Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la Medicina del Trabajo puede actuar a 3 niveles de prevención:
- Primaria.
- Secundaria.
- Terciaria.
Estos 3 niveles tienen diferentes objetivos y utilizan técnicas diferentes para alcanzarlos.
Objetivos de los niveles de prevención
Los niveles de prevención y sus objetivos aparecen resumidos en el siguiente cuadro del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT):
Técnicas de Prevención Primaria
Vemos algunas de estas técnicas:
Vacunación
Es quizás una de las técnicas más representativas de este nivel preventivo.
Se basan principalmente en la inoculación de una cantidad pequeña de virus o bacterias, que pueden encontrarse inactivos o destruidos.
De esta manera, el cuerpo reacciona produciendo anticuerpos contra la enfermedad que tanto los virus como las bacterias desencadenan, y por ende, el sistema inmunitario del paciente queda protegido ante cualquier contacto con el microorganismo patógeno.
Según Mediline Plus, en la actualidad existen cuatro tipos diferentes de vacunas:
- Las vacunas de virus vivos usan la forma del virus debilitada (o atenuada). Por ejemplo: La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola ….
- Las vacunas muertas (inactivadas) se hacen de una proteína u otros pequeños fragmentos tomados de un virus o bacteria. Por ejemplo: la vacuna contra la tos ferina.
- Las vacunas toxoides presentan una toxina que es producida por la bacteria o virus. Este tipo de vacunas hacen que la persona que las recibe sea inmune a los efectos dañinos de la infección en lugar de a la infección en sí. Algunos ejemplos son las vacunas antidiftérica y antitetánica.
- Las vacunas biosintéticas contienen substancias artificiales que son muy similares a pedazos de virus o bacterias. La vacuna contra la hepatitis B es un ejemplo.
Control de riesgos ambientales
En esta técnica juega un papel primordial la Higiene industrial como especialidad preventiva.
El objetivo fundamental de la Higiene Industrial está enmarcado dentro de la propia definición como: “prevención de las enfermedades profesionales”.
Dicho objetivo sólo puede conseguirse siguiendo un proceso que contemple el reconocimiento o identificación, la evaluación y el control de los factores ambientales del entorno laboral, causantes de la alteración del estado de salud de los trabajadores. Así, las fases a seguir son:
- Reconocimiento o identificación de las condiciones de trabajo, de los contaminantes y de su comportamiento, así como de los efectos que producen sobre el hombre y su bienestar.
- Evaluación de los resultados obtenidos en las mediciones realizadas de niveles de contaminantes existentes en el entorno laboral, por comparación frente a valores estándar que se consideran aceptables para que la mayoría de los trabajadores expuestos no contraigan una enfermedad profesional.
- Control de las condiciones no higiénicas para eliminar causas de riesgo y reducir las concentraciones de los contaminantes a valores que no impliquen riesgo para el trabajador.
Técnicas de prevención secundaria
El objetivo de la prevención secundaria va encaminado a detectar la enfermedad en estadios precoces en los que el establecimiento de medidas adecuadas puede impedir su progresión.
La vigilancia de la salud desempeña un papel fundamental en los tres niveles preventivos. Pero es muy importante en el nivel secundario.
La vigilancia de la salud se puede definir como la utilización de técnicas y datos sobre la salud (encuestas, exploraciones físicas, etc.) de manera sistemática y periódica con el objeto de conocer o detectar cambios en el estado de salud de un individuo o de un colectivo.
La realización de reconocimientos médicos periódicos una vez diagnosticada la enfermedad son imprescindibles para detener su avance.
Técnicas de prevención terciaria
Como se indica en el cuadro estas técnicas tienen como fin la mejora de la calidad y esperanza de vida del paciente.
Se basan en la administración de tratamiento y en la rehabilitación de una enfermedad para ralentizar su progresión.
Según el diccionario de la RAE la rehabilitación consiste en un conjunto de métodos que tiene por finalidad la recuperación de una actividad o función perdida o disminuida por traumatismo o enfermedad.
Estos métodos de recuperación son aplicados en los diferentes servicios médicos de hospitales o centros de rehabilitación según la parte del cuero que deba rehabilitarse: traumatología, oftalmología, etc.
En este sentido actúan las mutuas de accidentes laborales y enfermedades profesionales.
Profesionales dedicados a la rehabilitación
Son muchos los profesionales dedicados a la rehabilitación de la salud, entre ellos encontramos diferentes perfiles (Ley 44/2003 sobre Ordenación de las profesiones sanitarias):
Fisioterapeutas
Se encargan de aplicar tratamientos con agentes físicos (infrarrojos, microondas, etc) con el fin de recuperar y rehabilitar a los pacientes que presentan alguna disfunción o discapacidad somática o ayudar a prevenirlas.
Logopedas
Desarrollan actividades de prevención, evaluación recuperación de los trastornos de audición, fonación, deglución y del lenguaje.
Terapeutas ocupacionales
Su tarea está encaminada a ayudar a las personas a potenciar o suplir funciones físicas o psíquicas disminuidas o perdidas y a orientar y estimular el desarrollo de esas funciones.
Médico rehabilitador
Es el especialista encargado de diagnosticar, evaluar, prevenir y tratar la incapacidad con el fin de facilitar, mantener o devolver el mayor grado de funcionalidad o independencia al paciente.
Psicólogos
En el terreno de la rehabilitación tienen gran importancia los psicólogos, encargados de evaluar, tratar y rehabilitar las funciones mentales, emocionales y de comportamiento de los pacientes.
En esta lista no están todos, los profesionales encargados de intentar recuperar la salud física y mental de las personas, pero si una representación de ellos. No quiero dejar de mencionar a otros profesionales como enfermeros/as, auxiliares, médicos de familia, etc, que en su día a día ayudan a muchas personas.
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