La demolición de edificios y derribos tienen la consideración de actividades englobadas y relacionadas con la construcción. Sin embargo, es precisamente todo lo contrario a construir. Se trata de destruir algo que ya estaba construido.
Tanto las demoliciones como los derribos deben ser realizadas por empresas especializadas en esta actividad. Esto es debido a que se consideran actividades de alto riesgo.
La diferencia entre una demolición y un derribo es el derribo consiste en deshacer una obra pensando en el aprovechamiento de algunos materiales de la misma. Puede ser el caso de barandillas de escaleras, tarimas, vigas, etc.
Los trabajos de demolición presentan dificultades específicas desde el punto de vista preventivo:
– debe ser llevado a cabo por personal especializado, como ya se ha comentado
– tiene que ser objeto de contemplación específica en el Plan de Seguridad y Salud o, lo que es más frecuente, puesto que suelen realizarse por empresas especializadas, cuentan con un Plan de Seguridad específico.
– todo el proceso ha de ser planificado y supervisado por personal competente, debiendo prestarse atención preferente a los aspectos siguientes:
- Establecer los puntos fuertes de sujeción a los que deben amarrarse los trabajadores.
- Acotar la zona para evitar la irrupción accidental de trabajadores.
- Averiguar si existen materiales que exijan la adopción de planes o medidas de protección específicos: amianto, residuos peligrosos…
Riesgos de una demolición
- Los accidentes que pueden ocurrir con mayor frecuencia son:
- Fractura de piernas
- Pinchazos por clavos en las extremidades superiores e inferiores
- Golpes por objetos o herramientas en distintas partes del cuerpo
- Caídas al mismo o distinto nivel
- Atrapamiento por objetos
- Proyección de partículas en los ojos,
- Exposición al amianto y otros productos tóxicos,
- Etc.
Precauciones para evitar los riesgos en una demolición
Con el fin de evitar los riesgos que puedan producir los accidentes mencionados, se han de tomar las precauciones necesarias, y que entre ellas caben destacar:
- Sanear cada día al finalizar el turno y previamente al inicio de trabajos, todas las zonas con riesgo inminente de desplome.
- Colocación de testigos en lugares adecuados, vigilando su evolución durante toda la demolición.
- El derribo debe hacerse a la inversa de la construcción planta a planta, empezando por la cubierta de arriba hacia abajo. Procurando la horizontalidad y evitando el que trabajen operarios situados a distintos niveles.
- Se procurará en todo momento evitar la acumulación de materiales procedentes del derribo en las plantas o forjados del edificio, ya que lo sobrecargan.
- Para derribar las chimeneas, cornisas y voladizos, susceptibles de desprendimientos, se dispondrá de un sólido andamiaje.
- Al retirar las tejas, las cubiertas se harán de forma simétrica respecto a la cumbre, y siempre desde esta a los aleros.
- A lo largo de la cumbre se dispondrá de un sistema de sujeción fijado a elementos resistentes para amarrar los cinturones de seguridad de los operarios y que permita la movilidad de los mismos.
- Cuando sea necesario trabajar sobre un muro externo que tenga piso solamente a un lado y altura superior a los 10 m., debe establecerse en la otra cara, un andamio.
- Cuando el muro es aislado, sin piso por ninguna cara y su altura sea superior a 6 m, el andamio se situará por las dos caras.
- Sobre un muro que tenga menos de 35 cm de espesor, nunca se colocará un trabajador.
- La tabiquería interior se ha de derribar a nivel de cada planta, cortando con rozas verticales y efectuando el vuelco por empuje que se hará por encima del punto de gravedad.
- Las vigas, armaduras y elementos pesados, se desmontarán por medio de poleas.
- Se ha de evitar el dejar distancias excesivas entre las uniones horizontales de las estructuras verticales.
- El escombro se ha de evacuar por tolvas o canaletas, por lo que esto implica la prohibición de arrojarlo desde lo alto al vacío.
- Los escombros producidos han de regarse de forma regular para evitar el levantamiento de polvo
Retirada de amianto
Una gran parte de los edificios a demoler suponen la exposición al amianto. La retirada de amianto sólo debe ser efectuada por contratistas especialmente preparados y equipados. La zona de la que se retira el amianto necesita ser aislada de otras partes del edificio en el transcurso de los trabajos. Antes del regreso de los ocupantes a las zonas de las que se ha arrancado el amianto, deberá controlarse la atmósfera de las habitaciones y evaluarse los resultados para asegurarse de que los niveles de fibras de amianto contenidos en el aire se hallan por debajo de los permisibles.
En definitiva el RD 1627/2997, no solo contempla los riesgos relacionados con las obras de construcción, también contempla actividades como la demolición, el derribo y la rehabilitación, todas ellas consideradas actividades de alto riesgo y que supone tener en cuenta medidas preventivas importantes.
Josefina Prado, tutora del Master en PRL de IMF Business School