Radiaciones no ionizantes: ejemplos y prevención

Las radiaciones no ionizantes comprenden un gran número de radiaciones representadas por las ultravioletas, la luz visible, infrarrojos, microondas y radiofrecuencias.

En este tipo de radiaciones, al contrario que en las ionizante, la energía de los fotones emitidos no es suficiente para ionizar los átomos de las materias sobre las que inciden por lo que son mucho menos peligrosas para el cuerpo humano, aunque también, como vamos a ver, tienen efectos sobre nuestra salud.

Tipos de radiaciones no ionizantes

Radiación ultravioleta

La radiación ultravioleta se divide en zonas A, B y C:

  • Radiación UV-A: tiene una longitud de onda que varía entre 315 y 400 nanómetros. Se denomina luz negra y produce fluorescencia de numerosas sustancias.
  • Radiación UV-B: su longitud de onda varía entre 280 y 300 nanómetros, comprende casi todas las emisiones ultravioletas. Su efecto posible negativo es la aparición de eritema cutáneo.
  • Radiación UV-C: su longitud de onda varía entre 100 y 280 nanómetros, produce efectos germicidas, de forma que su utilización es muy frecuente en granjas de perros, visones, zorros, que sufren frecuentemente enfermedades respiratorias.

Existe una radiación ultravioleta de longitud de onda entre 100 y 190 nanómetros, incluida dentro de la UV-C que se denomina ultravioleta de vacío y no produce efectos biológicos.

Las fuentes de emisión de rayos ultravioletas, además de las naturales (Sol) son las lámparas de vapor de mercurio, de gases, de hidrógeno y deuterio.

Es importante mencionar el peligro que representa mirar directamente a los arcos de soldadura en cuyo caso, si la exposición es prolongada, puede provocar irritación de la vista reversible que impide el trabajo durante un período significativo. Por ello se utilizan máscaras-filtro especiales para soldadura.

Otras fuentes de emisión de rayos UV son las lámparas de tungsteno fluorescentes emisores de luz negra, arcos de carbón, etc.

La mayoría de los efectos de los rayos ultravioleta se producen sobre la piel y ojos.

En su mayor proporción son absorbidos por la córnea y el cristalino, llegando sólo a la retina en casos especiales de la gama A.

Las gamas B y C, penetran sólo en la epidermis, mientras que la A, de mayor penetración, alcanza la dermis, pudiendo producir lesiones en terminaciones nerviosas.

Algunos efectos que producen sobre la piel

  • Oscurecimiento: Este efecto es producido en exposiciones a rayos UV-A y es aprovechado en tratamientos de belleza o médicos como la psoriasis. Junto al oscurecimiento inmediato existe el efecto de pigmentación retardada, debido a la propagación de melanina a capas superiores de la piel.
  • Eritema: Cuando la exposición es prolongada a más de 300 nanómetros de longitud de onda, el primer efecto aparece al cabo de 1 ó 2 horas. El segundo efecto al cabo de unas 10 horas.
  • Interferencias de crecimiento celular: De algunas células básales y epidérmicas.

Las exposiciones prolongadas producen pérdida de elasticidad en la piel por degeneración de las fibras colágenas.

También en algunos casos, tras largas exposiciones aparecen arrugas en la piel y la epidermis es afectada por queratitis actínica. El efecto más grave tras exposiciones largas a grandes dosis, es la probabilidad de carcinogénesis de la piel.

Sobre los ojos el efecto más frecuente es la fotoqueratitis o fotoquerato conjuntivitis. Esta lesión aparece entre las 2 y 24 horas después de la exposición.

Es reversible y el cuadro clínico dura entre 1 y 5 días. El pronóstico es benigno y no suele dejar lesiones residuales.

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Radiación visible

Comprende entre 400 y 700 nanómetros, dependiendo la frecuencia del color de la emisión.

La exposición del ojo humano a la luz visible estimula varias respuestas psicológicas (adaptación, cierre parcial o total de párpados, etc.).

Deben considerarse únicamente los peligros colaterales (caídas), que pueden provenir de la pérdida de agudeza visual por exposición prolongada, deslumbramientos debidos a contrastes muy acusados en el campo visual o brillos excesivos de la fuente luminosa.

Radiación infrarroja

Se extiende desde los 750 nanómetros hasta 1 mm. Las gamas A, B y C tienen como límites 750, 1.400, 3.000 y 100.000 nanómetros (nm).

Los efectos biológicos de los rayos infrarrojos son escasos por su poco poder de penetración.

Únicamente existen efectos térmicos. La radiación infrarroja penetra la capa superficial de la piel a no más de 0,8 mm de profundidad.

Por tanto, el efecto es solamente de calentamiento superficial, si bien entre 750 y 1.500 nm puede causar quemaduras y aumento de pigmentación.

El ojo está dotado de mecanismos que le protegen contra los rayos infrarrojos, si bien en exposiciones prolongadas se pueden producir eritemas, lesiones de córnea, quemaduras o incluso opacidades.

Microondas y radiofrecuencias

Las microondas se encuentran entre 1m y 1mm de longitud de onda, mientras que las radiofrecuencias entre 2mm y 3m.

Los efectos biológicos producidos por las microondas de bajos niveles no son conocidos. Para aumentar la temperatura corporal es necesario que el cuerpo tenga un diámetro mayor o igual a 1 décimo de la longitud de onda.

Para el hombre las radiofrecuencias no constituyen ningún peligro significativo.

Láser

Según los posibles riesgos, los láseres se clasifican en las siguientes categorías:

  • Clase I: sin riesgo.
  • Clase II: potencia baja, puede producir lesión en la retina mirando el foco emisor durante un tiempo prolongado. Se requiere colocar señal de advertencia.
  • Clase III-A: potencia moderada, cuando la energía es transmitida al ojo.
  • Clase III-B: láseres capaces de provocar lesiones cuando se les mira directamente.
  • Clase IV: los de mayor riesgo. Pueden producir lesiones por rayo directo o reflejado y también son riesgo de incendio.

Los riesgos de la radiación láser están prácticamente limitados a los ojos, variando los efectos adversos producidos en las diferentes regiones espectrales. También pueden incidir en escasa medida sobre la piel.

Muchas de estas radiaciones electromagnéticas se utilizan como técnicas de rehabilitación corporal y fisioterapia, es el caso de microondas, infrarrojos y radiofrecuencia

Algunas como el láser se utilizan en cirugía y tratamientos estéticos.

Todo ello podría llevarnos a pensar que los efectos sobre el organismo son mínimos, pero como en todo riesgo de origen higiénico debemos recordar que los efectos están relacionados con la concentración y el tiempo de exposición.

La formación, información y vigilancia de la salud de las personas expuestas a estas radiaciones son algunas de las mejores medidas preventivas.

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Licenciada en farmacia, Técnico superior en prevención de riesgos laborales (3 especialidades), Tutora de cursos ohsas y auditoria de sistema de gestión de la prevención, Experta en obras y Tutora curso de coordinador de seguridad y salud Formadora en PRL en IMF Business School.

3 Respuestas

  • Interesante aportación a éste blog Josefina, te agradezco dicha aportación que es clara y concisa.

  • Dicen Ustedes que la Radiacion Ultravioleta No es Ionizante. Si Deteriora significativamente la Piel, (Calvicie, Arrugas) entonces debe de ser considerada Ionizante, pues altera las Estructuras Moleculares del ADN.

  • Si revisan la bibliografía establece que la radiación solar es ionizante al momento de salir desde la fuente, no obstante, debido a la exposición de estas radiaciones a las diferentes etapas de ingreso a la tierra modifica sus características

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