El teletrabajo es una iniciativa de flexibilidad horaria que implantan las empresas y uno de sus objetivos es mejorar la conciliación de los empleados; hasta la fecha era una política que solía estar presente en grandes empresas y a pesar de existir, la puesta en práctica dependía de muchos factores, no podemos garantizar que la totalidad de la plantilla gozara de este beneficio.
La actualidad del Teletrabajo
Por otra parte, tenemos a casi 3 millones de PYME (cifra que reporta el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo a inicios de 2020) que no necesariamente fomentan estas prácticas por no contar con la infraestructura tecnológica que requiere el trabajo remoto; esto nos da como resultado que al cierre del 2019 el INE (Instituto Nacional de Estadística) reportara que solo el 8% de la población laboralmente activa podía teletrabajar.
Sin embargo, a partir de marzo 2020 en España las cifras de teletrabajadores han aumentado considerablemente, la emergencia sanitaria consecuencia del COVID-19 y las políticas públicas sobre el confinamiento domiciliario han obligado a las empresas a modificar procesos y herramientas improvisando escenario de teletrabajo.
Hoy el INE ha reportado que el 34% de los trabajadores españoles se sumaron a la modalidad de teletrabajo, un aumento considerable que ha implicado un cambio radical en la forma de trabajar. El Teletrabajo ha llegado para quedarse y para darle al empleado la posibilidad de conciliar mejor con su vida personal, además no podemos perder de vista la incorporación al mercado laboral de nuevas generaciones «nativos digitales» que valoran la libertad y que están conectados todo el día, ellos saben que pueden trabajar en diferentes entornos.
¿Cómo han llevado las empresas la implantación del teletrabajo?
Las empresas que mejor han implantado el teletrabajo en toda la plantilla, son aquellas que ya contaban con una política de horario flexibles y el foco ha sido sensibilizar a los empleados que se sumaban a esta iniciativa.
También vemos el caso de organizaciones que no tenían ninguna experiencia y tuvieron que improvisar sobre la marcha la nueva forma de trabajar; lo cierto es que después de meses de experiencias y aprendizajes en este tema, el balance es positivo y las empresas ya están trabajando en la forma de «normalizar» el teletrabajo como una forma de relacionarse con sus colaboradores.
¿Qué necesita una empresa para implantar la modalidad de teletrabajo?
La flexibilización de la forma de trabajo implica un cambio profundo en la manera en la que se administran todos los procesos relacionados con los empleados, el teletrabajo es mucho más que trabajar desde un sitio diferente a la oficina; pasa por diseñar una cultura orientada a la gestión del cambio y entender la formación como un proceso continuo.
Para incorporar el teletrabajo en la organización es necesario:
Formación continua en aspectos digitales
Dominar las herramientas digitales es el eje fundamental para el éxito del teletrabajo. En la medida que los empleados están conectados y tiene acceso a toda la información como si estuvieran en la oficina, serán más productivos.
Esto solo se logra a través de la formación; sin embargo, la modalidad online nos hace replantearnos la manera de transmitir el conocimiento; te detallo algunas alternativas que podrías implantar.
Formación online gamificación
Incorporar tips prácticos en modalidad juegos, como por ejemplo juegos tipo trivial, para enseñar nuevas utilidades de una herramienta conocida. También servirá para identificar el nivel de conocimiento que el equipo tiene sobre algún tema.
Píldoras en vídeo
Tips rápidos y funcionales que le permitan al colaborador incorporar de forma inmediata lo que se enseña. Este además será el canal preferente para comunicaciones importantes, ya que es que es un formato de fácil consumo. La clave será hacer vídeos cortos.
Formato streaming
Todas las iniciativas presenciales deben contar con la contraparte online, no se puede privar al teletrabajador de la formación.
Repositorio de información
Todo el nuevo conocimiento debería contar con un repositorio en documentos o vídeos donde el empleado pueda consultar en caso de tener alguna duda.
Expertos
Dar visibilidad a los empleados expertos en determinados temas para que sirvan de punto focal para transmitir conocimiento.
Vivir los valores confianza y autonomía
Son valores que se fomentan en relaciones de trabajo en remoto; se debe confiar en el equipo y sobre todo darles autonomía, permitirles tomar decisiones y seguir adelante sin tener la supervisión continúa del líder del área. Poner a su disposición médio e información para que pueda consultarla y cumplir con sus objetivos. Se debe promover la autogestión.
Acortar canales de comunicación
Es una eliminación de la burocracia, implica hacer del conocimiento de todas, las funciones de la empresa con los nombre de las personas de contacto; esto le permite al trabajador ir directamente a la persona y no tener que pasar por su jefe antes de contactar con el área que tiene la solución a su problema.
Gestión por objetivos
Es uno de los cambios más importantes en la cultura del teletrabajo, se elimina el «micro-management» y se trabaja con objetivos con fecha determinada; el trabajador en un ambiente de confianza y autonomía, gestiona los recursos a su alrededor para trabajar enfocado en indicadores de logro.
Liderazgo
Antes de sensibilizar a la plantilla es necesario trabajar con los líderes. La modalidad de teletrabajo implica respetar el espacio personal del colaborador, tal como si estuviera en la oficina; el hecho de trabajar desde caso no quiere decir que está disponible 24 hora al día.
Los valores se difunden y modelan desde el liderazgo, en términos generales un líder en entornos remotos es una persona que deja de controlar para desarrollar a sus equipos y dotarlos de las herramientas y conocimientos para que puedan hacer su trabajo de calidad y en el tiempo estimado. Un líder que fomenta este tipo de relación de trabajo es un «facilitador de procesos y fomenta el desarrollo de su equipo».
El teletrabajo ha venido para quedarse y las empresas deben ir migrando a entornos ágiles que faciliten la adaptación a este cambio de paradigma, para implantar con éxito esta iniciativa será necesario contar con un entorno tecnológico.
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Teresa Vila
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