Cuando compras el pan. O cuando das una ponencia ofreciendo formación. También cuando atiendes al que te trae la compra. Nos relacionamos allá donde vamos. Y aunque no lo creas, todo impacta, en menor o mayor grado. Absolutamente todo lo que haces impacta en alguien. En las organizaciones se dan diferentes tipos de relaciones. Da igual si trabajas en una multinacional, una pyme o eres freelance. El caso es que tienes stakeholders. Si, lo sé, otra palabreja. Ahora verás que tengo razón.
¿Qué es un stakeholder?
A mí me suena a película de guerra… será que soy una cinéfila empedernida y a todo le busco el símil en una de esas historias. Y quizás, podemos compararlo a lo que en una película, como en toda organización, encontraremos.
La palabra que nos llega del inglés, no tiene una traducción directa a nuestro idioma, pero puedes entenderla como toda aquella persona que tiene interés o participa directa o indirectamente en la empresa. Y como no estás solo, ahora seguro que detectas stakeholders por todas partes. Actores, director, productores, guionista, ayudantes, el que pone pasta y el que va a ver la peli… todos participan de alguna manera. Ahora piensa en una empresa. Si gestionas proyectos, sabrás que hay que tener una visión transversal de la compañía.
El concepto está cogiendo cada vez más relevancia y de ahí que sea el protagonista de este post. Si antes las relaciones eran más bidireccionales y se otorgaba más importancia a las comerciales, hoy hemos de mirar a la organización con una visión mucho más transversal. Por eso esas mismas relaciones se transforman en un entorno más complejo de analizar. Pero hazme caso, ahora es cuando más fruto sacamos de todo eso. Las relaciones han existido siempre, pero no hemos podido o querido ver todo el fruto que podíamos exprimir de ellas.
En las áreas de Recursos Humanos vivimos muchos procesos de cambio y eso hay que saber gestionarlo. De hecho, muchas de las responsabilidades del área de personas van ligadas a la gestión del cambio.
¿De qué depende el impacto de los stakeholders?
Los stakeholders impactan en el funcionamiento de la compañía. ¿En qué medida lo hacen? Pues depende de dos factores:
Grado de relación
No es lo mismo la relación que existe con un proveedor o entre dos personas de diferentes departamentos que colaboran en un mismo proyecto. Igual que en la realización de una película, no es lo mismo la relación que existe entre el que escribe la historia con el actor que con el que hace la campaña de publicidad para el estreno.
Grado de implicación
La implicación de una persona en un proyecto depende mucho de qué relación existe. Tras eso, se define el grado de implicación. No es lo mismo una persona que participa en un proyecto, que un cliente que esporádicamente viene a las oficinas. Igualmente en nuestro símil cinematográfico, no será la misma implicación la que tiene el director que la persona que se dedica a buscar exteriores.
Detectar claramente estos factores te ayudará a identificarlos y conocerles mejor. Eso te permitirá minimizar cualquier impacto que no sea el esperado a lo largo del proceso. No hacerlo, te puede disparar las alarmas en cualquier momento, porque no has previsto que uno de ellos podría querer más de lo que creías o que no iba a participar en el grado que esperabas. El resultado puede sorprenderte. Si el director de la película no conoce bien a todos sus stakeholders, puede tener problemas: desde con los que esperan un gran impacto en taquilla por el dinero que han invertido, hasta la actriz que cree ser la estrella y no entiende por qué no tiene más escenas.
Las 3 C’s para mejorar nuestra relación con los stakeholders
Comunicación
Una transparente comunicación permite que el diálogo se mantenga y podamos conocer en todo momento, las necesidades e intereses de los que forman parte del proceso. Elimina los vacíos de información y muestra a cada parte todo aquello que sea importante para evitar dudas o resquicios que lleven a malos entendidos.
Compromiso
Si no recibes el suficiente compromiso y tú no lo puedes ofrecer, tienes un gran problema. La base de que un proyecto sea exitoso es que haya una gran dosis de compromiso. Evidentemente cada actor tendrá su nivel de participación y no puedes pedir a todos lo mismo, pero en ese equilibrio, es donde obtendrás el éxito, porque con las buenas sinergias, tenemos el mejor resultado.
Confianza
Gánate la confianza de tus stakeholders. Si te comprometes y comunicas, la consecuencia lleva a la confianza. Las relaciones más sanas la llevan de serie, sino no funcionan. Este punto es esencial para que el proyecto avance. A la vez, has de confiar en ellos. El proceso fluye si ella está presente, de lo contrario, se estancará y no se avanzará.
Piensa que se trata de cómo hacemos que un proyecto salga adelante de la mejor manera. Para ellos hemos de contar con no quedarnos en la línea de lo mínimamente establecido. Lo que va a dar el mejor impacto positivo es el aporte de valor que cada stakeholder en su grado ofrezca. De esa manera se entiende como objetivo común. Como te decía al inicio, no puedes pensar en las relaciones bidireccionales como las únicas. El proceso tiene que ser visto igual, es decir, has de entender los problemas que surjan no como algo aislado, hay que enfrentarse desde distintos frentes y hay que tener un buen enlazado para que se pueda enfocar de la mejora manera.
Por tanto has de ver desde el área de RRHH, que todo nuestro trabajo impacta en todos esos stakeholders y comprenderlo desde un prisma que integra, es la solución para un exitoso liderazgo en las organizaciones.
La película se está rodando, ¿has identificado a tus stakeholders? ¿tienes claro qué papel juega cada uno de ellos en el proceso? ¿vas a poner las 3 C’s para que sea un éxito de taquilla y sea recordada como un gran proyecto?
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Muy interesante
Alberto, profesor universidad Carlos 3 de madrid
Muchas gracias Alberto, me alegro de te haya gustado!