Como sabemos, la digitalización está a la orden del día y eso no hay nadie que pueda negarlo. No obstante, como seguro que te ha pasado más de una vez, todo lo nuevo siempre tiene un riesgo asociado que hay que conocer para evitar que cause daños.
Y la digitalización no iba a ser menos, especialmente cuando tiene lugar en el ámbito laboral. Por eso, en este punto entra en juego de forma importante la prevención de riesgos laborales, como iremos comentando a lo largo del artículo, cuyo objetivo principal será preservar la salud y la seguridad laboral de todos los empleados.
¿Qué riesgos laborales han de afrontar las empresas ante las nuevas tecnologías?
Cuando las empresas hablan de digitalizarse, siempre pensamos en los beneficios asociados a todo ello. Sin embargo, solo los que se anticipan pensarán también en los riesgos que implica la digitalización.
Por ello queremos remarcar la importancia de formarse en este aspecto y de mantenerse siempre alerta a todas las novedades que surjan. Ahora bien, ¿qué riesgos puede tener el hecho de digitalizar las empresas?
Antes de seguir especificando este tema, queremos hacer un pequeño inciso para recordarte que lo digital no es solo un ordenador, sino que también supone la presencia de robots móviles, de inteligencia artificial que escucha conversaciones y de todo tipo de plataformas digitales que puedan ir surgiendo y adaptándose al día a día del trabajo.
Salud física
Pues bien, cuando los robots entran en escena pueden suceder bastantes cosas. La primera de ellas es que afecten a la salud física, por lesiones o accidentes de los trabajadores si entran en contacto de forma involuntaria con ellos. Del mismo modo, podrían afectar a otras zonas de la empresa, a otras máquinas e incluso a otros robots.
Estrés y frustración
Por otra parte, adaptarse a esta nueva forma de trabajo puede llevar al estrés y a la frustración de algunos trabajadores. La mayoría solo necesitarán un tiempo de adaptación más o menos largo hasta llegar a entenderse con las máquinas, pero habrá otros que no sean capaces de asumir este mundo digital y sufran a largo plazo todas las consecuencias.
Mal clima laboral
Otra cuestión que tampoco gusta a los empleados es el control exhaustivo. La presencia de máquinas y programas informáticos permite que las personas encargadas de los trabajadores sepan en todo momento qué están haciendo y, aunque estemos hablando de una empresa flexible y comprensiva, no cabe duda de que sus empleados se sentirán menos libres y más observados en todo momento, por lo que el ambiente de trabajo podría volverse algo menos agradable.
Falta de contacto humano
Y, por último, en cuanto a estos riesgos que tiene digitalizar las empresas, queremos hablarte del que probablemente sea el mayor problema para todos los trabajadores de una empresa: la falta de contacto humano. Hasta ahora no entendíamos el trabajo sin los compañeros, sin el equipo, sin el contacto humano día a día.
Y, cada vez más, parece que las máquinas van a hacer gran parte del trabajo y que esto va a desaparecer poco a poco. Como seres sociales, necesitamos relacionarnos con los demás y es posible que dejemos de entender el horario laboral como un momento para hacerlo.
Llegados a este punto, no cabe duda de que si lo digital se está imponiendo es porque sus beneficios son superiores a sus inconvenientes, aunque estos últimos no puedes perderlos de vista. Y es que estos inconvenientes pueden afectar en mayor o menor medida a cada uno de los empleados.
Debería ser el equipo de recursos humanos el encargado de valorar cuán negativo es el impacto. En caso de que fuera necesario intervenir, se podrían desarrollar actividades para paliarlo o poner soluciones que hagan que los trabajadores disfruten de su salud física y mental.
¿Qué implica la digitalización en las empresas?
Estamos todo el rato hablando de los beneficios tan importantes que nos aportan las máquinas por encima de algunos empleados humanos, pero… ¿cuáles son?
Ahorro de recursos
En primer lugar, está el ahorro de recursos. Las máquinas hacen más (o lo mismo) con menos). De esta forma se desperdician menos materiales, se optimizan los procesos y todo ello contribuye a un mayor rendimiento económico para las empresas, que es lo que se suele valorar.
Ahorro del tiempo
Unido a este ahorro de recursos, no podemos perder de vista la importancia que tiene el ahorro del tiempo. Cuando programamos un robot para que haga siempre lo mismo, llega a hacerlo en un tiempo récord que difícilmente va a ser imitado por un ser humano.
Y el tiempo se ahorra en cada tarea, pero también en el horario de trabajo. Mientras que no todas las empresas quieren tener a trabajadores en horario nocturno, sí es posible ampliar las jornadas laborales cuando hablamos de máquinas.
Eficiencia
Y en último lugar hay que reflejar también la mejora en la eficiencia. Las máquinas y los programas pueden programarse hoy en día al detalle, de tal forma que resulta casi imposible que caigan en el error. Y aunque la inteligencia artificial todavía requiera la intervención humana de cara a la programación, es cierto que si se trabaja mano a mano con las máquinas, se conseguirán más y mejores resultados.
Eso sí, nunca podemos perder de vista la importante relación entre talento humano y digital, haciendo que el primero siempre aporte todos los factores que las máquinas no pueden llegar a imitar a la perfección.
En resumidas cuentas, la era digital tiene importantes beneficios, y por eso tenemos que implantarla, pero no nos podemos olvidar en ningún momento de esos riesgos que hemos comentado antes, tanto a nivel físico como mental. La salud de los trabajadores es lo primero, y eso no hay que perderlo de vista en ningún momento.
En definitiva, la digitalización traerá incuestionables beneficios a tu empresa, pero es importante anticiparse a los riesgos asociados a ella y estudiar la prevención de riesgos laborales que pueden sufrir tus trabajadores. ¿Te animas a cursar este máster?
No te olvides en ningún momento de la importancia de formarse y mantenerse al tanto de todos los movimientos que tienen lugar en este campo tan necesario pero a la vez tan cambiante.