El panorama energético mundial (World Energy Outlook 2014)

Recientemente se ha publicado por parte de la Agencia Internacional de la Energía, como todos los años por estas fechas, el panorama energético mundial (World Energy Outlook), en su edición de 2014. En él se destacan cuestiones muy importantes que no pueden pasar desapercibidas. Todas ellas, o al menos las más importantes, se pretenden destacar en el presente post. Hay que ser optimista por los avances tecnológicos y la eficiencia, pero no por ello hay que seguir realizando esfuerzos políticos para mejorar las tendencias actuales en cuanto a la producción y el consumo de energía.

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En el mundo la demanda de energía se estima que crezca algo menos del 40% hasta el año 2040, observándose en los últimos años una menor necesidad, y esto se debe tanto por los efectos de los precios como de las políticas que se llevan a cabo. Para el mencionado año, el suministro de energía a nivel mundial se va a repartir en cuatro partes: petróleo, gas natural, carbón y fuentes con bajas emisiones de dióxido de carbono.

Respecto al petróleo, cada vez se usa más en el sector del transporte y de la industria petroquímica, por lo que se producirá un aumento en la demanda, aunque con precios elevados y las políticas de contención, se estabilizará la demanda en su conjunto. La demanda de gas natural sí que es alcista, y el comercio de gas natural licuado facilitará los casos de interrupción en el suministro (como lo acontecido recientemente en la crisis entre Rusia y Ucrania). El carbón es abundante, y su suministro seguro, a diferencia del combustible anterior, aunque su desarrollo está condicionado por las medidas que se consideren para luchar contra la contaminación y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Las distintas tecnologías energéticas renovables están ganando terreno en el mundo, y serán una parte muy importante del mix energético del futuro por la contribución positiva que tienen sobre el medio ambiente. Sirvan como ejemplos los compromisos de la Unión Europea en este tema, comentados ya en este blog. La energía nuclear, como tecnología que no emite gases de efecto invernadero, deberá también estar presente.

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Es importante destacar que la eficiencia energética es una herramienta imprescindible para reducir la presión en el suministro de energía. De hecho muchas de las políticas energéticas que se están desarrollando en las principales regiones consumidoras de energía se dirigen precisamente a la utilización más eficaz y eficiente de las fuentes de energía en los diferentes sectores. Esto ya se puso de manifiesto en un post anterior, donde comentaba el apoyo de la Unión Europea a la Eficiencia Energética.

El desarrollo en mayor o medida de las energías renovables y de la eficiencia, señala el World Energy Outlook 2014, depende de las subvenciones que dejen de recibir los combustibles fósiles, siendo en el año 2013 de 550.000 millones de dólares americanos, representando más de cuatro veces lo que reciben las energías renovables.

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