Es muy corriente el considerar que el Turismo Naranja es una nueva manera de llamar al Turismo Cultural, pero no es así. Todo el Turismo Cultural puede ser Naranja, pero no todo el Turismo Naranja es cultural, y ahora explicaremos por qué.
¿Qué es el Turismo Cultural?
Durante mucho tiempo, ha consistido en la visita contemplativa y pasiva del patrimonio cultural de un destino, y por ende, aquellas actividades, fiestas y celebraciones que distinguen a un lugar.
Siempre ha estado vinculado con el pasado, con la historia, resaltando los aspectos culturales que oferta un determinado destino turístico. Ha sido una alternativa inevitable a los destinos que no tenían una oferta sólida de turismo de sol y playa.
Esta modalidad necesita, por tanto, tener recursos históricos con cierta relevancia artística que justifique su desarrollo.
Turismo Naranja: una nueva tendencia en el sector
Ahora estamos hablando de algo más cercano a la nueva sociedad del conocimiento, conectada y tecnológica del siglo XXI.
Es por ello, que el Turismo Naranja tiene mucho que ver con las industrias culturales y creativas que engloban aquellos sectores cuya actividad tiene como objetivo la producción, promoción y comercialización de bienes y servicios, directamente relacionado con la cultura, el arte, la creatividad, el divertimento y el ocio activo.
Supone una “economía creativa” integrada por elementos activos de: economía + cultura + tecnología, siendo la creatividad su columna vertebral.
Vincula la cultura con la economía, considerándolo complementario, mediante estas industrias culturales, generando con ello una rentable y dinámica actividad empresarial del tiempo, la cultura y la experiencia de la vida.
Diferencias entre los tipos de turismo
Una vez más, la mejor manera de explicar la diferencia entre ambos tipos es utilizar un ejemplo real.
Olite es un municipio y una ciudad de la Comunidad Foral de Navarra, con 3.886 habitantes y que pertenece al Partido Judicial de Tafalla. Dispone de un excelente atractivo como es el Castillo Palacio Real de Olite: Declarado Monumento Nacional en 1925, es una ampliación del Palacio Viejo, mandado a edificar por el Rey Carlos III el Noble, casado con Doña Leonor de Trastámara.
En su época fue uno de los palacios más admirados de Europa, decorado a todo lujo, incluso poseía un pequeño zoológico con leones, ardillas, aves exóticas y hasta una jirafa. En verano tienen un reconocido Festival de Teatro Clásico en su interior y un Mercado Medieval en el mes de agosto de reconocido prestigio.
Esta sería la oferta lógica, clásica y estacional de una pequeña población del interior peninsular al amparo de una estrategia de Turismo Cultural. Sin embargo, la cabecera de la Zona Media de Navarra ha entendido en qué consiste el Turismo Naranja y lo ha puesto en funcionamiento para los días 15 y 16 de octubre de 2016.
Aprovechando el incomparable marco del Palacio Real de Olite, se implementan acciones de industria cultural creativa para dinamizar un auténtico Turismo Naranja: Industria vinícola y gastronómica de la Zona Media de Navarra, una degustación de cuatro pinchos hermanados con cuatro vinos de la Ruta del Vino de Navarra.
Actividades musicales multiculturales: Ilusionismo local del mago Melvi. Danza y percusión afrocubana con Domingo Rojas (Grupo Take Two), Cantante de Tafalla Ángela Irañeta, Mónologo del actor de Pamplona Pablo Dominguillo y del D.J. Iker Seven.
En estas primeras actividades, se trata de generar un pack-experiencial donde la singularidad enogastronómica pueda ejercer de elemento tractor para completar una activo disfrute de actividades artísticas y musicales en un entorno cultural como el Castillo Palacio Real de Olite. Hay cultura, pero también hay participación activa e identificación con el destino.
Actividades deportivas: Carrera “X Millas de la Ruta del Vino de Navarra”. Recorre los caminos y parajes agrícolas que abarcan las localidades de Olite y San Martín de Unx, atravesando las viñas que enmarcan la Sierra de Ujué, la Sierra de la Guerinda y el Río Cidacos. En esta actividad hay una propuesta de itinerario cultural por el mundo de la vida, combinada con una actividad diseñada para runners.
Sirva este pequeño ejemplo para distinguir el Turismo Cultural que tradicionalmente se realiza en verano, con carácter de visita y contemplación patrimonial, amén de participar en actividades complementarias y por parte de un segmento muy identificado de viajeros, con el Turismo Naranja diseñado para este mes de Octubre.
Las nuevas generaciones conociendo destinos
Podríamos afirmar, sin riesgo a equivocarnos, que el Turismo Naranja es un turismo para millenials donde lo monumental es un continente aceptable pero no suficiente ni necesario, y sin embargo el contenido ha de responder a una experiencia única y participativa.
El Turismo Cultural te indica qué cosas son interesantes de ver, y el Turismo Naranja te propone qué experiencias no deberías dejar de vivir. Turismo de lo ya creado frente a Turismo por crear.
Rafael Mesa, Coordinador y Tutor del MBA en Turismo de IMF Business School
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El turismo naranja es muy interesante, da la oportunidad de vivir experiencias unicas en lugares que visitas, ademas de compartir e interactuar con la gente de la zona.
Muy interesante. Se aprovecha del atractivo cultural para generar mayores actividades económicas y sociales entorno a aquello.