No siempre somos conscientes del estrés hasta que nos ha ganado la partida. Una de las variantes es el tecnoestrés. Si estás siempre conectado, enganchado con el móvil o revisando tu bandeja de entrada cada 5 minutos, estás ante algunos de los síntomas. Desde Recursos Humanos debemos aportar soluciones y consejos para gestionar este tipo de situaciones, de las que no somos del todo conscientes.
El estrés es viejo amigo, pero el tecnoestrés empieza a ser más conocido. Es un concepto que en realidad nació allá por los 80, pero con la pandemia y el confinamiento, está siendo mucho más evidente. Puede llegar a afectar no solo nuestras sensaciones, también a nuestra productividad. Antes del Covid-19, solo el 4,8% de los empleados españoles según el INE teletrabajan. Durante el confinamiento este dato ascendió al 34%. Esto nos obliga a aprender a gestionar la exposición que tenemos con la tecnología.
¿Qué es el tecnoestrés?
Es un tipo de estrés que viene provocado por el uso excesivo de la tecnología. Hoy día trabajamos con ordenadores, móviles y estamos constantemente conectados. Mucho más cuando hemos aprendido a hacerlo en cualquier parte del mundo, y no necesitamos estar físicamente en la oficina. El caso es que cuando no nos adaptamos bien a este uso de la tecnología y provoca alteración en nuestro bienestar, podemos hablar de tecnoestrés. Dentro del tecnoestrés podríamos englobar la tecnoansiedad, la tecnofobia, la tecnofatiga o la tecnoadicción.
7 de cada 10 empleados afirman no poder desconectar. El tecnoestrés aparece en el entorno laboral y tiene que ver con la falta de capacidad para hacer un uso saludable de las nuevas tecnologías. Muchos trabajadores sienten que hay un desequilibrio entre lo que se requiere y los recursos o su conocimiento para usar la tecnología. Eso puede degenerar en el malestar psicológico que da pie al tecnoestrés.
¿Yo? No tengo de eso
No sería la primera en advertir del daño que puede causar un excesivo uso de un dispositivo electrónico, pero hay que saber leer nuestros propios síntomas para identificar el problema. Estar tecnoestresados no tiene por qué quedarse en esa sensación estresante de ansiedad o cansancio, o de estar enganchados. Nos puede llegar a causar molestias físicas. Podemos llegar a padecer insomnio, dolores musculares o dolores de cabeza. De hecho, ya es considerada como una enfermedad por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo del Ministerio.
Muchas personas que pueden estar sufriendo algunos de los síntomas, ni lo saben. Muchas otras, niegan tener ningún problema. ¿Cuántas horas estás conectado al móvil, a las redes sociales, al mail? ¿Cada cuánto miras el móvil, para ver la hora, para comprobar el último whatsup? Damos por hecho que todo esto es normal, porque lo hemos asumido como parte de nuestras rutinas habituales. Justo eso, es lo que ha dado pie al tecnoestrés. Cuanto más digital es nuestra vida, más números de sufrirlo. Vivimos hiperconectados.
Si no necesitas estar constantemente comprobando tu cuenta de Instagram o cosas o contestar a cada mensaje cuando llegue, puede que no sea tu caso. Pero muchas veces esa hiperconexión provoca situaciones que pueden causarnos problemas en nuestro día a día, por nuestra conducta.
Factores que provocan tecnoestrés
De hecho, como comentaba, en el entorno laboral se da por un desequilibrio que siente el empleado cuando en ocasiones, como fuera del horario laboral, recibe mails y eso le genera estrés. Esto hace que la persona sienta que no puede desconectar o puede llegar a estar enganchada, lo que puede generar una adicción. El trabajador puede llegar a sentir que, con tanta tecnología, nuevas aplicaciones y herramientas, no puede dejar de estar formándose y actualizarse para poder ser competitivo y estar al día, pensando que nunca se está del todo preparado.
Exceso de uso
El hecho de utilizar de forma constante el móvil, la Tablet u otros dispositivos, puede hacer pensar que hacemos más en menos tiempo, pero puede generar tecnoestrés.
Inseguridad
El debate sobre la Inteligencia Artificial y cómo afectará a los seres humanos, es algo que está provocando un elevado malestar. Muchos empleados temen por su futuro laboral.
Complejidad
Hay personas que pueden llegar a sentir que no están cumpliendo correctamente porque sienten que las herramientas con las que trabajan son muy complejas.
Falta de conciliación
El hecho de sentir que nuestra vida profesional puede estar invadiendo la vida personal, puede generar desequilibrio.
Síntomas del tecnoestrés
Estar con el móvil en la mano siempre, es uno de los síntomas más reconocibles del tecnoestrés. Muchas personas sienten ansiedad ante la sensación de no tenerlo cerca, de creer que lo han perdido, de no verlo, de no tener wifi o de no tener batería. El hecho de consultar de forma impulsiva constantemente cualquier notificación puede ser otro síntoma. También puedes identificarlo si este aparato puede estar quitándote tiempo que antes utilizabas para otras cosas. O por esa sensación de estar perdiéndote la última novedad de la que todo el mundo está hablando.
Cómo gestionar el tecnoestrés
El combate del tecnoestrés debería ser una de las grandes prioridades de las organizaciones, porque ya hemos visto la importancia que tiene cuidar del bienestar de las personas. Invertir en su salud y tener en cuenta la experiencia del empleado en la relación con la empresa, es fundamental.
Horarios definidos
El trabajo es para el horario de trabajo, independientemente de si lo haces en la oficina o en casa. Planifica unos horarios para cada cosa y evitarás que se mezclen evitando así esa sensación. Descansa cuando toca y disfruta del ocio, de la familia y los amigos, a los que debes dedicar el tiempo con la misma implicación. En esos momentos, respeta ese espacio y trata de desconectar los aparatos.
Planificación
Un buen plan de trabajo, con la agenda real, te ayuda a no apretarla en exceso. Incluye tiempo para imprevistos, pero es importante contar con equipo, saber delegar y poder decir que no si es necesario. Valora previamente qué es importante y qué es urgente. Hay correos que no es necesario contestar ahora mismo. Y déjate de multitasking, una cosa detrás de otra.
Formación
Sin que llegue a ser algo que te genere estrés, la formación es lo que te salva de no conocer algo que puede inquietarte. Pide que alguien te ayude con esa aplicación o herramienta y ganarás en confianza.
Desconexión real
Cuidarse es importante y poder trabajar en técnicas que te ayuden a gestionar el tecnoestrés forma parte de ese cuidado. Practica meditación, mindfulness o cualquier actividad que te ayude a estar contigo, a conectar con tus emociones y lejos de la tecnología. A apreciar el momento presente. Aliméntate de forma saludable, respeta las horas de sueño y practica deporte.
Si sufres de tecnoestrés, ya tienes algunos consejos que puedes empezar a implantar ya mismo para reducir los síntomas y sentirte mucho más equilibrado.
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