Decía Maya Angelou: “La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir”. En el último post te hablaba sobre Employee Experience, de la importancia de una experiencia y cómo generarla en tus empleados de manera excelente. Va muy de la mano de lo que hoy te traigo: el talento diferencial. ¿Cuál es tu película preferida? Posiblemente alguna que te haya marcado o te haya hecho sentir algo diferente. Diferente. Esa es la palabra. Cuando algo es diferente, lo recuerdas por encima del resto ¿verdad? Recursos Humanos debe asumir que es el área impulsora de esa diferencia, esa transformación.
En definitiva se trata de generar algo distinto, algo diferencial. Con el talento pasa lo mismo y ahí es donde tú debes hacer la gestión para que pueda ser diferente. Cuando veas una empresa que sea diferente, un servicio diferente, pregúntate ¿qué ha hecho que sea diferente? Siempre la respuesta llevará consigo la palabra persona. Su talento diferencial.
¿Dónde está el talento diferencial?
Cuando tengo talento en la organización
En las organizaciones contamos tenemos talento para aburrir y no sabemos cómo, unos se van, otros se apagan dentro de nuestras instalaciones y otros simplemente ni siquiera han llegado a desarrollar sus competencias por ni saberlo ni tener las herramientas cerca ni nadie que les haya empoderado.
Las organizaciones que están en el top de la gestión del talento y el capital humano, saben que todo radica en las personas y su talento. Y es ahí donde tienes que apostar todas tus cartas porque son los que van a darlo todo si crees en ellos, son el puente para conseguir los objetivos. Y no solo porque van a estar a gusto, ellos van a darte el extra para que el compromiso sea un hecho. No dejes que el talento se quede en eso, en talento. Apuesta por el talento diferencial.
Se trata de darle una serie de herramientas y experiencias que permitan que pueda aportar ese valor añadido, ese talento diferencial.
Cuando no tengo el talento (necesario) en la organización
Si no dispones del talento necesario en tu organización y debes buscarlo fuera, prepárate para la que hay montada ahí. La famosa guerra por el talento va a provocar que saques tus mejores armas. Vas a tener que desarrollar dos áreas muy fuertemente: atracción del talento y su fidelización. Siempre digo que no vendas nada que luego no vayas a ofrecer, o ese talento te va a durar menos que una chocolatina en la puerta de un cole.
¿Cómo construir el talento diferencial?
Si quieres tener en tu equipo ese sello diferencial, has de tener en cuenta que las flores no nacen si no las riegas (y con, añade bastante mimo). Debes plantear qué hacer y cómo para generar ese engagement que permita desarrollarse a ese talento diferencial.
Marca un plan estratégico para la gestión del talento. Analiza la situación actual de la organización y diseña un proyecto que resuelva las necesidades halladas. Asocia perfiles con esas necesidades. Conocer a las personas de tu organización y darles una buena experiencia allí dentro, va a permitir, no solo que te acerques a sus necesidades, sino que puedas vincularlos a las tuyas, que conectéis y podáis alinear vuestros valores. Si ellos se sienten identificados, tenemos una buena parte hecha.
El talento diferencial nace en determinados entornos y con ciertas sinergias. Te muestro algunas claves que puedes tener en cuenta para empezar.
ABCDE del talento diferencial – 5 Claves para mejorarlo
A(linear)
A las personas con su entorno. Prioriza su conexión entre lo que piensan, lo que necesitan, lo que sienten antes que la gestión del proyecto. Vas a ver como el resultado es mucho mejor de lo que crees. Porque vas a demostrar que lo te importa son ellos y su alineación con la organización. Ahí nacerá la diferencia y el talento diferencial tiene un buen abono para crecer.
B(randing)
Tu misión, visión y valores son aquellas bases sobre las que se asienta tu cultura. Con ellas segmentas a tu talento y atraes a todo el que se sienta identificado con él. Haz que una vez dentro, participen de las decisiones, comunica, interacciona y fomenta las relaciones. Tu Employer Branding nace con una estrategia de cuidar a tu talento diferencial.
C(omprometer)
Genera ese compromiso que nace en los embajadores de marca. El talento diferencial aparece cuando no se estanca. Promueve acciones concretas, puntuales o permanentes que permita a los empleados desarrollar nuevas ideas y proyectos que aporten valor. Nuevas entornos, nuevas formas de trabajo, aporta bienestar, genera un espacio agradable donde el talento fluya.
D(esarrollar)
Capacita a ese talento diferencial de los recursos para que salga y brille. Se trata de formación, planes de detección de líderes o competencias que pueden desarrollar y aportar a la organización. Pon en marcha un mapa de talento que te permita identificar a aquellas personas que pueden llegar a ser talento diferencial. Aporta por ejemplo formación específica en aquellas áreas que pueden fomentar su crecimiento: Gestión de Proyectos, Ciberseguridad, Data Science o Dirección y Administración de Empresas.
E(mpoderar)
Promueve que el talento sea reconocido para transformarse en talento diferencial. Cuanto menos pasiva sea la interacción, cuanto más feedback, cuanta más comunicación, cuanta más cohesión, más respuesta positiva. El empoderamiento aporta confianza a la persona y ayuda a que el talento se impulse.
¿Qué quieres que experimenten las personas que hay en tu organización? El talento diferencial va de la mano de un liderazgo que sepa gestionar todo ese abecedario. Hay que saber levantar la mano, tanto cuando hay talento potencial, como cuando hay que buscarlo fuera y saber conectar con lo que lleva dentro.
Si quieres que todo siga igual, no hagas nada. Si quieres talento diferencial, sé diferente con él.
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