la vida real, denominándose entonces trabajo de campo, u observación in situ, o puede efectuarse en un laboratorio, es decir, fuera de la realidad cotidiana.