Espido Freire ha impartido el pasado fin de semana el Curso Executive ‘El arte de hablar en público’ que debido a su gran demanda se celebrará también en el mes de julio. Espido es conocida por su faceta de escritora, donde ha logrado premios como el Planeta o el Ateneo.
Su trayectoria personal y profesional incluye un dominio altísimo de la voz, donde destacó en su adolescencia en una incipiente carrera de soprano que no cuadraba con ella y que terminó abandonando. Como autora y experta en diversos temas se ha enfrentado como conferenciante a todo tipo de formatos y auditorios.
La preparación es fundamental en la comunicación oral
Este fue uno de los puntos en los que más insistió Espido durante el curso y es el antídoto para muchas cosas.
- ¿Imprevistos? Se pueden solventar con previsión y preparación cuestiones como el que tengamos que alargar o acortar nuestra intervención, problemas de microfonía e incluso que perdamos el transporte y no podamos llegar a tiempo.
- ¿Miedo a lo inesperado? Se puede solventar haciendo las preguntas oportunas y preparándose en función de lo que sepamos: en qué espacio debemos desenvolvernos, después de quién intervenimos, de qué tenemos que hablar, quiénes asistirán, etcétera.
- ¿Debilidades personales? Podemos minorarlas con “objetos mágicos”, eligiendo la forma más cómoda de exponernos al público (sentados, atril, de pie, entre el público..), haciendo pruebas de voz antes de comenzar para asegurarnos de que se nos escucha, o podemos ensayar en los días anteriores, en general nos aconseja tomar conciencia mediante un DAFO de nuestras posibilidades y actuar en consecuencia para mejorar. Sobre esta cuestión nos dio un importante consejo:
“No queráis ser alguien que no sois” Espido Freire
Entender el proceso de comunicación
En el curso abordamos diversas cuestiones relativas al emisor, al mensaje, al receptor. En los buenos formadores nos queda su poder de transformación o que conectan con nosotros, o su pasión por el tema, el curso de Espido nos ayuda a despegarnos de las persistentes diapositivas de Powerpoint para a ir a la esencia del arte de hablar: cómo decimos las cosas.
Algunos errores típicos aparecieron durante la parte práctica, como no cerrar las frases, bien por no incluir “puntos”, bien por una entonación poco coherente; posturas incorrectas que impiden el contacto visual o no proyectan una buena imagen, o excesos en la enumeración de elementos. También matizó la preocupación por la timidez o la sociabilidad de cada quien, cuestiones que no son en sí dificultades y que a veces nos desvían de lo que debemos hacer en una presentación oral: prepararnos y concentrarnos.
También debemos personalizar el mensaje, no es lo mismo dirigirse a una audiencia compuesta por un tipo de personas que por otro, y tampoco es lo mismo la circunstancia en que dirigimos el mensaje.
¿Y los nervios?
Para los nervios nos recomendó no sólo una buena preparación, sino también algunas técnicas de respiración (no sirve de nada describirlas aquí, tendréis que apuntaros al curso), y diversos trucos. No obstante nos quedamos con una de las muchas frases redondas que dijo durante el curso:
“El problema no es que existan problemas, sino qué hacemos con ellos” (Espido Freire)
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