La LPRL en el Art. 18.1 establece que el empresario adoptará las medidas adecuadas para que los trabajadores reciban todas las informaciones necesarias en relación con los riesgos de seguridad y salud, las medidas y actividades de prevención y protección y las medidas de emergencia.
Cualquier asunto relacionado directa o indirectamente con el trabajador y su función dentro de la empresa es susceptible de convertirse en objeto de información.
Así, el contenido de la información se puede agrupar como:
– Contenidos centrados en cuestiones generales o administrativas
– Contenidos centrados en las tareas
– Contenidos centrados en otras necesidades de los trabajadores
Facilitar la información que se necesita tanto para el desarrollo de las tareas como para un mejor conocimiento de la marcha general de la empresa es básico para la correcta realización del trabajo, pero también demuestra la consideración que la empresa tiene de las personas que en ella trabajan. Intentar esconder informaciones sobre el desarrollo de la organización demuestra lo poco que se considera a quienes trabajan en ella.
Para que exista información es preciso que exista:
– un emisor del mensaje,
– un receptor del mismo,
– un canal que una al emisor con el receptor y, por supuesto,
– un mensaje.
En el mundo laboral, los canales de comunicación e información más utilizados son:
– Reuniones de trabajo
– Notas de departamento y comunicados internos
– Entrevistas individuales
– Cartas individualizadas
– Tablón de anuncios
– Cartel de seguridad
La elección de un canal dependerá de la información que se quiera transmitir, el número de destinatarios previsto, el apremio de tiempo, etc., aunque siempre debe cumplir las condiciones de eficacia.