Google+, crónica de una muerte anunciada

Pocas cosas se le han resistido a Google desde su creación, pero incluso los gigantes más invencibles tienen su punto débil, como demostró Aquiles, y el talón del gigante norteamericano ha sido Google+. Lo citamos en pasado porque ya se puede hablar de la red social de Google en este tiempo verbal tan poco habitual para la industria tecnológica, que siempre piensa en el futuro, pero ya es una realidad que la herramienta echa el cierre de forma definitiva.

Un fallo de seguridad, el principal culpable

Google+ nunca consiguió calar entre los usuarios de internet afines a las redes sociales -casi todos por otro lado-, y apenas 7 años después Google decide cerrarlo. La puntilla ha sido una publicación del prestigioso The Wall Street Journal en la que aseguraba haber detectado una brecha de seguridad en la red social muy grave, algo que Google ha tenido que reconocer ya que afecta a los datos personales de medio millón de sus usuarios tan comprometedores como la dirección de correo electrónico.

Según Google, eso sí, no están afectados otros todavía más delicados como son los números de teléfono o los mensajes personales. La empresa, que hoy pertenece al conglomerado Alphabet Inc., ha hecho oficial el cierre y ha reconocido el fallo en la seguridad de la misma a través del cauce habitual por el que suele ofrecer declaraciones institucionales: su blog oficial.

Casi 10 meses ha tardado Google en reconocer que la brecha era cierta. Lo ha hecho, siempre en palabras de la propia empresa, después de analizar sus aplicaciones, cuyo resultado permitió detectar dicho error en la programación. Éste, a su vez, es el hueco que ha convertido en vulnerables los datos de 500.000 cuentas. Aunque fue resuelto de inmediato en marzo cuando se detectó y aunque no se hayan descubierto usos maliciosos de estos datos, se trata de un golpe mortal para una aplicación que ya estaba herida de gravedad.

Y es que Google+ estaba herida de gravedad porque, sencillamente, no se utilizaba. De hecho, en el post oficial Google no solo hace referencia a los problemas de seguridad que han afectado a los datos personales de buena parte de sus usuarios que detectó The Wall Street Journal, sino que también menciona el poco uso que los usuarios registrados hacían de la misma. Apenas unos segundos era el tiempo medio de uso de la red social, lo que demuestra la interacción limitada y por lo tanto el absoluto fracaso de la misma. Google ha tardado pero con este comunicado reconoce por fin el fracaso de su política de negocio en torno al ‘social networking’, ya que nunca ha sido capaz de levantar el proyecto Google+. En este caso, los gigantes han sido otros, Facebook especialmente y no ha existido David que pueda con ellos.

El punto débil de Google

Google+ es historia de las redes sociales y un punto negro en la trayectoria casi impecable de Google, que aunque haya decidido cerrar la herramienta va a permitir a sus usuarios durante 10 meses más, hasta finales de agosto, transferir y recabar todos los datos que quieran. Las políticas de permisos y privacidad se verán modificados durante estos meses en los que la red social se irá desmantelando hasta quedar completamente enterrada cuando acabe el plazo de los 10 meses.

Hay que recordar que Google+ no es la primera red social que reconoce problemas muy graves en su seguridad, ya que Facebook tuvo que hacer lo propio hace unos meses, lo que llevó a su máximo responsable, Mark Zuckerberg a tener que declarar en el Congreso norteamericano porque su fallo pudo influir en la campaña política que dio con Donald Trump en la Casa Blanca.

Este caso de Google+ por lo tanto echa más leña a un fuego, el de la seguridad digital, que están intentando sofocar las instituciones con la aprobación de nuevas leyes. Es el caso de la Unión Europea, que en mayo aprobó una nueva legislación que obliga a las empresas a notificar posibles filtraciones en su seguridad en un plazo de 72 horas. En el caso de Google+, ésta se produjo antes de entrar en vigor la ley, por lo que estaba exenta de comunicarlo, pero casos como éste no deberían darse en el futuro en territorio europeo.