Recientemente, en el barrio barcelonés de Gràcia se ha producido la muerte de un trabajador por un ataque al corazón. El trabajador, de mediana edad, sufrió un robo en el establecimiento que regentaba y, tras intentar evitarlo, sufrió un ataque de ansiedad que tuvo un desenlace fatal.
Debemos tener en cuenta que uno de los mayores problemas a los que los trabajadores se enfrentan en los establecimientos pequeños y de tamaño medio es el riesgo de atraco. Más allá de ser uno de los factores de riesgo que más pérdidas provoca en las organizaciones que tienen servicio de venta al público física, debido a las mermas en las ventas que producen por falta de género, pérdidas de capital y rotura de mobiliario; es uno de los riesgos más peligrosos a los que se enfrentan los trabajadores que regentan dichos establecimientos.
En una evaluación de riesgos, el factor de riesgo de “amenazas antisociales (robo con fuerza o atraco)” debe contemplar varios y variados riesgos, tanto de seguridad, de higiene como de ergonomía y psicosociología. Tenemos que tener en cuenta riesgos en materia de seguridad relacionados con golpes, cortes, contusiones, choques contra objetos, caídas de personas al mismo nivel o distinto nivel; riesgos en materia de higiene, como exposición a sustancias tóxicas o nocivas, exposición a contaminantes biológicos y a contaminantes químicos; y riesgos en materia de ergonomía y psicosociología como son el estrés, fatiga mental, sobreesfuerzos y/o posturas forzadas.
Además, estas situaciones pueden provocar trastornos en el trabajador que pueden desembocar en enfermedades profesionales dependiendo de las situaciones especiales de cada uno de los trabajadores. Por tanto, deberán realizarse unas evaluaciones de riesgos muy personalizadas para este tipo de puestos de trabajo, de forma que los trabajadores estén en las mejores condiciones de trabajo y formación para afrontar este tipo de factores de riesgo.
La situación a la que hizo frente el trabajador que mencionaba en el primer párrafo y la cual tuvo un desenlace fatal, seguramente hubiera sucedido de todas formas, pero teniendo muy bien identificados los posibles riesgos asociados a este puesto de trabajo y habiendo formado correctamente al trabajador, puede que el desenlace no hubiera sido la muerte del trabajador..
En los puestos de trabajo de tenderos o comerciantes es necesario que los trabajadores tengan muy claras sus funciones y que controlen las situaciones de riesgo a las que están expuestas.
Joaquín Martínez
Licenciado en CC Ambientales, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales y Consultor/Formador de Sistemas de Gestión de Calidad, Medioambiente y Prevención de Riesgos Laborales.
Fuente: La Vanguardia