Cuando nos disponemos a publicar una oferta de trabajo, debes ofrecer cierta información que no parecen tener en cuenta todos los departamentos de Recursos Humanos. Ponerse a buscar talento no es lo mismo que tener claro qué debemos encontrar. Por eso entran varios factores, y aunque creas que se trata de dar “voces”, hay cosas que debes conocer para poder ir al foco de lo que quieres.
¿Qué es una oferta de trabajo?
Sí, lo sé, parece una pregunta de Perogrullo. Y posiblemente respondas que sirve para encontrar al candidato. Sí, de acuerdo, pero en realidad, la pregunta clave debería ser: ¿necesitas un candidato o necesitas AL candidato más adecuado para ti? Seguro que ya sabías que la pregunta clave es esta segunda. Pero entonces, ¿qué necesitas para llegar hasta ese candidato más adecuado? Y ya nos vamos acercando al meollo de todo.
Una oferta de trabajo es una herramienta que puede ayudarte a dar voz a tus necesidades. Necesidades para encontrar a la persona que pueda cubrir el vacío de talento que requieres en tu organización. Porque se trata de eso. La organización tiene unos objetivos y hay que hacer una serie de cosas para lograrlo. Pero solo no puedes, así que necesitas a personas en tu equipo. Para encontrar a esas personas, debes empezar a olvidarte de eso de “necesito un experto en Marketing”. La oferta de trabajo debe acercarte a la persona más adecuada, y como ya debes estar deduciendo, esto va de conectar. Así que, con pedir y pedir, no vamos a encontrarlo.
Oferta de trabajo que no atrae
Hay varias razones por las que tu oferta de trabajo no está atrayendo a la persona idónea. Desde luego todo está relacionado con el Employer Branding que tenga tu organización. Esa imagen que tiene la compañía como lugar atractivo o no para ir a trabajar. Aunque creas que no tiene nada que ver, es importante que empieces a trabajar la coherencia, porque no puedes decir una cosa si en realidad haces otra.
Esto tiene que ver con lo que sois como empresa y lo que cuentas en la oferta de trabajo. Por lo tanto, no se trata tanto de ponerse guapos para la foto, sino de serlo de verdad. Y cuando digo ser guapos, significa ser auténticos y de verdad. No importa lo que creas que va a petarlo, se trata de que seáis vosotros mismos, porque la gente se harta de ver luces de neón que luego se apagan con la rapidez de una vela con el viento.
Un 68% de los candidatos no se apuntarán a tu oferta si no cuidas tu Marca Empleadora. Valora el dato, es mucha gente y probablemente ahí esté el candidato que te gustaría tener. Casi el 40% no se apuntará porque no ven el nombre de la organización para que la trabajarían. Y esto sigue relacionado con la verdad y sobre todo con la transparencia. Si no cuentas sobre ti, ¿cómo vas a atraer al que se lo tome en serio? Por supuesto, no indicar el salario es otro de los motivos, por los que mucha gente no se apunta. Parece una tontería, pero ¿por qué nos hemos acostumbrado a aceptar que ese dato no es determinante? La persona lo necesitará tarde o temprano para decidir. Así que no pierdas el tiempo ni se lo hagas perder a los que puedan estar interesados.
Qué debo poner en una oferta de trabajo
En definitiva, para dar con ese candidato que realmente puede encajar, necesitas una oferta de trabajo que cuente muy bien 2 cosas: quién eres y qué necesitas, y que pida 3 más: unas competencias técnicas, unas soft skills y alguien que conecte con vosotros.
Nosotros
Esta es la parte en la que debes saber quién eres y qué necesitas. Y para eso, has de conocerte bien. La organización debe ser como tú mismo, como tu familia, debes haber hecho ese trabajo que no suele hacerse, porque no parece importante. Pero, es clave que para conectar con alguien entiendas que debes conectar primero contigo, y eso no sucederá hasta que hagas un camino interno hasta conocer bien las raíces de todo.
