El ser humano es gregario y por eso necesitamos a los demás para conseguir nuestros propósitos. La comunidad se vuelve algo realmente efectivo cuando nos damos cuenta de que, juntos, conseguimos mucho más que solos. Recursos Humanos debe ser el eje para cuidar a su comunidad y hacer que crezca.
La comunidad
Es un concepto que podemos asociar a montones de agrupaciones de personas. Porque en el fondo se trata de eso, de grupos de personas. Pero la comunidad tiene una connotación más cercana, más personal, de más afinidad. Y por ello resulta más efectiva.
Las organizaciones hablan de departamentos, áreas, equipos. La comunidad debería ser ese espacio de colaboración, en el que personas de diferentes entornos trabajan en conjunto por objetivos que puedan ir mucho más allá de sus funciones diarias. Es decir, se colabora para que la empresa gane en su conjunto, focalizándose en mejorar, por ejemplo, el bienestar de las personas que hay dentro de la organización.
Cuando trabajamos en equipo conseguimos un resultado completamente diferente. Y cuando quedamos con un grupo de amigos. Y cuando se generan grupos en LinkedIn que, con algo en común, pueden llegar a tener un alto impacto en el resto.
Es muy importante darle el valor justo a la comunidad para que se vea el efecto que tiene en las personas y en su sinergia.
Beneficios de la comunidad
Cada persona busca diferentes cosas al formar parte de la comunidad, estar a gusto, conseguir unos ciertos beneficios que solo no se conseguirían, etc.
Seguridad
La comunidad ofrece ese espacio en que las personas que forman parte de ella se sienten seguras, están amparadas por un ente que las gestiona, las ayuda y las aporta aquello que puedan necesitar. Se sienten cómodas formando parte de un lugar que las protege y que
Entorno colaborativo
El hecho de pertenecer a un equipo en el que hay diferentes tipos de personas, aporta una riqueza diversa. Lo interesante es saber aprovechar el resultado de todo lo que pueda aportar cada miembro, porque las mejores ideas aparecen de entornos así, y la comunidad en eso es un perfecto lugar. Favorecer entornos de colaboración ayuda a que cada uno encuentre un espacio propio donde compartir y aportar.
Diversión
Las normas han de regir el orden de cualquier entorno en el que hay varias personas, incluso en la comunidad. Pero en ella existe una cierta flexibilidad porque su objetivo contempla el hecho de que las personas se sientas cómodas, a gusto por pertenecer. El compromiso existe siempre que haya motivación. Por lo tanto, es la norma número 1, o te lo pasas bien aquí, o no formas parte de la comunidad.
Impacto positivo
El efecto que tiene la comunidad en el resultado de lo que se haga, es exponencial. Lo que uno empieza por el motivo que sea, y lo continua la comunidad, es totalmente distinto. Se trata de abrir nuestra mente, de escuchar nuevas propuestas, de ver las cosas de otra manera y quizás adaptar lo que teníamos previsto para que el conjunto se lance a probar cosas nuevas. Ahí reside la riqueza de la creatividad, porque los resultados son tan imprevisibles como fantásticos.
Gana uno, ganan todos
El efecto lo siente cada uno, y se genera un impacto global. Es decir que cuando hay resultados positivos, cada uno vibra con el trabajo que ha hecho, pero mucho más con todo lo que ha recibido. Se trata de colaborar, pero uno no se da cuenta de todo lo que se consigue, hasta que ve, que cuanto mayor es la implicación por motivación de cada uno, mayor es el beneficio individual. Cada uno de ellos siente que la sensación de formar parte de la comunidad es mayor que todo lo que se ha hecho.
¿Cómo cuidar la comunidad?
Comunicación
Sin comunicación, no hay comunidad, hay un grupo de personas, pero el resultado es absolutamente distinto. Se trata de conseguir el mejor efecto, por lo tanto, debemos entendernos, y para ello hay que saber comunicarse. Escucharse, explicar lo que queremos cada uno, compartir honestamente, abrirnos y recibir opiniones. Debe ser algo fluido porque el origen no es obligado.
Buen clima
Sin comunicación, el ambiente puede ser negativo, con bloqueos, conflictos y paralizados. Eso por supuesto va en contra de los objetivos marcados y no se avanza. Hay que generar un clima de confianza, abiertos a escuchar, a comentar, un entorno que fomente el que cada uno pueda aportar y ser uno mismo. En definitiva, lo que significa de verdad, ser una comunidad.
Confianza
La comunicación y un buen entorno son las claves para que se genere la confianza. Esta es la auténtica llave de que la conexión entre los miembros se dé. La confianza es como la llave para abrir a las personas y que se sientan a gusto en nuestra compañía. Eso facilita que ellos puedan no solo aportar sino escuchar a otros y ayudar.
Objetivos
En la comunidad debemos tener un objetivo claro, por lo menos todos deben entender a santo de qué estamos juntos. Si quieres implicación o que la gente esté motivada para participar, deben saber quién es la comunidad, qué normas o límites tiene, qué podemos hacer o no y cuál ha sido el propósito para que naciera.
Pertenencia
Este punto hace que en las personas nazca el sentimiento de pertenencia. Significa que sintonizan con ese propósito y sienten que son iguales. El impacto de este punto es brutal, porque es el que hace que la persona quiera ayudar como sea, aportar, ayudar, en definitiva, ser una pieza clave de la comunidad.
El compromiso en la comunidad es algo que se genera precisamente por la afinidad al mismo. Los miembros sienten que hay responsabilidad para con el mismo y se comprometen para conseguir que todos crezcan. Eso se consigue gracias a la empatía que existe allí.
Reconocimiento
El equipo se une por sintonía, pero hay que seguir fomentando todo lo anterior y premiarnos. Debemos reconocer los logros conseguidos y animar al resto a seguir unidos y trabajar juntos. El objetivo es crecer, en comunidad.
¿En vuestra organización tenéis departamentos o disponéis ya de una comunidad?
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