Diversos estudios han demostrado que los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales van asociados, muchas veces, a una gestión deficiente. Una buena gestión implica el aprovechamiento óptimo de los recursos disponibles (humanos, materiales y económicos) y ello implica tener un lugar de trabajo seguro que proteja la salud y seguridad de los trabajadores, mejore su motivación y estado de ánimo, promueva la calidad de la producción y contribuya, en consecuencia, a mejorar el rendimiento económico de la empresa. Esto es, en resumen, lo que se trata de dar a conocer en el master de prevencion de riesgos laborales.
La finalidad de la prevención se centra en la disminución del número de accidentes y de enfermedades profesionales, con el consiguiente ahorro en cuanto a los costes que éstos conllevan, dando lugar a una mayor competitividad de las empresas. Estos fines se podrían lograr con una uena gestión de la prevención.
La prevención debe ser introducida poco a poco en la empresa, para así crear una cultura preventiva que conciencie a los trabajadores y mejore las condiciones de trabajo.
Para implantar de forma efectiva un sistema de gestión de la prevención habrá que actuar, principalmente, sobre 3 ámbitos:
1) Crear e impulsar una política y una organización de la prevención, que identifique los objetivos principales y compruebe el progreso alcanzado en su ejecución.
2) Planificar, medir, revisar y auditar las actuaciones en prevención de riesgos, de modo que cumplan los requisitos legales y se minimicen los riesgos.
3) Realizar una implantación eficaz de los planes de prevención y de la notificación de las actividades preventivas.
Estas funciones básicas son comunes en cualquier sistema de gestión y, de hecho, aquellas empresas que alcanzan el éxito por una buena gestión