El Plan de prevención de riesgos laborales permite integrar la actividad preventiva de una empresa en su día a día, así como establecer una política de prevención de accidentes y peligros en el trabajo.
Su finalidad, por tanto, es garantizar la salud y la seguridad de los empleados. Y, para ello, prevé y establece de qué modo integrar la PRL en la manera general de funcionar de la empresa. Formarse en un máster de prevención de riesgos online es hoy en día, por ello, una ventaja profesional.
Cómo se concreta un plan de prevención
Corresponde a la dirección de la empresa la elaboración de este documento preventivo. Sin embargo, hay que escuchar la opinión de los trabajadores. En ocasiones, asimismo, se cuenta con el apoyo de un servicio de prevención ajeno, especializado en la materia.
Además de elaborarlo, revisarlo y actualizarlo cuando procede, como directivo debes asegurarte de que se implementa y aplica. Para ello, necesitas difundir sus contenidos, conservar el plan y ponerlo a disposición de las autoridades y de los empleados.
Básicamente, este documento:
- Define las funciones y responsabilidades en PRL de los mandos, las personas y los órganos implicados.
- Se concreta en una planificación por periodos temporales específicos.
En la práctica, consta de dos partes:
- Cuerpo central del plan. Incluye cuatro apartados: identificación de la empresa, estructura organizativa, organización preventiva y política preventiva de la empresa, objetivos y metas.
- Manual de procedimientos. Se desarrolla en dos áreas: identificación de los procesos técnicos de producción y relación con los procedimientos preventivos y procedimientos de actividades preventivas.
Durante su elaboración, debes asegurar que sea completo y adecuado. Por ello, no existe una extensión preestablecida: cada uno debe prolongarse lo que sea necesario. Sí estás obligado, sin embargo, a garantizar una fácil comprensión. En consecuencia, ha de ser redactado y presentado con criterios de simplificación, claridad y accesibilidad para cualquier usuario o lector.
Consideraciones temporales
Si acabas de crear una nueva empresa, debes elaborar este plan en cuanto definas la estructura de la organización. Si tienes una empresa en marcha y careces del plan, hazlo inmediatamente.
La revisión periódica del documento es imprescindible. Y, específicamente, cuando se han producido daños en los trabajadores. Si hace falta, tendrás que actualizarlo. En este sentido, también deberás analizarlo en cuanto se producen modificaciones en la forma de trabajar o si cambia la normativa.
La prevención de riesgos en oficinas y despachos
Existe la idea equivocada de que, en estos lugares de trabajo, los riesgos laborales son poco importantes o mínimos. No es cierto: cualquier alumno de un máster en Prevención de Riesgos en la Oficina es capaz de enumerar una gran cantidad de ellos.
Como en otros centros de actividad, desarrollar e implementar un plan de riesgos laborales es la clave para atajar este problema y reducir sus consecuencias.
El desarrollo de este plan, que ha de ser específico para cada oficina y circunstancias, debe contemplar todos los potenciales peligros existentes en estos centros laborales. A continuación, por ello, comentamos cuáles son los principales y, en consecuencia, qué áreas deben centrar los principales esfuerzos preventivos.
Posturas y movimientos adoptados
Si bien es cierto que la actividad se suele realizar sedentariamente, en una mesa o escritorio, no significa que este trabajo no incluya peligros. Sobre todo, si adoptas posturas y movimientos incorrectos. El estatismo y una mala concepción del puesto pueden generar problemas en la espalda, el cuello y los brazos. También el manejo continuado de ordenadores influye en manos, espaldas y ojos.
Escoger minuciosamente la superficie de trabajo y la silla, contar con reposapiés y accesorios idóneos y mantener una buena postura son las soluciones.
Caídas y golpes
Los resbalones por suelos mojados, los tropezones con el cableado y los impactos contra muebles abiertos o elementos mal guardados son los principales riesgos. Un buen plan de orden y limpieza, así como la señalización apropiada, son las respuestas preventivas a tu alcance.
Confort acústico
El ruido, además de molesto y desconcertante, puede causar daños fisiológicos. Las conversaciones ajenas, los equipos electrónicos y los timbrazos son las alteraciones acústicas que puedes encontrar en una oficina. Estudiar la distribución de los puestos es el principal plan de acción.
Confort térmico
El frío y el calor ambientales también son causas potenciales de incomodidad y riesgos físicos. En verano, la temperatura operativa óptima es entre 23 y 26 ºC; en invierno, entre 20 y 24 ºC. Asegurar estas cifras, y una humedad relativa de entre 45 y 65 %, han de ser tus objetivos.
Manipulación manual de cargas
Aunque no es una tarea habitual, de vez en cuando se llevan a cabo estas laborales: mover ordenadores, cargar archivadores pesados con documentación o trasladar muebles es lo más frecuente. La falta de costumbre y de práctica incrementa el riesgo.
Te interesa, por ello, enseñar la forma correcta de mover objetos pesados, doblando las rodillas y manteniendo la espalda recta. ¡Hay que hacer la fuerza con las piernas!
Fatiga visual
La lectura y redacción documentales son parte común de este trabajo. A menudo, desde ordenadores u otros equipos electrónicos. Calibrar bien estos dispositivos, iluminar los puestos y evitar los reflejos son las actuaciones preventivas a adoptar.
Radiaciones y campos electromagnéticos
Los ordenadores, las pantallas y otros dispositivos de oficina emiten radiaciones ionizantes o no, así como campos electromagnéticos. Identificar estas fuentes y evitar su influencia es básico en el plan de riesgos para oficina.
Calidad del aire interior
La ventilación y renovación continuada del aire y los sistemas de climatización es irrenunciable. Las carencias en este sentido generan irritaciones, sequedad, problemas respiratorios, dolores de cabeza y otros malestares.
Factores psicosociales
La competitividad, las exigencias de rendimiento, la falta de adecuación, el mal ambiente laboral y el contacto con la tecnología, entre otros factores, pueden generar este tipo de problemas de fondo emocional o psíquico. Es esencial anticiparse y establecer las medidas correctoras apropiadas.
Elegir un máster en Prevención de Riesgos en la Oficina
Por todo ello, contar en las oficinas con especialistas capaces de desarrollar un plan de prevención de riesgos laborales es determinante. ¿Quieres convertirte en uno de ellos? Apúntate a nuestro máster de prevención de riesgos laborales.