La noche de Halloween ya está aquí. Y aunque parezca mentira, todo evento y uno como este, es un gran espejo en el que Recursos Humanos puede mirarse y seguir aprendiendo. Cualquier organización puede ir abriendo los ojos, porque más allá de disfrazarnos, el susto nos lo vamos a pegar si no entendemos cómo debemos trabajar nuestra cultura y cómo nos relacionamos.
Lecciones de Halloween para RRHH
Halloween es sello de otoño, de cambio de temporada y sirve para mirar atrás y darnos cuenta de qué tal ha ido esta parte del año y prepararnos para una etapa que suele ser más dura. El invierno se presenta difícil y debemos más que nunca buscar recursos donde sea para ser más efectivos.
Protegernos de los malos espíritus
En Halloween se utilizan símbolos que pretender protegernos, repeler a los malos espíritus que se supone que estos días visitan a todos los que seguimos vivos. ¿Están todos los vivos, vivos de verdad? Estamos rodeados de algunos que no lo parece, más bien zombies, personas que parecen estar arrastrando sus pies por este mundo sin pisarlo a conciencia.
Cuando en Recursos Humanos nos encontramos con un zombie, debemos protegernos para no contaminarnos. Es fácil caer en sus trampas y hay que tener mucho cuidado, porque no parecen zombies. Son como nosotros y están bien infiltrados, así que hay que tener claro cómo son para detectarlos y poder mantenernos a salvo.
Para poder protegernos debemos recurrir a las habilidades sociales, a la empatía y la Inteligencia Emocional, esas competencias trasnversales que en Recursos Humanos deben ser como el oxígeno para respirar.
Truco o trato
Si en Halloween jugamos a “trick or treat” (original) o “truco o trato”, debemos adaptarlo para RRHH. Míralo así: los empleados son los niños, que se han disfrazado, se lo han currado, y algunos mucho y están ahí con su cestita… Tú, RRHH eres el que ha abierto la puerta y los tiene ahí delante. Solo queda darles eso que tanto esperan: los caramelos. Y en la organización eso se llama reconocimiento.
Los equipos funcionan a base de equilibrio. Me lo curro, pero a cambio de algo que yo también quiero. El compromiso aparece cuando las personas se sienten a gusto donde hacen aquello que saben hacer bien. ¿Cómo crees que se siente ese niño que va con nuevo disfraz si al llegar ante ti con su cesta, le cierras la puerta en las narices? Así es como se sienten muchas veces los empleados. Cuidemos y valoremos su esfuerzo. Por eso normalmente aceptamos el “trato” antes que el truco.
Mejor juntos
Se trata de pasarlo bien y disfrutar. No hay organización sin equipos. Halloween nos muestra a los niños juntos en las puertas de casa pidiendo los caramelos. El resultado se comparte y se disfruta mejor con los amigos.
En RRHH hay que copiar el mensaje para comprender que un proyecto siempre resulta mejor cuando el equipo está cohesionado. Y eso nunca va a suceder sino hay disfrute. Para que las personas puedan estar en ese estado de Flow y perder la noción del tiempo, como harían cuando están entre amigos, tienen que estar haciendo algo que les apasiona. Haz que juntos encuentren las nuevas ideas, que innoven, que se equivoquen y que se aporten, juntos.
La fiesta empieza mucho antes
El momento en el que estamos ante la puerta de alguien para pedir los ansiados caramelos es como el momento estrella, pero esto ha empezado mucho antes. Cuando hemos decidido cuál era el disfraz que vamos a llevar este año. Hemos ido saboreando todo el proceso, decidiendo cómo va a ser, qué vamos a escoger para ponernos, si va a ser un disfraz de grupo con los amigos. Decidido cómo nos íbamos a maquillar, qué íbamos a necesitar para el gran día. Y hemos comprado lo necesario para que fuera perfecto.
Un proceso de On Boarding es igual. Nunca empieza el día de incorporación de la persona. Se prepara mucho antes y si algo debemos aprender en Recursos Humanos de Halloween es a preparar una buena fiesta. Dar la bienvenida a alguien nuevo, no es cosa de improvisación y todo debe ser preparado con el mimo y dedicación que merece, para que ese momento estrella no sea algo que acabe por hacerle sentir que se ha equivocado llamando a esa puerta.
Las mejores calabazas
Para tener la mejor fiesta de Halloween hay que encontrar las calabazas más grandes, más naranjas y las que nos permitan hacer las mejores caras terroríficas. Si RRRH quiere la mejor plantilla, debemos dar con el mejor talento. Y ese, no se encuentra en el último momento cuando ya todo el mundo ha salido a “pelearse” por atraer a los mejores.
Se trata de ver qué tipo de cultura tenemos, y entender aquel talento que conecta con nosotros y diseñar la mejor estrategia para hacer que quiera venir con nosotros. El que sale a por la calabaza el día de antes, posiblemente tenga que aceptar que hay que quedarse con lo que hay.
Después esas calabazas nos van a permitir tener una fiesta en la que cuidamos los detalles y le decimos al mundo qué valoramos y qué nos importa. De manera que trabajamos nuestro Employer Branding porque no nos quedamos a las puertas de lo que es Recursos Humanos, sino que trabajaremos para cuidar a los empleados durante todo el tiempo que estemos juntos.
Halloween es un día, pero empieza antes y perdura en el recuerdo. En Recursos Humanos debemos aprender que las personas son el centro de nuestro trabajo y hay que pensar en ellas desde el mismo instante en que iniciamos contacto con cada uno de ellos. Las relaciones son la esencia de que lo que hagamos tenga más o menos éxito.
¿Vas a celebrar Halloween? ¿Ya lo tienes todo preparado o vas a tener que improvisar?
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