Nos enseñaron a buscar trabajo, pero me gusta más encontrar que buscar. Y para eso debemos saber cómo hacerlo. Recursos Humanos busca talento y los profesionales buscan trabajo. ¿Cómo hacerlo para ganar opciones frente a tantos otros candidatos? La respuesta está en tu nivel de empleabilidad.
¿Qué es la empleabilidad?
Es la medida que determina cuánto de válido eres para ser contratado frente a otras personas. La empleabilidad nos habla de talento, de habilidades técnicas y de soft skills. Es todo lo que acompaña a una persona para que sea capaz de mostrar su aporte de valor, conocimientos y experiencia. La empleabilidad es aquello que puede hacer que dejes de buscar para que encuentres ese trabajo que realmente conecta contigo.
Porque esto es un viaje de doble dirección. No vale de nada que tu nivel de empleabilidad sea mayor que el de otros, si al final te encuentran y tú no conectas con ellos. Esto significa que ambas partes deben cambiar la forma de relacionarse. Atraer para encontrar antes que buscar para ser contratado (o contratar).
Claves para mejorar la empleabilidad
Si estás en búsqueda activa, planteándote un cambio o trabajando tu Marca Personal, ya sabes que mejorar tu empleabilidad hará que ganes puntos. No se trata de hacer un CV más llamativo o de estudiar más que otros. La idea pasa por entender 2 cosas: conocerte bien y conocer bien las necesidades de las organizaciones.
Conocerte bien
Siempre defiendo que cualquier proceso de mejora, sea personal o profesional pasa si o sí por el autoconocimiento. Se trata de un viaje que deberíamos hacer de pequeños para evitar reinvenciones profesionales o caídas que podemos evitar. También nos ayudaría con pérdidas de tiempo aceptando trabajos que no sabemos ni por qué. O trabajando en organizaciones en las que no pintamos nada pero que creemos que debemos mantener porque se trata de “trabajar”.
Conocerte bien hace que tu empleabilidad mejore, porque el hecho de saber quién eres, te ayuda a identificar de qué manera tú puedes aportar un valor diferencial. ¿Qué necesitas tener en cuenta? Lo primero, que la empleabilidad va de dentro a afuera, por lo tanto, conocerte es lo primero. Pero ten en cuenta los 2 niveles siguientes.
Competencias técnicas
La empleabilidad tiene una composición de muchos factores. Las competencias técnicas son aquellas que, hasta no hace mucho, eran las imprescindibles y únicas que se tenían en cuenta a la hora de contratar a alguien.
Estas son básicamente aquellas habilidades que adquirimos en una formación, aprendiendo mediante la experiencia, cursando o leyendo. Por ejemplo, idiomas, contabilidad o conocimientos financieros, área legal, competencias digitales o jardinería. Todo aquello que, para poder desarrollar con éxito nuestro trabajo, debemos haber adquirido.
Soft skills
Ya hemos hablado en otras publicaciones sobre la importancia de las famosas habilidades blandas. Esas que se adquieren y desarrollan independientemente del rol profesional, sino a través de la interacción con otras personas, normalmente en nuestra vida personal. Es un conjunto de competencias que muestran cómo eres, cómo te relacionas, cómo interactúas, tus valores y cómo gestionas muchos de los factores necesarios para valorar la empleabilidad. Por ejemplo, las emociones, el tiempo, el conflicto o los equipos.
Hoy en día, las soft skills van ganando terreno en la empleabilidad, porque al aportar mucho más valor que no solo lo que se gana teniendo en cuenta las competencias técnicas, conseguimos diferenciarnos y destacar. Ser una persona flexible y adaptable, hace que puedas aportar esa capacidad al equipo, a la organización y en definitiva en tu forma de trabajar, de manera que todos se benefician, independientemente de lo que hagas (tu rol profesional). Aprendizaje constante, proactividad, habilidades sociales, comunicación, empatía, son algunas de las que pueden mejorar tu empleabilidad.
Tú
El autoconocimiento, más allá de pasar por las competencias técnicas y las soft skills, nos acerca a lo que en realidad somos. Descubrir lo que somos capaces de hacer, qué necesitamos mejorar, cómo pensamos, cómo nos sentimos o con qué conectamos nos ayuda a entender de qué manera podemos identificar nuestro valor añadido y acercarlo a quienes más lo necesiten y conecten con él.
¿Qué fortalezas tienes? Es importante que te preguntes por aquello que se te da bien, que haces con facilidad, para lo que suelen llamarte los demás, porque eres mejor que otros. ¿Qué te motiva? ¿Qué áreas crees que podrían ser mejores? Pregunta también a tu entorno más cercano para identificar todas esas características que hacen que tú seas como eres. Te ayudará a entender tu empleabilidad y definir mejor qué áreas, entornos y habilidades debes potenciar.
Conocer a las organizaciones
Entender las verdaderas necesidades es lo que hará que veas el match entre tu talento y sus problemáticas. Cuando nos enseñaron a buscar trabajo, no nos hablaron de mirar hacia fuera y entender cómo podíamos encajar mejor en un sitio que en otro. Poner en valor tu talento sin más, está bien, pero cuando eres capaz de responder a un problema y con tu talento dar solución, estás ganando empleabilidad.
Ya conoces las 2 vías y sus niveles para mejorar la empleabilidad. ¿Sabes ya cómo vas a conseguirla?
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