Puntos débiles en una entrevista: el DAFO personal

Hace poco hablábamos en este mismo blog de la necesidad de hacer un DAFO personal y de como hacerlo ; DAFO Personal: ¿Qué es y por qué debes hacerlo?.

Dijimos que hacer ese DAFO nos ayudaría a conocer nuestras fortalezas y nuestras debilidades, y decíamos también que eso nos podría ayudar para afrontar futuras entrevistas que tuviéramos.

Es casi ya una obligación en las entrevistas preguntarnos por nuestras debilidades o por nuestros puntos débiles y es bueno por eso conocerlos. Todos tenemos fortalezas específicas y debilidades específicas. Lo que también es evidente es que si no tienes claras tus debilidades, tampoco tendrás claros tus puntos fuertes, y eso hará que nuestro valor pueda ser cuestionado.

Puntos débiles

A la hora de hablar de nuestros puntos débiles debemos ser honestos, pero inteligentes para no perjudicarnos; la mejor respuesta a la pregunta es la respuesta veraz, porque es muy poco probable que seas contratado por tu mayor debilidad.

Para evitar mencionar una debilidad que pueda restarnos posibilidades de conseguir el trabajo, es bueno que tengamos clara la descripción del trabajo para ver qué es exactamente lo que el entrevistador está buscando.

Cuando mencionemos nuestro punto o puntos débiles, es muy importante que expliquemos como hemos conseguido superar esa debilidad;  es mejor que estemos preparados para compartir un ejemplo de un fracaso anterior o debilidad que hayamos convertido con éxito en una fortaleza.

No olvidemos que en la entrevista nos están preguntando por debilidades profesionales, no personales; lo que interesa al entrevistador es nuestra capacidad para reconocer nuestros puntos débiles y sobre todo como hemos sido capaces de superarlos.

LEE  10 Consejos para gestionar el rechazo en una entrevista

Una buena fórmula para contestar a la pregunta sobre la debilidad, es convertirla en una oportunidad para compartir cómo has superado un reto profesional y cómo ahora eres mejor gracias a él.

5 ejemplos de respuestas

La experta en desarrollo profesional, Heather Huhman aconseja que los defectos que expongas no se relacionen con el potencial empleo y que además expliquemos que hemos hecho o que pensamos hacer para corregirlos.

La misma experta nos da cinco ejemplos de respuestas que podemos dar cuando nos pregunten sobre nuestras debilidades o puntos débiles.

1. “Solía ser un tanto desorganizado, pero ahora, a través de esta táctica mis habilidades de planificación realmente han mejorado”.

2. “Antes entregaba mis informes en la fecha límite, pero ahora he comenzado a adelantar mi trabajo”.

3. “Solía trabajar en único proyecto cada vez, pero ahora puedo atender a múltiples tareas y obtener mejores resultados”.

4. “Antes invertía demasiado tiempo en los proyectos, pero he aprendido a confiar en mis decisiones y ser más eficiente”.

5. “Los nuevos proyectos me entusiasmaban, y sin darme cuenta me sobrecargaba. Ahora he aprendido a reconocer mis límites”.

En todas estas respuestas estamos siendo honestos, pero estamos diciendo al mismo tiempo que hemos corregido esas debilidades y que las hemos transformado en fortalezas.

Lo que no es conveniente es contestar con frases del tipo soy muy perfeccionista o cualquier otra frase que nos hayan aconsejado sin más, porque no suena real y suena bastante falso; no olvidemos que enfrente hay una persona que es un profesional de las entrevistas y estará muy acostumbrado a oír frases hechas que no dicen ni aportan nada.

LEE  Tus virtudes y defectos en una entrevista de trabajo: cómo contestar

 

Juan Carlos Barceló Profesor de los Máster en Dirección de Recursos Humanos y MBA de IMF Smart Education.

Lee más artículos de Juan Carlos 

 

Las dos pestañas siguientes cambian el contenido a continuación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *