En las últimas décadas hemos sufrido como sociedad diferentes momentos donde la economía ha sufrido altibajos. Durante estos periodos de crisis económica podemos ver cómo el empleo se ve altamente afectado, dificultando mucho la entrada en el mercado laboral de jóvenes que buscan su primer empleo o de profesionales en activo que ven truncado su proyecto vital.
Pero esto no ocurre en todos los sectores, dependiendo del tipo de crisis económica algunas profesiones florecen en estas situaciones, ya sea porque aprovecha las nuevas necesidades acontecidas en estos tiempos o simplemente no se ven afectadas por la situación. Como ocurre en el caso del sector tecnológico. En el que nos encontramos que se mantiene en alza en número de contrataciones independientemente de cómo se encuentre la economía.
Los desarrolladores de software, un sector en auge
Seguramente todos hemos percibido en algún momento mientras leemos las noticias o en conversaciones con conocidos el valor y las salidas profesionales que tenemos si nos dedicamos a temas relacionados con el sector tecnológico, en especial a los desarrolladores de aplicaciones. Es tan grande la oferta de empleabilidad que nos encontramos que podemos incluso referirnos a ella, como una de las profesiones con ausencia de desempleo.
También este sector cuenta con otra fuerte ventaja frente a otros, y es que es su adaptabilidad a modalidades como el teletrabajo o el trabajo en remoto ya están contemplados siendo uno de los sectores que ya tienen implantado este sistema como posibilidades de contratación. Al ser muy fácil medir los índices de productividad de los trabajadores y qué ya en su mayoría disponen de sistemas para que el trabajo en remoto no sea un impedimento.
¿Cómo convertirse en desarrollador de software?
Para poder convertiros en desarrolladores existen varias vías, pero todas ellas implican un proceso de formación, ya sea mediante cursos, masters, ingenierías, grados superiores, etc. Pero debemos tener en cuenta varias cosas a la hora de escoger nuestro camino para convertirnos en desarrolladores. Las empresas tienen una gran oferta para estos perfiles, pero siempre es complicado entrar sin tener experiencia previa además de los conocimientos necesarios.
Es por ello, que lo ideal es realizar una formación que nos forme para adquirir todas las competencias necesarias para desenvolvernos en la empresa y que podamos además ponerlos en práctica en una empresa real, enfrentándonos a sus procesos productivos. Por lo que es necesario o ideal que la formación que cursemos tenga un periodo de prácticas que nos introduzcan en el mercado laboral.
Una de estas opciones son los Grados Superiores de DAM o DAW (Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma o Desarrollo de Aplicaciones Web). Se trata de una formación de dos años donde se incluyen tres meses de prácticas, que según el centro donde los curses serán empresas de alto nivel y con grandes posibilidades de contratación al terminar tus estudios.
Si cursamos cualquiera de estos dos Grados Superiores podremos adquirir todo el conocimiento necesario para realizar aplicaciones informáticas ya sean las tradicionales que utilizamos en nuestros ordenadores, como las de dispositivos móviles, para la web o incluso aprenderemos a desarrollar videojuegos.
¿Qué debemos tener en cuenta al elegir la formación para convertirse en desarrollador de software?
Pero debemos tener cuidado a la hora elegir dónde cursamos esta formación, pues no es solo se trata de poseer el título. En este sector se medirán tus competencias a la hora de desarrollar una aplicación. Como en cualquier otra profesión necesitas múltiples competencias. Solemos caer en el error de pensar que un desarrollador de software es alguien solo domina un determinado lenguaje de programación y que es capaz de realizar procesos lógicos con el código para qué realicen determinados procesos o funcionabilidades. Y es mucho más que eso.
Un desarrollador necesita tener conocimiento en muchas otras áreas, como la gestión de proyectos, conocimientos del hardware del sistema en el que se está trabajando, conocimiento del funcionamiento de una empresa, metodologías de trabajo y de desarrollo, diferentes paradigmas de programación y muchas cosas.
Por eso la elección del centro es un punto de gran importancia. La calidad del profesorado, la adaptación curricular de las asignaturas, son imprescindible para aprovechar óptimamente este tiempo de formación. Y debes asegurarte de que el conocimiento se te dará de una forma práctica desde el principio, simulando casos reales y que cada uno de los temas que trates se exponga con casos reales y de forma trasversal con el resto de módulos del grado. De nada sirve que te enseñen a programar en un leguaje su luego no eres capaz de integrarle un sistema de Bases de Datos o una interfaz gráfica para el usuario.
Además, hoy en día el desarrollo de una aplicación está gestionada por múltiples equipos de desarrollo, incluso a veces por varias empresas al mismo tiempo. Por lo que el aprender metodologías de trabajo, herramientas como control de versiones o era asegurar la calidad y el correcto funcionamiento de tu código resultan indispensables para tu éxito como desarrollador.
En definitiva, podemos aseverar que la profesión de desarrollador implica tener oportunidades constantes de empleo, independientemente de la situación económica, pero debemos tener muy presente que debemos prepararnos en múltiples disciplinas y con una actualización constante.
Antonio Otero, docente de la Formación Profesional en IMF
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