En cumplimiento del deber de protección que tiene el empresario sobre sus trabajadores, deberá garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores a su servicio en todos los aspectos relacionados con el trabajo.
A estos efectos, en el marco de sus responsabilidades, el empresario desarrollará la prevención de los riesgos laborales mediante la integración de la actividad preventiva en la empresa y la adopción de cuantas medidas sean necesarias para la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores (art. 14 LPRL).
El empresario desarrollará una acción permanente de seguimiento de la actividad preventiva con el fin de perfeccionar de manera continua las actividades de identificación, evaluación y control de los riesgos que no se hayan podido evitar y los niveles de protección existentes y dispondrá lo necesario para la adaptación de las medidas de prevención señaladas en el párrafo anterior a las modificaciones que puedan experimentar las circunstancias que inciden en la realización del trabajo.
Una manera de desarrollar una acción permanente de seguimiento de la actividad preventiva es activando mecanismos de control que se incluirán en la planificación de la actividad preventiva.
Las actividades para el control de los riesgos pueden ser activas y reactivas o, lo que es lo mismo, dispondremos de controles activos y controles reactivos o pasivos.
Mecanismos de control: Controles activos
Controles activos son las actuaciones que se llevan a cabo para controlar el cumplimiento de las actividades establecidas en materia de prevención de riesgos laborales con la finalidad de que los trabajos se realicen con la máxima eficacia y seguridad.
Podemos destacar, entre otras actuaciones:
- Inspecciones y revisiones de seguridad.
- Mantenimientos preventivos.
- Observaciones planeadas del trabajo (observaciones preventivas).
- Auditorías del sistema preventivo.
Mediante los controles activos se posibilita la localización e identificación de las condiciones de trabajo que puedan derivar en un accidente o en un daño a la salud laboral, en el sentido más amplio. Estas condiciones tienen que ser identificadas en tres frentes distintos que coexisten en el mismo ambiente de trabajo. Estos frentes son los aspectos materiales, los humanos y los organizativos.
Mecanismos de control: Controles pasivos
Controles pasivos o reactivos son las actuaciones seguidas para investigar, analizar y registrar los fallos producidos en el sistema de gestión de la prevención de riesgos laborales (SGPRL).
Entre estas actuaciones, podemos encontrar básicamente:
- Análisis e investigación de accidentes/incidentes.
- Primeros auxilios.
- Planes de emergencia.
Identificar los principales mecanismos de control en prevención de riesgos laborales. Conocer cómo desarrollar mecanismos de control pasivos.
Mediante los controles pasivos, se posibilita el análisis de aquellos aspectos del sistema de gestión de la prevención en la empresa que han podido dar lugar a algún fallo, materializándose en un accidente o incidente.
Principales mecanismos de control en PRL
El empresario desarrollará una acción permanente de seguimiento de la actividad preventiva con el fin de perfeccionar de manera continua las actividades de identificación, evaluación y control de los riesgos que no se hayan podido evitar y los niveles de protección existentes y dispondrá lo necesario para la adaptación de las medidas de prevención señaladas en el párrafo anterior a las modificaciones que puedan experimentar las circunstancias que inciden en la realización del trabajo.
Se han de investigar todos los accidentes que hayan generado daños a la salud de los trabajadores o cuando aparezcan indicios de medidas preventivas insuficientes; el objetivo principal es averiguar las causas que han generado el accidente y aplicar las medidas preventivas/correctoras pertinentes.
Todos, ya sean accidentes o incidentes, son lecciones que deben aprovecharse para compartir conocimientos y experiencias con todo el personal que pueda verse afectado; por ello, es recomendable investigar el mayor número posible de incidentes que tengan lugar en la empresa, especialmente aquellos que, si no se corrigen, pueden desembocar en la generación de lesiones o daños de mayor importancia.
Por: Carlos J. Moya.