Se trata de identificar el propósito, los valores y entender de forma rápida y fácilmente comunicable, cómo es vuestra cultura. La cultura de una empresa es como la personalidad de alguien. Es la esencia de cómo es, y eso afecta a las relaciones, por lo tanto, determinará si conectamos o no con los demás. Cuanto antes puedas identificar vuestra forma de ser, antes sabrás con quien conectas mejor y con eso, antes sabrás cómo sería vuestro candidato ideal.
La oferta de trabajo
Una vez sabemos quiénes somos, ya podemos contarlo. Indica en la oferta de trabajo cómo sería trabajar ahí. Cuenta qué os define, qué os une al equipo y os vincula al propósito de la organización. Transmite qué es importante para vosotros y cómo podría llegar a sentirse el que se incorporara. No se trata de decir que sois la mejor empresa para trabajar, (eso no existe, porque solo hay empresas con las que conectamos o no). La idea es poder compartir lo que sois, de manera que los que se identifiquen y les guste lo que leen, quieran formar parte del equipo y apliquen.
Utiliza un título real, no pongas que buscáis algo solo porque suena muy bien y está de moda, cuando en realidad se trata de algo distinto. Pónselo fácil al que te está leyendo. Atraer significa brillar de forma natural, no haciendo trucos de magia.
Traslada las necesidades reales, es decir no se trata de que digas lo que quieres cubrir, sino que hay que dar la oportunidad al talento que hay ahí fuera de identificar de qué manera pueden aportaros valor. Cuenta qué necesitas de forma sencilla, qué es lo que requieres para que ese posible candidato no se quede solo con el nombre, sino que vea qué podría llegar a hacer.
Añade el salario, o por lo menos una franja orientativa. Pero este dato es básico para que tu oferta de trabajo gane valor y la tengan mucho más en cuenta que otras que no lo tiene. Si crees que tú tienes la sartén por el mango y que, ocultando ese dato, vas a atraer a todo el mundo y luego tú vas soltando la información, vas a perder a muchos buenos candidatos. Candidatos que quizás te encajan, pero no se sienten tan desesperados como para aplicar a una oferta de trabajo que no les ofrece ese dato tan decisivo.
El candidato ideal
Es imprescindible que además de conoceros, sepáis quién sería vuestro candidato ideal. Eso ayuda a saber cómo es, dónde suele moverse, es decir a través de qué canales y por tanto, sabríamos dónde tenemos más opciones de encontrarlo. Llevar a cabo el ejercicio del Candidate Persona os ayudará a dar con la persona.
Se trata de una herramienta que define al candidato tipo, con el debéis dar y que conectará mejor. Es una especie de ficha donde investigáis previamente para recopilar información. Estos datos nos dejan ver una especie de foto de cómo podría ser. La idea es poder imaginarnos a ese candidato y diseñar una oferta de trabajo como si le estuviéramos hablando directamente.
Competencias técnicas
Debes explicar bien cuáles aquellas habilidades que se requieren para el puesto y también el nivel de conocimiento, para que la persona que está frente a la oferta de trabajo decida si puede o no optar.
Soft Skills
Las grandes abandonadas en una oferta de trabajo. Valora realmente cómo quieres que sea la persona. Es decir, si las competencias técnicas nos hablan del profesional, las soft skills deben acercarnos a la persona. Y ahí vas a encontrar muchas habilidades que nada tienen que ver con el rol profesional, ya que se adquieren y desarrollan en la vida personal, interactuando con otras personas. Valora qué necesitas más allá del rol y esa persona te aportará mucho más valor. De esta manera ya estás enfocándote mucho más a la persona idónea.
Conexión
Este es el nivel en el que solo el que haya valorado bastante el hecho de trabajar con vosotros podrá compartir. Es decir, se trata de que podáis identificar a aquellas personas que no solo cubren el expediente, sino que lo superan porque han entendido que conectan con vosotros.
Como ves, publicar una oferta de trabajo no es dar voces de una vacante a cubrir. Hay que entender bien quiénes sois, qué necesitáis y sobre todo, a quién realmente consideráis vuestro candidato estrella.
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