El 26 de septiembre de 1960 se produjo un cambio en la política y los responsables no fueron otros que Richard Nixon y John F. Kennedy tras participar en el primer debate político televisado a lo largo de la historia. Quién lo iba a decir cuando el pasado 7 de diciembre se producía lo que se esperaba como el debate decisivo, un encuentro que iba a cambiar el curso de la historia, de diferente forma por tratarse del primer debate a cuatro con posibles candidatos a la presidencia, pero tal y como se hizo aquel día de septiembre hace 55 años.
Durante el mismo, se trataron temas que priman por encima de otros por su relevancia en España enmarcados en grandes bloques de actuación: la Economía, el Estado de Bienestar y las reformas institucionales con el objetivo de que la sociedad avance de la misma forma que lo hace el mundo: reformas en el ámbito laboral, medidas para combatir la corrupción, impuestos, como hacer frente al fraude fiscal, la violencia de género… Por límite de tiempo no se pudieron debatir posturas relacionadas con problemas fundamentales por los que atraviesa el ciudadano español y que recogen los Objetivos de Desarrollo Sostenible como la vulneración de los derechos recogidos en el Artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos:
“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.
Estos derechos y otros muchos se quebrantan día a día en todo el mundo, según estudios publicados por Amnistía Internacional, se registraron abusos en 160 países contra los derechos humanos.
Solo hay que echar un vistazo y ver lo resquebrajada que se encuentra la libertad de expresión en multitud de territorios gracias a los gobernantes y líderes que manejan a los seres humanos a su antojo o lo devastadores que son los crímenes de guerra y como sus consecuencias afectan directamente a las personas refugiadas que siguen corriendo peligro y temiendo por sus vidas.
Se han cometido abusos que vulneran repetidamente derechos universales de carácter civil, económico, social o político, que poseemos desde el momento de nuestro nacimiento.
Por ello y con más motivo por ser el 70º aniversario de La Carta de Naciones Unidas, dediquemos a pensar que el día 10 de diciembre, supone una reafirmación del compromiso entre Estados y entre nosotros mismos que sigue latente desde hace 50 años mediante la firma de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos. Queda mucho por hacer, debemos luchar junto con nuestros líderes y representantes para garantizar esos derechos y libertades que a muchos ciudadanos del mundo les han sido arrebatados.
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Blanca Ros, tutora del Área de Desarrollo Sostenible de IMF
