Si hablamos de Flow, todo el mundo ve a gente tumbada fumando y escuchando reggae. Bueno, está relacionado en parte, pero en realidad el Flow que te traigo no tiene nada que ver con las canciones de Bob Marley. En algunos departamentos de Recursos Humanos, ya están descubriendo la fórmula para conseguir el secreto para que todos ganen, y ese, es el Flow.
¿Qué es el Flow?
¿Te ha pasado eso de perder la noción del tiempo? De estar haciendo algo y decir “se me ha pasado el tiempo sin darme ni cuenta”.
Podríamos decir que el Flow es aquel estado en el que nos perdemos al estar haciendo algo que realmente nos apasiona, aquella actividad en la que nos concentramos a tope y que ponemos toda nuestra cabeza y no somos conscientes de nada más. Sería como cuando eres más productivo con el mínimo esfuerzo. Lo estamos dando todo, estamos siendo de lo más productivos, y lo más: nos aporta bienestar. ¿Puedes imaginar qué significaría eso en las empresas? Ser más productivos y sentirnos a tope.
El Flow es un concepto que empezó a investigar Mihály Csíkszentmihálhy allá por los 70 tratando de entender aquello que nos aportaba felicidad y motivación a través del talento en lo que hacíamos. Para Mihály es un estado de suprema creatividad.
Se descubrió que era algo que no solo se podía identificar, sino que se podía aplicar y practicar. Imagina poder dar un 700% mientras que sin Flow estás al 5%. Es evidente que vas a rendir mucho más en estado de Flow.
Dónde vemos el Flow
Actualmente el Flow está emergiendo dentro de las organizaciones, sobre todo en Recursos Humanos, que han entendido la gran responsabilidad a la hora de desarrollar el talento en el mejor entorno posible.
Hasta ahora ha sido mucho más visible verlo en entornos de deporte de élite, donde se investiga aquellos momentos en los que el deportista está consiguiendo sus mejores resultados, aportando el menor esfuerzo. Otro ejemplo sería el militar, donde se ha estudiado cómo entrenar duro con el menor tiempo invertido en el aprendizaje.
Desde luego dentro de las organizaciones, el Flow es un medidor claro del bienestar de cada una de las personas. Porque no mide el clima laboral, se trata de un medidor individual, que analiza de qué manera cada persona está rindiendo y sintiéndose bien. Es muy interesante ver el potencial que tiene en los equipos para poder generar la mejor sinergia y resultados.
En muchas organizaciones tenemos instalado un estado de insatisfacción laboral que hemos aceptado como algo natural. Debemos romper con esa idea, en realidad es totalmente al contrario.
¿Cómo conseguir estar en estado de Flow?
Hemos de entender que el estado de Flow viene precedido por una sensación de bienestar, de estar inmerso en una actividad que nos motiva, estimula y nos hace entrar en una creatividad sin control. Por lo tanto, ese es el punto de partida. No podemos poner a nadie a trabajar en algo que no entiende, o no le gusta y pretender que sienta Flow.
Hemos de sentir gratificación y placer en lo que hacemos, atención plena, concentración, ningún esfuerzo. Por ello, pérdida de conciencia del paso del tiempo. Es algo que sabemos que podemos hacer, que controlamos, no nos genera ninguna duda y no nos sentimos para nada cansados.
Conectar
Cuando hagas algo, debes sentir que conectas con eso, o no llegarás al estado de Flow. Hablamos de una motivación máxima, de una sensación de gran disfrute. No somos productivos sino disfrutamos. Así que lo primero que debes entender para que tu equipo sea productivo y se sienta a tope, es que haga algo con lo que conecten.
Reto
Lo que se hace debe aportar cierto nivel de reto, es decir debemos ser capaces de ver que lo podemos conseguir, pero se nos debe presentar como algo que nos genere cierto reto. Si es una actividad floja, nos aburriremos y si la vemos grande o imposible, no sentiremos que podamos, así que no llegará a ser motivadora para llegar a sentir el Flow. Por lo tanto, equilibra las competencias y habilidades del equipo con pequeños logros posibles a conseguir que les generen esa necesidad.
Atención
Una vez tenemos la actividad, debemos enfocarnos. Hay que entrenar para poder ser productivo en el rato que estás dedicándote a hacer algo, para que nada pueda distraerte. Cuanto más te enfoques, más dominarás lo que haces. Y eso llevará a ser más productivo y también a disfrutarlo. No se pueden hacer 2 cosas a la vez si quieres conseguir estar en Flow.
Reconocimiento
Este es el punto que en las organizaciones permite que el flow se vea recompensado. No hay esfuerzo palpable, pero sí una dedicación y por tanto un buen resultado. Debes reconocer el trabajo realizado porque de manera automática te seguirá beneficiando a ti también.
El camino es el Flow, no el final
Se trata de no pensar en el resultado, de no centrarse en el fin, en los objetivos o el hecho de ser más productivos. Es una consecuencia de estar haciendo algo que nos encanta y en lo que somos buenos. Ahí nace el estado de Flow. Uno puede conseguir un buen resultado, sin haber sentido para nada el Flow, pero no habrá sido igual de bueno que con él
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