Ante esta nueva realidad que no parece quedarse quieta, capacidad de adaptación. Con tantos cambios, vemos como el Director de Recursos Humanos, ha de desarrollar nuevos roles y funciones para garantizar la conexión con la organización. Las necesidades y los entornos requieren que este perfil esté atento a nuevos factores determinantes.
De la gestión a la estrategia
Hay cosas que no cambian, el Director de Recursos Humanos sigue gestionando personas, tratando de desarrollar el talento de la organización y atrayendo al que es necesario. Pero la crisis que nos ha hecho vivir el coronavirus hace más importante que nunca, la necesidad de generar unos cambios trascendentales. Estamos en el camino de dejar de ser un área de gestión para ser un departamento estratégico.
Los nuevos roles del Director de Recursos Humanos nos muestran un perfil mucho más estratégico, más visionario y con una capacidad de agilidad y colaboración enfocada a las personas. Se trata alguien que se enfoca en la innovación, la transformación digital para conseguir los resultados, pero con un liderazgo mucho más integrador. Alguien que tiene claro cuáles son los valores del equipo y es un ejemplo.
Estos son algunos de los focos en los que debe prestar más atención el nuevo Director de personas.
El cambio es un acompañante más
El Director de Recursos Humanos hoy ya sabe que o vive con el cambio como compañero o pierde la batalla. Es cuestión de entender que no podemos sentarnos y ver cómo pasa todo. Hay que levantarse, escuchar el entorno, situación y personas. Debemos ser muy activos en la toma de decisiones para integrar precisamente a ese cambio que nos hace salir de la comodidad.
El factor emocional
Recursos Humanos tiene en sus 2 palabras, una clave. Y no son los recursos que tenemos. Somos personas, y el pilar fundamental de una organización son todos esos humanos que habitan dentro de ella.
Las crisis como la que aún estamos viviendo, ha provocado que todos nos veamos muy afectados. Eso no es algo que podamos quitarnos y ponernos al ir a trabajar. Y en las empresas, el Director de Recursos Humanos tiene una oportunidad de mirar a sus equipos con la capacidad de la empatía y la cercanía. Hablar de emociones en el entorno profesional, no ha sido fácil, pero debemos aceptar que forma parte de nosotros y que debemos aprender a gestionarlas para ser mejores profesionales, mejores personas.
Herramientas para empleados
Evaluar a los empleados para conocer su talento y su potencial de manera más habitual, nos aportará una visión mucho más real de qué existe dentro de la compañía. Hay que fomentar el crecimiento, la formación y el desarrollo del equipo (upskilling y reskilling). Las soft skills son más que nunca imprescindibles, porque es necesario tener empatía, resiliencia, tener capacidad de adaptación y poder gestionar de la mejor manera el cambio, el tiempo y los posibles conflictos.
El trio de la salida de la crisis
El CEO, el Director Financiero y el Director de Recursos Humanos tienen que luchar para salvar la situación. Se trata de tomar decisiones que afectan al negocio y a las personas. Y por lo tanto, hay que estar en la posición de quien tiene una visión absolutamente global y entiende quiénes forman esta organización.
A pesar de tener organigramas donde la decisión recae en lo más alto, no se van a poder tomar sin contar con el que gestiona a las personas.
Aliado de las tecnologías
El teletrabajo está luchando para demostrar que no ha sido cosa de unos meses. Que esto no era un experimento. Ha llegado y va a quedarse. El Director de Recursos Humanos lo sabe y por eso debe ejercer una postura de mediación entre la organización y todo el equipo para integrar ambas necesidades y que se generen entornos que aporten bienestar y productividad.
La tecnología es la herramienta, pero sin una mentalidad que nos ayude, estamos perdidos. Por eso es tan importante que haya unos equipos de trabajo que funcionen con la mentalidad de colaboración, de confianza y equipo en remoto.
La persona en el centro
A base de repetirlo, el Director de Recursos Humanos debe hacer entender a toda la organización que, de verdad, la persona ha de estar en el centro, o seguiremos cometiendo errores. Si no hay profesionales sin las personas, si no hay personas sin la salud, ésta debe ser cuidada. Es complicado porque aun no nos sentimos seguros, pero debemos garantizar que los entornos de trabajo cumplan con las recomendaciones y normativas. Hay que trabajar para tener espacios donde las personas puedan trabajar con seguridad y bienestar.
La clave es entender que lo que estamos haciendo no es solo para adaptarnos a esta nueva situación. Lo importante es que hay que estar preparados para estos cambios de los que no paramos de hablar. Hoy estamos así, pero quizás en unas semanas volvemos a tener dificultades para trabajar como teníamos sabido. Así que tendremos que estar preparados y poder cambiar cuando sea de nuevo necesario. El nuevo Director de Recursos Humanos tiene en esta época la oportunidad de poder evolucionar y avanzar hacia una posición que aúne estrategia y experiencia de las personas.
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