¿Qué es una prueba judicial?
Se denomina la prueba en el argot o lenguaje judicial al conjunto de actos practicados en el proceso, que tienen por objeto convencer al juez de la existencia o inexistencia de las afirmaciones realizadas por las partes. En este post, especificaremos sobre la prueba pericial.
Los medios de prueba son los elementos con los que la Ley permite desarrollar la actividad probatoria.
¿Cuáles son los medios de prueba?
Según el art. 299.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LEC), los medios de prueba son los siguientes:
- Interrogatorio de las partes
- Documentos públicos
- Documentos privados
- Dictamen de peritos
- Reconocimiento judicial
- Interrogatorio de testigos
A la parte de la prueba referida a la aportación de documentos, se la denomina la prueba documental, mientras que a la del interrogatorio de los testigos la testifical.
Características de la prueba pericial
En un proceso, las partes pueden valerse de cualquiera de los medios de prueba indicados para intentar convencer al juez de lo que afirman o niegan.
Seleccionar y, en su caso, elegir entre unos y/u otros medios de prueba, dependerá de los materiales de que disponga la parte en cuestión y de la estrategia que considere más adecuada para ganar el pleito.
En ese proceso de selección, la prueba pericial tiene una finalidad específica, que la distingue de todos los demás medios de prueba: es un medio de prueba que pretende proporcionar al juez los conocimientos científicos o tecnológicos (no los jurídicos), necesarios para poder resolver la controversia que se le ha planteado.
En el actual sistema judicial español, el juez es un jurista y no un técnico o un científico, por lo que, en consecuencia, sólo está obligado a poseer conocimientos jurídicos, lo que justifica sobremanera la necesidad de que el Juez pueda auxiliarse de un experto en las materias sobre las que verse el juicio, experto al que la jurisdicción denomina perito.
Ello es así, por cuanto, en muchas ocasiones, resolver una determinada pretensión exige tener conocimientos de otras materias (medicina, arquitectura, ingeniería, etc.). Incluso, en ocasiones, dichos conocimientos son necesarios para poder valorar otros medios de prueba.
Así, por ejemplo, una prueba pericial caligráfica puede ser imprescindible para valorar si la firma de un documento pertenece a determinada persona; una prueba pericial técnica lo puede ser para valorar si un plan de prevención de riesgos laborales, elaborado por una empresa (y que aparece en un documento aportado al proceso) ha sido efectuado correctamente.
El rol del perito judicial
En síntesis, el perito es aquella persona que le proporciona al juez dichos conocimientos científicos y/o tecnológicos, imprescindibles y necesarios para resolver el juicio; mientras que, en general, los demás medios de prueba sirven al juez para conocer qué hechos ocurrieron en el pasado.
A partir de este razonamiento, decidir en cada caso si es necesario practicar prueba pericial o no lo es, dependerá de si la parte considera que el convencimiento del juez pasa por introducir en el proceso dichos conocimientos no jurídicos.
Lo expuesto hasta ahora, no significa que la aportación de conocimientos que lleva a efecto el perito sea abstracta. Por el contrario, dicha aportación estará basada en los hechos discutidos en el pleito.
En efecto, un perito médico que actúa en un proceso de invalidez no aporta únicamente conocimientos médicos generales sino que, además, aporta conocimientos basados en las dolencias que padece el trabajador que solicita la invalidez para, a partir de estos hechos concretos, exponer dichos conocimientos médicos.
Asimismo, un técnico de prevención de riesgos laborales no se limita solamente a exponer sus conocimientos técnicos sino que, además los ha de aplicar en la cuestión en concreto, objeto del proceso, como pudiera ser un dictamen acerca de si determinado equipo de trabajo es el adecuado para evitar un riesgo que se discute.
Dicho de otro modo, los peritos aplican los conocimientos que poseen para realizar determinadas afirmaciones sobre el caso concreto que están peritando. Sin embargo, como el juez no posee ningún conocimiento de la materia de que se trate, el perito, a la vez que aplica dichos conocimientos al caso, también los proporciona, indirectamente y en abstracto, al juez.
En próximos posts trataremos la diferencia entre un perito judicial y un testigo, o lo que es lo mismo, estableciendo las diferencias de la prueba pericial frente a la testifical.