Adictos al trabajo, chivatos, ambiciosos, frustrados, envidiados, negativos…
Lo primero que debemos cuidar ante cualquiera de estos posibles perfiles de compañeros de trabajo es que nuestro comportamiento y actitudes no se vean afectadas y cambiemos nuestro propio carácter. No hay que luchar contra estos perfiles, sino hacernos con afinidades de otros compañeros honestos y motivados que nos generen mejores proactividades.
Lo ideal es esquivarles e ignorarlos pues suelen caer por su propio peso, pero todos conocemos el término temido del «mobing». Sólo si detectamos una impotencia, incapacidad de control sobre nuestros sentimientos o incluso signos de salud afectada por el día a día, sólo entonces pondremos nuestras inquietudes en conocimiento de Recursos Humanos, nunca de otros compañeros o jefes. Es clave tener nuestros propios objetivos, conocer y repetirnos nuestras balanzas y potenciales. Ningún trabajo será perfecto pero debemos asignar nuestras fuerzas al propio desarrollo personal y profesional, creando nuestras oportunidades.
¿Cuándo seremos realmente fuertes ante los perfiles tóxicos?
Cuando consigamos que no nos afecten ni los insultos o menosprecios, crítica o halagos y alabanzas, sea cual sea nuestra posición. Nunca cambies tu iniciativa original, atrévete a fallar, no escuches los miedos ajenos. No tratemos de superar nuestros propios límites para superar a nadie, busquemos nuestro propio techo desde las fortalezas individuales.
Hay auténticos especialistas en el arte de contagiar desde la negatividad hasta exceso de positivismo, desde la servicialidad al servilismo, desde los prejuicios hasta el chismorreo. Ser diferentes será la riqueza de un equipo, pero no esperes a sentir un pie en tu garganta para hablar de tus dudas sobre otros compañeros, no es una traición. Es una lealtad real a ti mismo y a la empresa. Siempre por los caminos y protocolos correctos y a través de las personas que corresponda. Enfocar estos temas de este el deseo solucionador y no desde la queja o amenaza.
No vamos al trabajo a hacer amigos, pero es el entorno donde pasaremos más horas cada día, y serán las personas que más tiempo comparten en nuestra vida. Es importante luchar por un buen ambiente laboral.
Cualquier conflicto tiene solución por grave que parezca, sobre todo si logramos prevenir o atajarlos antes de convertirse en denuncias y situaciones más urgentes.
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