Todos los medios y acciones encaminados a contrarrestar un riesgo o a disminuir las consecuencias derivadas de su materialización. Así se explica en el temario del Máster de Prevención de Riesgos Laborales
Las técnicas de protección (también consideradas técnicas activas porque se realizan antes de que se materialice el riesgo) tienen como objetivo fundamental actuar únicamente sobre las posibles consecuencias bien reduciéndolas o incluso eliminándolas (con la particularidad de que no realiza ningún tipo de actuación sobre la probabilidad de que se produjera el riesgo).
La protección como medio puede ser:
– Colectiva (protege a los trabajadores de forma general, es decir, elimina o reduce las consecuencias de un riesgo que afecta a un número de trabajadores, por ejemplo, resguardo contra atrapamientos o proyecciones); o
– Individual, como los EPI´s (cascos, arneses, etc.). (Ver RD 1407/1992 y sus modificaciones por Real Decreto 159/1995 o RD 773/1997). Según el Art. 4.8 de la LPRL, “EPI” es “cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin”.
La protección no se limita a elementos, también lo constituyen acciones como resultado de los Planes de Emergencia.
Esta técnica de actuación debería realizarse con posterioridad a las técnicas de prevención (encaminadas a la eliminación o disminución del riesgo) o como técnica complementaria a ésta.