Formarse siempre ha sido una de las mejores inversiones que podemos hacer a la hora de conseguir un buen trabajo. En épocas de crisis, esta máxima toma especial importancia y se convierte casi en un imprescindible para acceder al mercado laboral.
Son muchos los estudiantes que se plantean qué hacer una vez terminada la carrera y son muchos, también, los que optan por continuar sus estudios cursando un máster.
Si bien los estudios de postgrado no garantizan un trabajo, los datos apuntan a que más de la mitad de las empresas consultadas valoran positivamente la inclusión de un máster en el currículum.
Ventajas de estudiar un máster
Como hemos comentado, cursar estudios de máster o postgrado aumenta significativamente las posibilidades de conseguir un trabajo. Pero además, algo importante a tener en cuenta es que poseer un título de máster no solo ayuda a entrar en el mercado laboral, sino que hace que las condiciones del trabajo sean notablemente mejores que las de una persona con estudios más básicos.
Según los datos, en España, estar en posesión de este título, mejora el salario en un 51%; el sueldo medio de una persona con estudios de máster o postgrado ronda los 24.821€, mientras que el de alguien con estudios básicos está en los 11.964€.
Otro de los beneficios que supone cursar un máster es el hecho de que, cada vez más, los trabajos requieren de una especialización y de una formación casi constante. El avance de las tecnologías, así como de la investigación y la sociedad en general, hace que el profesional tenga que indagar continuamente sobre nuevas maneras de hacer su trabajo.
Definitivamente, los tiempos en los que una persona terminaba la carrera y empezaba a trabajar en el que sería su puesto de por vida, han pasado. Los nuevos puestos de trabajo requieren personas en constante formación y especializadas en áreas concretas.
Dificultades de estudiar un máster
Las ventajas de poseer este tipo de estudios son innegables. Sin embargo, estudiar un máster supone un desembolso importante, tanto de tiempo como de dinero y puede llegar a echar para atrás a más de uno.
Antes de lanzarse a la piscina formativa es importante tener en cuenta todos los factores que influirán en esta decisión.
Una vez elegidos los estudios que se quieren realizar, hay que pensar en el factor económico. No se trata únicamente de lo que cuesta la matrícula del máster, hay muchos otros factores a revisar; por ejemplo, los materiales que se necesitarán para realizarlo, bien sea porque hay que adquirir un ordenador nuevo o porque se tendrán que usar elementos determinados; también hay que fijarse en el precio del transporte, comidas y alojamiento, si fuera necesario.
En cuanto al factor tiempo, si se está trabajando, hay que contabilizar las horas que se emplearán en hacer el máster, no solo las de clase, sino las necesarias para estudiar o realizar trabajos.
Precios de los máster
Cuando hablamos de estudios de máster, los precios varían significativamente, así como también ocurre con las diferentes universidades. Las públicas son más económicas que las privadas o escuelas de negocios, aunque no siempre ofrecen el tipo de formación que puedes estar buscando.
Puesto que existen maneras de financiar estos estudios, nuestra recomendación es elegir primero qué máster queremos cursar y decidir después la universidad o el centro donde se va a realizar.
Los máster MBA (Master in Bussiness Administration) pueden tener un precio algo más elevado, pero su enfoque hacia la inserción laboral es tan evidente que suponen una inversión casi segura. La mayoría de MBA suele contar con una bolsa de trabajo, infórmate de las empresas con las que colabora para ver si te puede interesar trabajar allí.
Maneras de financiar un máster
Ya hemos comentado anteriormente que existen diferentes maneras de financiar un máster, así que no desesperes si lo que te preocupa es el precio.
En primer lugar, en España existen las becas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. El importe de estas ayudas depende de la situación personal y económica de cada estudiante, y puede incluir el pago de la matrícula o incluso ayudas al transporte o un pequeño sueldo para que el estudiante no tenga que compatibilizar estudios y trabajo. Para optar a este tipo de becas es importante leerse bien todos los requisitos y la documentación a presentar, así como los plazos. Al ser unas ayudas de carácter estatal, no tienen mucha flexibilidad en este sentido.
Si no eres uno de los afortunados que pueden optar a una de las becas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, aún existen diferentes opciones para poder pagar tu máster a plazos.
Algunos bancos ofrecen financiación para cursar estudios de máster o postgrado. Generalmente, las entidades bancarias piden un documento con el que se pueda demostrar la matrícula en los estudios que quieran cursarse y una nómina que actúe como avalista en caso de impago de alguna de las cuotas, o bien la declaración de la renta o de bienes.
La manera de devolver estos créditos suele ser en cómodos plazos, durante un tiempo pactado de antemano. Suelen tener un cierto tipo de interés, por lo que, dependiendo del importe solicitado, se acabará pagando una cantidad u otra.
Si te decides por realizar un máster en una universidad privada o en una escuela de negocios, muchas de ellas tienen su propia línea de para cursar un máster con financiación. Infórmate de los requisitos y condiciones necesarios para solicitarla.
Otra opción a la que recurren las personas que ya están trabajando, pero quieren hacer un máster para mejorar su formación u optar a puestos superiores dentro de la empresa es pedir a la compañía que se haga cargo de una parte de la matrícula. Esta opción no deja de tener sentido, ya que la nueva formación del trabajador repercutirá positivamente en su trabajo dentro del negocio.
Como has podido ver, estudiar un máster mejorará significativamente tus posibilidades laborales y salariales. Si el freno que tenías era el dinero, revisa estas u otras opciones de financiación como las que te proponemos. Tu futuro está en tus manos.
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