Cradle to Cradle (C2C) significa, literalmente, de la cuna a la cuna. Es un concepto inspirado en la naturaleza, en la cual no se contempla la producción de residuos. Así, lo que se pretende con el Cradle to Cradle es cerrar el ciclo de vida de todo producto, haciendo del fin de vida un inicio de la siguiente producción.
Los diseños de la cuna a la tumba dominan la fabricación actual. En este tipo de diseños se obtienen las materias primas, se procesan, se distribuyen, se usan y se tiran a los vertederos o, en el mejor de los casos, una parte se recicla. Lo que fomenta este nuevo concepto es un cambio en la manera en que se diseñan las cosas; todo debe ser pensado para que una vez usado no termine en lo que se denominaría una tumba, es decir, un vertedero, sino que forme parte del inicio de la siguiente cadena productiva. Es lo que los creadores del C2C denominaron “basura=alimento”.
El enfoque C2C se aleja del ecologismo tradicional puesto que no aspira a reducir el consumo sino a reinventar los procesos industriales para que los productos sean devueltos a la tierra como nutrientes o bien vuelvan a la propia industria.
Las consideraciones ambientales de la industria actual pasan por hacer uso de las denominadas 3 R’s. Reusar, Reducir, Reciclar, pero los altos valores de contaminación dejan patente que esto resulta ineficiente.
Reutilizar no es la solución porque, salvo que los materiales hayan sido específicamente diseñados para ello, los residuos son simplemente trasladados a otro lugar.
La reducción no acaba con el problema de agotamiento de los recursos, simplemente lo ralentiza. Reducir las emisiones no implica que estas dejen de ser peligrosas, pequeñas cantidades de emisiones de mercurio, por ejemplo, pueden dañar ecosistemas de manera irreparable.
La mayoría del reciclaje actual es en realidad infraciclaje donde la calidad de un material se reduce con el tiempo. Además, los productos reciclados suelen tener un fin para el cual no fueron diseñados. Sirva como ejemplo un jersey hecho con fibras de plástico reciclado. La persona que use dicha prenda portará sobre su cuerpo una serie de plásticos que no fueron diseñados para estar en contacto con la piel y que podrían ser dañinos para su salud.
Por todo ello, el diseño Cradle to Cradle es una alternativa novedosa y aplicable que presenta soluciones mejoradas. Aparece el concepto supraciclaje, en el cual un producto que volverá a ser usado mantiene, o mejora, las propiedades que tenía en el inicio.
Esperanza Batuecas Fernández
Ingeniera Industrial por la Universidad Carlos III de Madrid, ha dedicado sus últimos años al sector de las energías renovables y la eficiencia energética. Especialista en Análisis de Ciclo de Vida. Actualmente trabaja como profesora asociada en el Máster Oficial Universitario en Energías Renovables de la Universidad San Pablo CEU y Máster Universitario en Sostenibilidad y Eficiencia Energética de la Universidad Cardenal Herrera CEU.
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Totalmente de acuerdo. Muy buen aporte. En un ciclo de empresa o de
fabricación de un producto se tendria que pensar una fase m
más en el final de su vida, por ejemplo post-finish.
Quero ajudar Angola nas Energias Renoveis,em que passo a dar?????
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