Si hay algo en lo que todos debemos estar de acuerdo es en que cuando se produce insatisfacción en el trabajo se originan serias consecuencias para el individuo y la organización, manifestadas a través de comportamientos de evasión (accidentes, bajas por enfermedad, absentismo, rotación excesiva, etc.). La solución a esto pasa por motivar al trabajador y que este vaya al trabajo contento.
Entre las principales herramientas de que dispone la empresa para producir satisfacción en los empleados, destacan:
a. Planificación de carreras profesionales
Los planes de carrera pretenden satisfacer las necesidades de los individuos con el fin de desarrollarse tanto a nivel profesional como personal, a medio y largo plazo. Estos se definen entre los interesados y el mando, teniendo en cuenta las expectativas de futuro del sujeto y la empresa.
b. Enriquecimiento del trabajo
Supone, por un lado, convertir la labor de los empleados en tareas más interesantes, de mayor desafío y responsabilidad, así como también, incorporar más oportunidades de reconocimiento, logros, ascensos, etc., del propio individuo.
El enriquecimiento del trabajo es, en definitiva, una estrategia motivacional de cambio, tanto de los trabajos como de las actitudes y conductas de los sujetos. No es una estrategia simple y sus resultados no son siempre predecibles.
Cuando es efectiva, produce cambios más permanentes y duraderos de los que se obtiene con otras estrategias. Además genera muchas características óptimas de trabajo: calidad, autonomía, identidad, etc.
Los principales objetivos que persigue esta técnica son:
– Aumentar el interés y la satisfacción en el trabajo.
– Incrementar la autonomía y el afán de logro de la persona.
– Utilizar al máximo los recursos potenciales del hombre.
– Promover el desarrollo individual y la promoción.
Para llevar a cabo un enriquecimiento del trabajo hay que considerar las distintas dimensiones o cargas que posee el trabajo en el cual se va a desarrollar dicha técnica. Por tanto, se debe tener en cuenta si el enriquecimiento se está dando en una dimensión del trabajo horizontal, vertical o en ambas simultáneamente:
1. Enriquecimiento horizontal. Implica un incremento del número de funciones a desempeñar en una tarea, pero introduciendo elementos o responsabilidades del mismo nivel. Con ello se consigue un mejor aprovechamiento de la capacidad de trabajo y un mayor grado de autorrealización.
2. Enriquecimiento vertical. Implica un incremento de la complejidad, incorporando funciones de rango o nivel superior al de la tarea inicial.
Respecto a las ventajas que aporta la herramienta, destacan:
Para el trabajador:
– Mejora la adaptación de la persona en el trabajo, evitando así aspectos como la monotonía, incomodidad, desmotivación, etc., que inducen a un bajo rendimiento.
– Mejora la satisfacción del trabajo, debido a que al implantar un programa de enriquecimiento se superan los problemas derivados de un trabajo demasiado mecanizado, con una excesiva división del trabajo, lo cual produce un alto nivel de insatisfacción en el trabajador.
– Disminuye la conflictividad laboral, consecuencia de la satisfacción profesional y realización personal.
Para la empresa:
– Mejora del clima laboral.
– Rapidez de trabajo.
– Incremento de la calidad y la productividad.
c. Participación
Esta técnica es muy útil para motivar y estimular el desarrollo personal y a la vez profesional, estando relacionada con el enriquecimiento del trabajo.
Un buen mando permite que los componentes de su equipo se introduzcan dentro de su campo de actuación, no dejándoles al margen de ningún trabajo. Esto es posible, en la medida que sus empleados poseen las suficientes capacidades para poder desarrollar cualquier tarea y desean utilizarlas para no convertirse en meros ejecutores de órdenes.
Generalmente, el superior colabora con sus subordinados en la fijación de objetivos y resolución de problemas, permite que éstos puedan acceder a la información, establece situaciones laborales óptimas, procura ayudar planteando nuevos métodos para desarrollar el trabajo, apoya todo lo referente al desarrollo profesional y reconoce los éxitos logrados y trata de enmendar los errores.
Una persona se siente estimulada no sólo cuando realiza alguna tarea importante, sino que además para él lo fundamental es hacerlo en equipo, pudiendo involucrarse en la organización y control, incluyendo la posibilidad de innovación.
d. Otras técnicas de motivación
– Conservar y desarrollar la autoestima
Cuando un mando es capaz de conseguir que sus subordinados crean que son personas competentes y capaces de desarrollar cualquier tarea, todo ello producirá un aumento en la motivación de ese personal.
– Centrarse en la conducta, no en la persona
Para toda persona la conducta es lo que se observa, lo objetivo, por lo que, cuando se quiere modificar una conducta no aceptable o motivar una aceptable, es necesario centrarse en los hechos utilizando descripciones y no tratando de valorar a la persona que los ha realizado.
– Reforzar comportamientos
Todo superior no sólo distribuye el tiempo y las tareas, sino también la conducta de su propio equipo. Implica el reconocimiento, mediante el elogio, y la reprimenda.
– Establecimiento de objetivos
La motivación y el desempeño aumentan cuando las personas tienen fijados unos objetivos específicos, aunque éstos sean difíciles de alcanzar, y cuando se proporciona un feedback acerca de su rendimiento.
– Escucha activa
Cuando un mando tiene la capacidad suficiente de generar productividad de una forma real y constante, debe conocer las necesidades de su equipo para, de esta forma, comunicarse de una manera efectiva con sus subordinados.
Escuchar activamente expresa interés y comprensión por parte del superior hacia el componente del grupo que se está atendiendo y supone captar, definir y responder correctamente a los sentimientos que está expresando.
Josefina del Prado
Licenciada en farmacia, técnico en prevención de riesgos laborales, formadora del área de prevención en IMF