Las mujeres ganan de media 13,60 €/hora y los hombres 15,94 €/hora, este es uno de los datos que nos aporta el último informe de la Confederación Sindical de CCOO de febrero de este año. Esta diferencia supone casi unos 5.000 € menos al año lo que ganan las mujeres en España con un contrato a jornada completa.
Esta desigualdad es universal, por ello la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha realizado un último Informe Mundial sobre Salarios 2018/2019: “¿Qué hay detrás de la brecha salarial de género?”.
¿Qué hay detrás de la brecha salarial de género?
En dicho informe de la OIT se analiza la brecha salarial desglosando los diferentes componentes que pueden influir, como por ejemplo, la edad, la experiencia y la educación, la categoría profesional, horario de trabajo o el tipo de contrato y el sector o la ubicación geográfica.
Todos estos componentes sin duda constituyen la base de muchas diferencias salariales; pero no la brecha salarial de género, de acuerdo con lo que establece el informe de la OIT, no resultan lo suficientemente explicativos estos componentes para sustentarlo.
Un ejemplo es la educación. Tanto en los países donde las mujeres tienen un mayor nivel educativo que los hombres, como en aquellos donde la población femenina no alcanza el mismo grado de formación que los varones, las mujeres cobran menos dinero por el trabajo remunerado que realizan.
Razones de la diferencia de salarios entre hombres y mujeres
Entre los motivos y causas que desvela el análisis de esta organización internacional que sí explican la brecha salarial entre hombres y mujeres en todo el mundo, podemos encontrar:
- La infravaloración del trabajo que realizan las mujeres.
- La mayor carga sobre las mujeres que supone la maternidad y los cuidados familiares.
- Los salarios más elevados en las empresas que pertenecen a sectores masculinizados, como el tecnológico y el científico.
Además las mujeres en España sufren una doble discriminación en el mercado laboral, que implica:
- Un salario medio por hora inferior.
- Una mayor presencia de la contratación parcial.
La Inspección de Trabajo es indispensable
La brecha salarial no está en el salario base, puesto que este viene determinado por los convenios colectivos, si no en los complementos y los incentivos que, voluntariamente, incorporan las empresas. Para solventar esta fuente de diferenciación, se deberían evaluar y revisar dichos complementos y aplicarlos de forma objetiva sobre los niveles de desempeño y productividad.
Sería importante acabar con el secretismo sobre los sueldos en muchas empresas, esto sin duda despejaría muchos obstáculos para solucionar las desigualdades.
Las políticas de conciliación, con horarios más reducidos, sin jornadas partidas larguísimas, la posibilidad del teletrabajo, las ayudas a guarderías podrían también ayudar. Además debemos cambiar el modo en el que valoramos la aportación de los trabajadores a la organización, el presentismo o el estar más horas en la oficina no significa que el desempeño del trabajador sea mejor.
Pero para asegurar la correcta aplicación de todas estas medidas, debemos contar con el control de las empresas por la autoridad laboral. La Inspección de Trabajo, como señala la OIT, es elemento indispensable en materia de igualdad de remuneración, dado su gran potencial por el acceso privilegiado al lugar de trabajo y a la información sobre la remuneración que perciben hombres y mujeres.
Pero ¿qué se hace realmente frente a esto en la actualidad?
Actualmente, la autoridad laboral ha comenzado a cruzar bases de datos para ayudar a los inspectores a detectar las empresas que discriminen a sus trabajadoras en sus salarios, dentro de las actuaciones que plantea del Plan Director por un Trabajo Digno trazado por el Ministerio de Trabajo.
La información se obtiene de bases de datos de distintos organismos, como la Tesorería General de la Seguridad Social y la Agencia Tributaria, que tratan así de detectar cuando un hombre y una mujer que cubren puestos de igual valor reciben remuneraciones desiguales.
La Inspección de Trabajo lanzará campañas específicas de control en las empresas que irán destinadas a velar por la igualdad salarial en las empresas. También se centrará en las grandes empresas a través del control de los planes de igualdad.
Sanciones para combatir la brecha salarial
La discriminación salarial constituye una infracción muy grave, sancionada en su grado mínimo con 6.251 euros y en su grado máximo, con 187.515 euros. Además de sancionarse con perdida de las ayudas y bonificaciones de los programas de empleo, con efecto desde la fecha en que se cometió la infracción.
Por último, también en el ámbito judicial se están sensibilizando en contra de la brecha salarial, un ejemplo es la sentencia del año pasado del TSJ de Andalucía pionera en esta materia, condenando a una empresa a indemnizar a una trabajadora que percibió menos salario que sus compañeros hombres, tras declarar que existe discriminación cuando–en igualdad de puesto y de responsabilidad- la mujer percibe una retribución inferior por razón de los incentivos asignados discrecionalmente.
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