Definición de Equipos de Protección Individual
Antes de meternos en la descripción de los cuidados de estos equipos conviene conocer la definición de los mismos.
Según el Real Decreto 1407/1992 de 20 de noviembre, se definen los Equipos de Protección Individual para ser empleados en los lugares de trabajo como cualquier dispositivo o medio que vaya a llevar o del que vaya a disponer una persona, con el objeto de que le proteja contra los riesgos que puedan amenazar su salud y seguridad en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.
Utilización, almacenamiento y conservación de un EPI
La correcta utilización, almacenamiento y conservación de los equipos de protección individual es un punto muy importante para asegurar su eficacia.
Los EPI’s deberán mantenerse en adecuadas condiciones de seguridad e higiene durante toda la vida previsible de utilización de los mismos.
Los datos para su limpieza, desinfección, mantenimiento y reposición, son facilitados por el fabricante del equipo, quien los debe incluir en el folleto informativo que entrega al comprador junto con el EPI. Este folleto deberá estar a disposición de los trabajadores que vayan a utilizarlo.
Para un correcto uso y mantenimiento hay que tener en cuenta los siguientes puntos del folleto informativo:
- Instrucciones de almacenamiento, uso, limpieza, mantenimiento, revisión y desinfección, indicando los productos recomendados en cada caso.
- Clases de protección frente a diferentes niveles de riesgo; límites de uso.
- Fecha de caducidad del EPI o sus componentes.
- Accesorios y repuestos.
- Tipo de embalaje adecuado para su transporte.
Hay que señalar, que una incorrecta utilización o una deficiente conservación pueden, por si mismas, entrañar un riesgo añadido, debido a:
- Alteraciones de la función protectora.
- Falta de higiene en el equipo.
- Incomodidad y molestias del usuario.
El EPI deberá ser llevado durante todo el tiempo que se estime oportuno, ya que está demostrado que el hecho de portar el equipo durante un período más corto del previamente establecido supone un decrecimiento exponencial del grado de protección, siendo en la práctica equivalente a no haber utilizado el equipo.
Para determinar el tiempo y las condiciones de uso de un equipo en particular se tendrán en cuenta los siguientes aspectos:
- La gravedad de riesgo.
- Las condiciones del puesto de trabajo.
- La frecuencia de exposición al riesgo.
- Las prestaciones del propio equipo.
En principio, los equipos de protección individual son de uso personal, pero si las circunstancias exigiesen la utilización de un mismo equipo por varias personas, se deberá garantizar que el grado de adaptación a cada una de ellas sea tal que permita protegerlas a todas, al menos, por encima del nivel de protección aceptable predeterminado en la evaluación del riesgo.
En este caso, también se deberán tomar las medidas necesarias a fin de evitar que ello suponga un problema higiénico o sanitario para los diferentes usuarios.
En las siguientes tablas podemos ver un resumen por un lado aspectos a considerar a la hora de utilizar EPI’s y por otro, aspectos de conservación de los mismos:
Por tanto y como resumen final quiero recordar que aunque el proporcionar el epi más adecuado en función del riesgo es obligación de la empresa, el trabajador debe:
- Utilizar y cuidar correctamente los equipos de protección individual, utilizándolos según las instrucciones dadas por el empresario.
- Informar inmediatamente a su superior directo de cualquier desperfecto, anomalía o daño apreciado en el equipo que, a su juicio conlleve una pérdida de eficacia con el consiguiente riesgo para su seguridad o salud.
Josefina del Prado, tutora del Master en PRL de IMF Business School
También te puede interesar…
¡Qué buen post sobre los equipos de protección individual! Nosotros creemos que son artículos básicos en numerosos trabajos e imprescindibles. Y, claro, para ser totalmente funcionales requieren ser guardados correctamente.