Todos pensamos qué estamos seguros en nuestra casa, qué nada malo nos puede pasar, pero si dedicamos unos minutos a mirar a nuestro alrededor, seguro que encontramos tantos o más riesgos que en nuestro puesto de trabajo.
Vamos a centrarnos en el cuarto de baño, habitación en la que pasamos bastante tiempo, y analicemos algunos de sus riesgos:
– Contactos eléctricos: cada vez que utilizas el secador, las planchas para el pelo, la máquina de afeitar eléctrica, ¿has pensado qué pasaría si lo haces funcionar con las manos mojadas y además descalza ¿lo has hecho alguna vez? Estoy segura que tu respuesta es afirmativa. Cierto es que estos pequeños electrodomésticos vienen con sus protecciones de seguridad, con su marcado CE, etc, pero mi recomendación es que lo utilices con las manos secas, con pies calzados y sobre todo que lo desenchufes de la corriente eléctrica cuando no lo estés utilizando.
– Caídas al mismo nivel: ¿quién no ha resbalado alguna vez en la bañera o en el suelo mojado? Yo sí. Debemos vigilar esos derrames de gel y champú que hacen la bañera o la ducha más resbaladizas, debemos limpiar el agua del suelo y andar con mucho cuidado.
– Riesgo de cortes: durante la manipulación de tijeras, cuchillas de afeitar, etc, para lo que recomiendo evitar distracciones y poner atención mientras se utilizan.
– Exposición a microorganismos: puede parecer un poco exagerado y ciertamente no lo es, pero habéis visto esa línea negra o naranja que va oscureciendo alguna unión de baldosas dentro de la bañera, pues es moho y su crecimiento se ve favorecido por la humedad, produce esporas que causan alergias en algunas personas. Es recomendable mantener ventilado el baño (si es posible) o hacer que disminuya el grado de humedad en el mismo.
Estos son buenos ejemplos de los riesgos en el cuarto de baño, seguiremos analizando cada habitación de la casa poco a poco y exponiendo recomendaciones prácticas que nos ayuden a vivir más seguros.