En una entrevista de trabajo influyen muchos más factores que el currículo. Por eso, es clave conocer y saber cómo actuar frente a posibles situaciones que se nos presente frente al entrevistador. Aquí te damos algunos trucos o claves para ganar puntos frente a otros candidatos y ser contratados despúes de la entrevista.
1. Información sobre la empresa que ofrece el trabajo
Infórmate tanto si la entrevista es para ocupar un alto cargo como para ser subalterno, es muy importante que te informes, previamente, tanto de la empresa, como de las actividades que tendrías que desempeñar. No hace falta estudiarse datos como el año de fundación de la compañía, pero sí el sector en el que opera, sus valores fundamentales, algún reconocimiento que haya obtenido a lo largo de los años… Comenta estos cuando te parezca más oportuno, de manera que quede natural. Por ejemplo, cuando te pregunten por qué quieres ese empleo, puedes simultanear tus razones con esta información sobre la empresa:
«Me gustaría trabajar con vosotros porque los valores de esta empresa, como son la solidaridad y la diversidad, encajan en mi manera de ver la vida. De hecho, estuve un año como voluntario con una ONG que trabajaban con inmigrantes….»
Controla tus nervios
Sabemos que no es nada fácil controlar los nervios cuando estás en una entrevista de trabajo, frente a tu futuro jefe. Sobre todo si es la empresa o el cargo de tus sueños. Pero si eres capaz de mantenerte tranquilo y relajado, ofrecerás al entrevistador una sensación de seguridad en ti mismo, muy apreciado en cualquier puesto.
Algunos consejos para ir más relajado a cualquier entrevista son:
- Haber dormido bien la noche anterior.
- Ensayar antes qué decir con un amigo o familiar.
- Aprender datos sobre la empresa unos días antes, no dejarlo para última hora.
- Hacer algo de deporte o meditación unas horas antes de la entrevista.
- Comprobar dónde realizarás la entrevista y si puedes ir en coche o en transporte público. Si llegas tarde por este motivo, te será más difícil tranquilizarte.
2. Ensayar las respuestas a preguntas tipo
Algunas de las preguntas más comunes en las entrevistas son que comentes tus puntos fuertes y los débiles. La primera es fácil, aunque puede ser de ayuda que escribas en un papel tus cualidades y las memorices antes, para que no te quedes en blanco en ese momento. Describir tus defectos o puntos donde no eres bueno ya no es nada sencillo, en general, más delante de un desconocido que tiene el poder de darte o no un trabajo.
Existe un pequeño truco para quedar bien a la hora de responder cuáles son tus defectos en materia laboral, y es inclinarse por aspectos más neutros o que no influyan demasiado en el cargo para el que postulas. Por ejemplo, uno de los «defectos» más neutrales es considerarse «demasiado exigente». Esto puede tener connotaciones negativas y positivas. También puedes contar una anécdota en la que fallaste, reconociéndolo pero, a la vez, indicando cómo podrías haberlo hecho mejor.
¿Hablar o no del salario?
Está claro que un aspecto que a todos nos interesa muchísimo es saber cuánto vamos a ganar. Sin embargo, determinadas personas consideran que es de mal gusto que el candidato pregunte por esto en la entrevista. Si es tu caso, espera a una segunda para ir al grano con el salario, porque ya habrás pasado el primer filtro y podrás relajarte y atreverte con ciertas preguntas «sensibles». Aquí te dejamos una serie de preguntas que puedes hacer en una entrevista de trabajo y que son realmente interesantes.
En otros casos, es el propio entrevistador el que te pregunta en qué rango salarial te mueves. Muchos consideran esto una pregunta trampa. Si dices una cantidad por debajo de lo que tienen pensado ofrecerte, puede que la empresa aproveche para rebajarte el sueldo inicial. Por el contrario, si les indicas una cantidad desorbitada, el entrevistador puede considerarlo como un motivo para descartar tu candidatura.
Lo mejor en cualquier caso es decir que no tienes una cantidad pensada ni establecida, debido a que no conoces al detalle las características del puesto. Que te gustaría mejor escuchar una oferta de su parte, así puedes decidir si la cantidad es baja o alta y jugar con eso.
3. Hablar de experiencias pasadas
Cuando tengas que contar tus experiencias y cómo era trabajar en otros puestos, así como los motivos que llevaron a marcharte, enfócalo siempre en positivo. No hables mal nunca de antiguos jefes, compañeros o empresas, porque está muy mal visto y el entrevistador puede pensar que harás lo mismo con ellos. Si puedes incorpora cartas de recomendación, teléfonos de contacto o correos de antiguos compañeros para que den buenas referencias tuyas.
En definitiva, la entrevista de trabajo es el primer paso para comenzar cualquier actividad laboral. Es muy importante cuidar ciertos aspectos, como saber datos de la empresa, no ponerse nervioso o abordar las preguntas que te hagan con inteligencia. Si quieres aprender más sobre el oficio de RR.HH. puedes hacer unos de estos másters MBA.
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