Siguiendo con el tema de la entrada anterior vamos a hablar de otros tipos de evaluaciones de riesgos.
3. Evaluación de Riesgos que requieren métodos específicos de análisis
Existen actividades que pueden ser origen de grandes y graves accidentes debido a explosiones, incendios, escapes, etc. (todos recordamos el accidente de Seveso), lo que ha motivado el desarrollo de métodos específicos de análisis, fundamentalmente en la industria química, y que son recogidos como exigencia en determinadas legislaciones, como el caso de la normativa vigente para el control de accidentes graves (CORAG).
Algunos de estos métodos se basan en análisis probabilísticos de riesgos, y se utilizan también para el análisis de los sistemas de seguridad en máquinas y distintos procesos industriales.
Típicos métodos específicos son el método HAZOP, EL ÁRBOL DE FALLOS Y ERRORES, etc. indicándose en Anexos algunos de ellos y sus principales características.
4. Evaluación de Riesgos Generales
Este tipo es el más desarrollado en el master prevención.
Hasta ahora se han visto una serie de caminos para efectuar una evaluación de riesgos que tienen como característica el disponer de legislación, norma, método o guía para efectuarlo. Ahora bien, existen peligros, generalmente muy corrientes y dispares en la vida ordinaria, a los que no son aplicables dichas metodologías, y que por otra parte requieren disponer de un método general que pueda ser aplicado en situaciones muy dispares.
Hay varios métodos de aplicación general a la hora de evaluación de riesgos, como por ejemplo el W.T. Fine, Sistema Simplificado de Evaluación, etc., sin embargo creemos que el método que se expone a continuación, Evaluación General de Riesgos, cumple la versatilidad requerida a la vez que una gran sencillez de aplicación. Un método para valorar el riesgo es el realizado por el INSHT que tiene las siguientes fases:
1.- Clasificación de las actividades de trabajo
2.- Análisis de riesgos
- Identificación de peligros.
- Estimación del riesgo.
Para la estimación del riesgo consideraremos la Severidad y la Probabilidad
Severidad del daño: para determinar la potencial severidad del daño, debe considerarse:
1. partes del cuerpo que se verán afectadas
2. naturaleza del daño, graduándolo desde ligeramente dañino a extremadamente dañino.
La Severidad, según el método del INSHT, se clasifica en:
Ligeramente Dañino: Daños superficiales: cortes y magulladuras pequeñas, irritación de los ojos por polvo. Molestias e irritación, por ejemplo: dolor de cabeza, disconfort.
Dañino: Laceraciones, quemaduras, conmociones, torceduras importantes, fracturas menores. Sordera, dermatitis, asma, trastornos músculo-esqueléticos, enfermedad que conduce a una incapacidad menor.
Extremadamente Dañino: Amputaciones, fracturas mayores, intoxicaciones, lesiones múltiples, lesiones fatales. Cáncer y otras enfermedades crónicas que acorten severamente la vida.
Probabilidad de que ocurra el daño. Se puede graduar, desde baja hasta alta, con el siguiente criterio:
- Probabilidad alta: El daño ocurrirá siempre o casi siempre.
- Probabilidad media: El daño ocurrirá en algunas ocasiones.
- Probabilidad baja: El daño ocurrirá raras veces.
Las evaluaciones de riesgos también se podrán clasificar en función de la especialidad preventiva, teniendo en este caso la siguiente clasificación:
a) Evaluación de riesgos relacionados con la seguridad.
a) Evaluación de riesgos higiénicos.
- Por Exposición a Agentes Químicos
- Por Exposición a Ruido
- Por Exposición a Vibraciones (Del cuerpo entero o Del segmento mano-brazo)
- Por Exposición a Calor
- Por Exposición a Frío
- Por Exposición a Radiaciones Ionizantes
- Por Exposición a Campos Eléctricos y Magnéticos (CE y M)
c) Evaluación de riesgos ergonómicos.
Riesgos de lesiones musculoesqueléticas, agudas o acumulativas, asociados por sobrecarga física
- Tareas de manipulación manual de cargas
- Tareas repetitivas del miembro superior
- Tareas en posturas forzadas
d) Evaluación de riesgos psicosociales.
Se deberán detectar los indicadores de riesgo de carácter psicosocial en el puesto de trabajo y, con base en sus resultados, decidir sobre la necesidad o no de llevar a cabo una evaluación detallada y especializada, orientada a medir y valorar la magnitud de los riesgos identificados, en la que sería imprescindible el análisis de las percepciones y opiniones de los trabajadores que ocupen los puestos afectados.
Si las demás evaluaciones están enfocadas al puesto de trabajo, está última está enfocada al trabajador.
Otra clasificación posible de las evaluaciones de riesgos es considerando el objeto a evaluar, según establece el Art. 16 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, ya sean para la elección de equipos de trabajo, la elección de sustancias o preparados químicos o para el acondicionamiento de los lugares de trabajo.