Hoy en día todos hacemos networking. Y aunque es una palabreja a la que ya nos hemos acostumbrado, no deja de ser lo que toda la vida hemos conocido como red de contactos. En Recursos Humanos hay que adoptar estrategias que nos ayuden para sacar el mejor provecho del networking.
No se trata de coleccionar tarjetas
Hacer netwoking puede parecer irse a hacer de comercial y vender tu libro. Pero en el fondo se trata de algo mucho más básico. Cuánto más trates de vender, menos networking de verdad estarás haciendo. Nada de pedir tarjetas ni llegar repartiéndolas. No hay nada como asistir a un evento donde las personas se dedican a acumular tarjetitas como si de vales descuento se tratase.
Hacer networking de verdad es olvidarse que se está haciendo networking. Sí, lo sé, parece absurdo. Pero es que cuando más simple es más sentido tiene. Cuanto menos buscamos el negocio, la alianza perfecta o vender algo al que tenemos delante, más nos centramos en lo importante: conocer a la persona.
Hacer networking se trata de eso, de conocer a personas. De saber la historia que les acompaña, de conectar con lo que han vivido, lo que están viviendo ahora mismo o lo que han tenido que pasar para estar donde están. Empatizar entre nosotros es lo que hace que escuchemos de verdad. Y solo cuando escuchamos podemos saber a quién tenemos delante.
¿Por donde empezamos?
Debes tener claro dos puntos: quién eres y la persona que tienes delante. Ponerse a lo loco a conocer a todo el mundo puede llegar a ser un error. No se trata de llegar a cuanta más gente mejor, la idea es conocer el foco a donde debemos dirigirnos porque entendemos cómo somos y con quiénes vamos a conectar mejor.
Por lo tanto, lo primero es saber quién eres tú, qué historia traes contigo, qué puedes ofrecer, qué te gusta y aquello que valores compartir. Pero de entrada es importante que tu discurso inicial sea claro y sin rodeos para que veamos si conectamos y queremos más.
Cuando conoces a alguien debes quitarte las máscaras, sé tú mismo y pregunta, pregunta para saber lo que puedas de esa persona y de lo que hace. Cuanto más salgas del rincón de los callados, mejor te irá. Mira a los ojos y recuerda el nombre de la persona. No hay nada más especial que cuando alguien te acaba de conocer te llame por tu nombre.
Cuidar las relaciones primero, después ya vendrá el posible resultado. Piensa que conectar con alguien no es sinónimo de conseguir algo. El objetivo del networking de verdad no deja de ser otro que ampliar nuestra red de contactos, pero no para conseguir clientes o negocio.
Los pasos para hacer networking
Saludar, escuchar y compartir tu historia. Ese es el mejor proceso de networking. Cuando conectas, se nota y entonces solo queda hacer una cosa: cuida esa relación. No pienses en tu beneficio, se trata de cuidar relaciones, ser detallista con aquellas cosas que son importantes. No te olvides de esas nuevas personas que has conocido, escribe, llama. Interésate por ese nuevo proyecto que están empezando, felicítales por su cumpleaños, comparte con ellos tus logros o tus dudas, hazles partícipes de lo que estás viviendo.
Cuando menos te los esperas, aparecen esos pasos que nos unen en un acuerdo para colaborar o unes a dos personas que se necesitaban. Alguien encuentra trabajo, otro da con un nuevo cliente, algunos se hacen amigos. Compartir experiencias une a las personas, y eso da paso a que las relaciones sean naturales, donde no es la artificialidad la que se pone a trabajar tratando de parecer el mejor vendedor.
El valor del networking aparece cuando invertimos tiempo en la calidad de las relaciones. Cuanto más queremos conseguir algo nada más conocer a alguien, peor. El efecto es totalmente contraproducente, negativo y conseguimos todo lo contrario a lo esperado. Muchas veces alejamos a esa persona.
Los efectos del networking de verdad
Ahora sí, cuando necesitas algo, como por ejemplo encontrar trabajo, tienes una interesante red de contactos que puede asesorarte, ayudarte u ofrecerte aquello que necesitas. Se trata de que sea una consecuencia de cuidar a las personas, no de buscar eso sin más.
Piensa que has hecho tú por ellos, todo aquello en los que les has beneficiado. El valor que les has aportado a cada uno de ellos puede orientarte hacia lo que pueden necesitar los demás de ti y que puedes ofrecer. Tener personas que nos pueden ayudar y a los que podemos ayudar, es tener una red rica. Las personas con las agendas más llenas son las que abrazan, las que cuidan a los demás, las que saben escuchar, las que siempre tienen un rato para ti.
En el fondo hacer networking es algo así como trabajar tu marca personal. Porque no dejas de estar mostrando lo que eres y haces de la mejora manera, pero siempre con tu verdad por delante.
¿Dónde podemos hacer networking?
Puedes hacer networking en cualquier parte, en un evento, en conferencias o charlas, en una cena con amigos de amigos o incluso interactuando en las redes. Aunque no lo creas, el networking online puede dar paso al off line y si no, que se lo pregunten a Carlos García Trillo y a Andrea Franco, que una tarde de domingo escribieron un post en LinkedIn en el que proponían “ponerse cara” con la gente que le apeteciera pasar del online al off line.
Así que lo que pretendía ser una cenita con algunas personas en Madrid acabó siendo un evento que ya lleva 5 ediciones, 3 en Madrid y 2 en Barcelona. El movimiento se llama “PonteCara” y te animo a asistir al próximo evento que haga. No solo vas a pasarlo en grande, vas a conocer personas fantásticas, que te harán olvidar las tarjetas y con las que puedes llegar a hacer cosas realmente chulísimas.
Te aseguro que yo he visto emprender, personas que han encontrado trabajo gracias a alguien que allí conocieron, colaboraciones, proyectos que han nacido allí y por encima de todo, personas. Personas que te recuerdan qué es lo que de verdad importa, porque cuando eso está, lo demás viene solo. Lo llamamos networking de verdad.
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buen articulo!
Muchas gracias Adelino!