Innovación abierta en las organizaciones: de la jerarquía a la redarquía

Los cambios que Recursos Humanos está viviendo, van mucho más allá de implantar nuevas metodologías. Aparecen con la innovación, fórmulas que vale la pena tener en cuenta. Conocemos la jerarquía, pero ha irrumpido la redarquía. Una novedosa forma de organizar la empresa que nos muestra una revolucionaria manera de gestión.

Nuevos entornos en las organizaciones

Las organizaciones están ante una necesidad  y muchas de ellas no son ni siquiera conscientes. El desafío aparece cuando hay que alinear a la empresa con nuevos entornos y seguir siendo competitivas. Éste es cambiante y por lo tanto hay que estar atentos para adaptarnos y seguir estando arriba o la empresa morirá. Nos encontramos con diseños organizativos que permiten conjugar con los existentes para poder ser más flexibles. Estamos viendo constantes cambios en las formas con el smart working y los nuevos perfiles y roles profesionales.

La innovación aparece en cualquier área de la organización y el diseñ Hay o organizacional es un punto complejo para analizar dentro ya que implica que se tomen riesgos y se hable de transformaciones realmente importantes. La falta de control del poder, el liderazgo, la cultura, son factores que dificultan la aceptación de los cambios tanto por parte de la directiva como de los empleados.

El sistema conocido: la jerarquía

La jerarquía es el modelo de organización más conocido, y es necesaria que se mantenga, pero debemos tener la mente abierta para poder instalar en la organización alternativas que nos permitan formar parte de esa innovación abierta. Tenemos problemas a la hora de dar respuestas ágiles y en ocasiones el organigrama establecido y la conocida jerarquía no ayudan y se crea un bloqueo.

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La jerarquía está basada en datos, métricas, planificación para obtener mediante lo que ya conocemos, resultados esperados. Bien diseñada y encajada en la cultura, ayuda a conseguir los objetivos definidos, enfocada en las personas que están conectadas con su función. Es un modelo impuesto que cae de arriba abajo, unidireccional y que hace caer la información de arriba abajo, como en cascada, haciendo uso del poder si es necesario por parte del que está arriba.

Este sistema tiene su base en el hecho de que unos pocos piensan qué hay que hacer, y unos muchos ejecutan. De ahí que se cumplan los planes tal y como se espera, se ha establecido y se consiga lo deseado por parte de los empleados. Es una gestión por control.

Alternativa innovadora: redarquía

Se trata de un nuevo modelo organizativo basado en la colaboración y en las nuevas tecnologías. Personas que trabajan en conjunto de forma abierta y sin los organigramas que conocemos. Tiene su origen en los desarrolladores de software libre que se gestionaban sin la famosa jerarquía de forma exitosa, y su base tal y como el nombre nos indica, es la red. El concepto ha sido definido por José Cabrera

El flujo de la información no transcurre de arriba abajo y funciona como un tejido enlazado de personas que se basan en la confianza y la transparencia. Se colabora y se trabaja de igual manera, con la misma implicación y aportando valor e ideas. De ahí que la relación entre las personas en la redarquía, sea multidireccional, todos pueden aportar y decidir. Se distribuyen las tareas y se aprovecha el talento de todos los miembros en un mundo interconectado.

Sus bases son la colaboración, la innovación y la autogestión y trata de obtener resultados mejores a través de la colaboración de las personas. Es una gestión por contexto. Busca la flexibilidad para adelantarse a las nuevas oportunidades y lo que pueda venir. Y más allá del “ordeno y mando”, pretende llegar a través de la influencia.

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La redarquía aparece para permitir la participación y la comunicación en entornos colaborativos. De esta manera ganamos en mejorar las relaciones y conectamos mucho más no solo entre nosotros, sino con los objetivos. Se crea lo que llamamos la inteligencia colectiva. Cuando existe una red, podemos ser creativos, innovadores y aportar nuevas ideas que de otra manera no hubieran surgido. Esto facilita además que se cuestione lo establecido, de manera que se pueden pensar nuevas formas, pudiendo así adaptarnos mejor y escuchar mejor las necesidades de toda la organización al pensar globalmente.

El reto de la innovación abierta: organizaciones duales

No es fácil implantar la redarquía en una organización que presume de jerarquía. Todas las transformaciones son complejas y mucho más ésta, ya que pretendemos que la parte directiva entienda y acepte que la fórmula de trabajo cambia radicalmente. Debe ser una aceptación de una integración como fórmula dual.

De ahí que se puedan mantener ambos diseños integrados, pero debemos permitir que ambas coexistan. Un ritmo diseñado frente a un activador de la innovación. Hay que escuchar, aprender y tratar de plantear los problemas de la organización de manera que se pueda aplicar la redarquía para ir integrándola. Fomentar entornos colaborativos y formar un equipo que crea en el nuevo sistema, que alineados con la estrategia den forma a la nueva redarquía.

Esto ha de ir acompañado de un liderazgo sea igualmente colaborativo, todos son responsables y no sirve tanto el rol, sino como nuestra colaboración y en lo que aportemos junto con la autoconfianza y la capacidad de decidir. El objetivo es alinear el resultado a la estrategia de la organización y aportar de alguna manera, valor a la compañía.

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De ahí el éxito de las empresas que pueden tener esa dualidad. Ambas estructuras permiten obtener los objetivos buscados pero que además se gestiona de manera ágil y atendiendo rápidamente a las emergentes necesidades. Ser capaces de trabajar entre las dos, permite estar alerta de nuevos enfoques de negocio y adelantarse a otras organizaciones.

Equilibrar lo que tenemos con lo que viene, es lo más inteligente. Y por eso aparece la redarquía como elemento para facilitar ese engranaje. La redarquía está al lado de la creatividad, la innovación y las organizaciones líquidas.

¿Cómo aplicar en la organización la redarquía?

Debemos empezar a cuestionar nuestro actual sistema. Ver las redes como un valor para la comunicación con nuestro entorno. Observar y trasladar a nuestra organización aquellas prácticas que vemos en otras empresas que están funcionando en áreas de transformación digital. Analizar cuál es nuestra situación y ver qué consecuencias podrían tener los cambios que pudiéramos implantar. Tenemos que conocer al equipo y saber a quiénes vamos a tener que ayudar más para que el proceso no sea tan complejo. La comunicación es clave en todos los procesos y debemos cuidarla.

¿Vamos a seguir únicamente con la jerarquía o nos apuntamos a ser una organización dual con redarquía?

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Especialista en Employer Branding y asesora de Gestión del Talento en las empresas. Apasionada de la comunicación, las personas y cómo potenciar sus habilidades. Su objetivo es conectar a las personas en su entorno de trabajo.

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