El término Síndrome del Edificio Enfermo se usa para describir determinadas situaciones en las cuales, los ocupantes de un edificio experimentan ciertos problemas agudos de salud e incomodidad, aparentemente relacionados con el uso de dicho edificio, sin que se puedan identificar enfermedades o causas específicas de tales problemas.
Los síntomas que han sido comunicados en diferentes estudios sobre el tema y que conforman el síndrome son principalmente:
- Irritación de ojos, nariz y garganta.
- Sequedad de piel y mucosas.
- Eritema cutáneo.
- Fatiga mental, somnolencia.
- Cefaleas, vértigos.
- Mayor incidencia de infecciones de vías respiratorias altas.
- Dificultad respiratoria, jadeo.
- Disfonía, tos.
- Alteraciones del gusto y del olfato.
- Náuseas.
Algunos de estos síntomas se comportan de forma característica, aumentando a lo largo de la jornada laboral y remitiendo o mejorando al abandonar el trabajo, desapareciendo incluso durante las vacaciones.
Principales causas o factores
Contaminantes químicos provenientes del interior: es importante señalar que muchos de los elementos que provocan la contaminación del aire interior provienen del interior del propio edificio. Los adhesivos, colas, pegamentos, enmoquetado, tapicerías, elementos de madera, fotocopiadoras, insecticidas, productos de limpieza, PVC, etc., pueden emitir compuestos volátiles orgánicos, como son los formaldehídos.
Esto causa una variedad de efectos nocivos para el aparato respiratorio.
Las investigaciones han demostrado que algunos de estos agentes nocivos pueden causar efectos crónicos y agudos contra la salud cuando se encuentran en altas concentraciones, mientras que otros son directamente cancerígenos. Incluso las concentraciones bajas o moderadas de estos compuestos volátiles orgánicos, pueden producir reacciones agudas.
Contaminantes químicos que provienen del exterior: el aire proveniente del exterior también puede ser una fuente de polución en el interior.
Ejemplos pueden ser los gases provenientes de escapes, chimeneas, salidas de aire de cocinas o cuartos de baño del mismo edificio o de otro ajeno, etc. Todos ellos pueden penetrar al interior del edificio a través de tomas de ventilación mal colocadas, ventanas, u otro tipo de elementos abiertos al exterior.
Contaminantes Biológicos: las bacterias, mohos, polen y virus son algunos tipos de contaminantes biológicos. Pueden crecer en aguas estancadas acumuladas en conductos, humidificadores o secadores, acumulaciones de goteras o fugas; o en el enmoquetado o en los aislamientos. Las vías de transmisión pueden ser insectos o excrementos de aves, que contengan dichos agentes contaminantes biológicos. Un buen ejemplo de estos contaminantes biológicos puede ser el virus de la legionella.
Agentes físicos: iluminación, ruido, vibraciones, ambiente térmico, humedad relativa, ventilación.
Agentes psicosociales: organización del trabajo, promoción, relaciones interpersonales, control de las condiciones ambientales.
Ventilación inadecuada: generalmente la ventilación suele estar bien diseñada, pero su funcionamiento suele ser el factor deficitario.
Un intento de ahorro de energía, un mal conocimiento de su sistema de operación, el cambio de la distribución para el cual estaba diseñado, etc., pueden dar lugar a una ventilación insuficiente o mal repartida.
Soluciones para el Síndrome del Edificio Enfermo
- El control de fuentes contaminantes (mediante la eliminación, sustitución o limitación de sus efectos).
- La supresión de las deficiencias en la ventilación.
- La mejora de la limpieza del aire en el interior de los edificios.
- El control la exposición de los sujetos a los agentes contaminantes.
- Adoptar una adecuada política de prevención en el edificio, mediante el uso de técnicas multidisciplinares, tal y como parecen diseñadas en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y la implicación de todo el personal de la empresa a través de una continuada política de información, concienciación y formación.