Algunos estaréis cansados de tanta noticia alarmista sobre el Ébola, no es mi intención alimentar esta alarma social, pues creo que más que alarmar debemos tranquilizar a la población y sembrar confianza. Nuestro sistema sanitario está formado por hombres y mujeres que saben lo que se hacen y lo que se traen entre manos, me estoy refiriendo a médicos, enfermeros/as, auxiliares, técnicos de laboratorio, etc, que cada día trabajan por nuestra salud y que ahora más que nunca se encuentran al pie del cañón vigilando la salud de todos. No quiero olvidarme de los técnicos en prevención de riesgos laborales de los hospitales y al departamento de salud laboral pues estos días tienen un papel difícil con la implantación de protocolos y medidas preventivas, así como con la formación preventiva a los trabajadores.
Desde aquí quiero enviar un recuerdo especial para todos los hombre y mujeres que en África trabajan día día en contacto directo con este agente biológico tan temido: el Ébola, y a aquellos que, desde que se dio el primer brote, han perdido su vida luchando por la salud de los enfermos y por que esta enfermedad no se extienda y cruce fronteras. Cuando hablamos Ébola estamos hablando de riesgo biológico, nos referimos a la exposición a agentes vivos o sus derivados capaces de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad en el hombre. A diferencia de los contaminantes químicos o físicos, los contaminantes biológicos son agentes vivos que al penetrar en el organismo humano ocasionan enfermedades de tipo infeccioso o parasitario, que denominamos enfermedades transmisibles.
Por enfermedad transmisible entendemos cualquier enfermedad causada por transmisión de un agente infeccioso específico o sus productos tóxicos, desde una persona o animal infectado (o de un reservorio) a un huésped susceptible, directa o indirectamente por medio de un huésped intermediario, de naturaleza vegetal o animal, de un vector o del medio ambiente inanimado. Como ejemplo de enfermedades transmisibles por agentes biológicos mencionamos la fiebre de malta, tétanos, hepatitis B o la fiebre tifoidea, además del que nos tiene en tensión a toda la población En un sentido más amplio se pueden considerar los agentes biológicos como todos los seres vivos y todas aquellas sustancias derivadas de los mismos, presentes en el entorno laboral, y que pueden ser susceptibles de provocar efectos negativos en la salud de los trabajadores.
¿Cómo se transmiten estas enfermedades?
En el medio laboral los procesos infecciosos y parasitarios pueden transmitirse especialmente de estas maneras: – En muchas ocasiones son enfermedades que ya porta previamente un animal superior (zoonosis), que es el huésped inicial; el nuevo huésped al que se propaga el agente causal es un trabajador que está en contacto o en proximidad con ese animal o sus productos derivados (carne, por ejemplo), es el caso de los mataderos. – En otras ocasiones, las zoonosis se transmiten por medio de artrópodos que actúan como vectores o huéspedes intermediarios entre el animal y el trabajador, tomando el agente de aquél e inoculándolo a éste.
Parece ser que en el caso del Ébola los murciélagos tienen mucho que ver. – Otras veces se trata de una transmisión a partir de otros seres humanos que son los huéspedes iniciales de este agente causal, y entonces fundamentalmente la propagación se produce por medio del aire o de utensilios o dispositivos de uso personal o compartido. Los contagiantes pueden ser, en estos casos, compañeros de trabajo. – Pueden también propagarse agentes vivos microscópicos al trabajar sobre enfermos, entre los trabajadores del sector sanitario; en tal caso, la sangre o las secreciones de aquéllos pueden llegar a adquirir un papel importante. Otra fuente de riesgo la constituye la manipulación de productos contaminados, llegando los seres vivos al organismo del manipulador por contacto, heridas, o por simple desprendimiento al medio ambiente. Esta tercera situación es la que se habría dado en el caso de la auxiliar de enfermería afectada. En hospitales el trabajador está potencialmente expuesto a enfermedades infecciosas por contacto directo con enfermos infecciosos, o bien con fluidos procedentes de los mismos. Las afecciones que más ocurren en este caso son las producidas por virus y bacterias. Entre las afecciones de naturaleza vírica destacan: hepatitis, SIDA, herpes. Entre las bacterianas: la tuberculosis, infecciones estafilocócicas y estreptocócicas. Pero no contábamos con el Ébola, hasta ahora. Estas afecciones afectan al personal sanitario, pero también al personal de servicios adscritos al hospital como serían servicios de mantenimiento, limpieza, etc.
Clasificación
Existen cuatro grupos de organismos que responden a cuatro niveles distintos de peligrosidad. Considerando ésta de menor a mayor serían:
– Grupo 1: Agente biológico que resulta poco probable que cause enfermedad en el hombre.
– Grupo 2: Agente patógeno que puede causar una enfermedad en el hombre y que puede suponer un peligro para los trabajadores; es poco probable que se propague a la colectividad; existen generalmente profilaxis o tratamientos eficaces. Por ejemplo: virus de la gripe.
– Grupo 3: Agente patógeno que puede causar una enfermedad grave en el hombre y presenta un serio peligro para los trabajadores; existe el riesgo de que se propague a la colectividad, pero existen generalmente profilaxis o tratamientos eficaces. Por ejemplo: mycobacterium tuberculosis o el virus de la hepatitis B.
– Grupo 4: Agente patógeno que causa enfermedad grave en el hombre y supone un grave peligro para los trabajadores; existen muchas probabilidades de que se propague a la colectividad; no existen generalmente profilaxis o tratamientos eficaces. Por ejemplo: el virus de Ébola.
Para todos los interesados en este tema en el Anexo II del RD 664/1997 se presenta una lista de agentes biológicos clasificados por grupos y tipos con información adicional de interés. Espero haber aportado un poco de luz sobre este agente biológico que nos tiene a todos nerviosos en estos días, y confío en que pronto lleguen noticias buenas al respecto.