Relaciones tóxicas, lo contrario a relaciones lucrativas
CONFIANZA, es la estrategia única y válida para generar y practicar las relaciones lucrativas.
No hablamos de “tráfico de influencias” tan de moda y en apariencia, con una etimología negativa adscrita a estos términos, donde lucrativo siempre lleva implícito un aprovechamiento de alguien para ganar más.
Las relaciones siempre deben ser lucrativas, incluso cuando pensemos en una simple amistad o afecto, tanto escuchar que no debemos dejar que las personas que no nos aportan deben ser excluidas de nuestros círculos más cercanos, y niveles emocionales donde recibamos sin perder.
En entornos de jurisdicción, el término LUCRATIVO implica “gratuito” es decir beneficios sin contrapartidas, ni sacrificios a cambio, algo así como el amor…. dar sin tener que recibir.
Pero los romanos sí diferenciaban entre gratis y lucrarse, siendo el primero una simple mejora en las ventajas y el segundo una suma directa definitiva.
Entonces hoy en día, cuando pensemos en relaciones de cualquier tipo, máxime si estuviéramos enfrente de un escenario laboral, siempre debemos tener en cuenta el camino de la no necesaria negociación, es decir mirar más allá de lo que recibimos o damos, y no tratar de conseguir siempre algo más. A veces menos es más.
Será productivo buscar las ventajas de cada relación en cuanto a la parte de “gratuidad” que llevan implícitas, para saber si de verdad son interesantes o fructíferas, si nos interesa alguien o algún proyecto no sólo por la parte de beneficios, sino la LUCRATIVIDAD real que puede ser de muchas formas recibida. Cuesta apartar el VALOR-PRECIO, pero hay muchos valores añadidos más allá del económico.
Un valor muy lucrativo es la fidelidad, no sólo el poder y alcance de las relaciones. El saberse en confianza de hacer o decir, de plantear ideas o temores, sabiendo que el retorno será de algo que nos sumará y no restará. Recibir luz, transparencia, sinceridad, puede ser mucho más lucrativo a la larga que beneficios altos instantáneos.
Ya estamos al tanto del trabajo a nivel de cargos ejecutivos en el cultivo de la espiritualidad.
Afortunadamente cada vez más vemos y sentimos el interés por valorar a las personas más allá de su precio-valor, el auge de la estimación del TALENTO sería una primera prueba de ello.
Queda mucho camino, pero se van dando pasitos por la sociedad en la búsqueda de las relaciones reales. Las redes sociales, cada vez ponen más filtros, siendo una tapadera perfecta no es fácil camuflarse y cuanto más conectados, más descubiertos estamos, más posibilidades de encontrar las relaciones lucrativas deseadas y necesarias.
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