Durante los últimos tiempos, estoy escuhando a muchos amigos y conocidos que se encuentran en desempleo o con muchas posibilidad que próximamente lo estén, decir que quieren lanzarse a crear un negocio online, pero no saben por dónde empezar .
Me ha parecido muy interesante un artículo del diario Expansión donde dan las claves para montar una empresa online, en resumen son las siguientes:
El plan de negocio. Los pasos previos para poner en marcha un proyecto digital no difieren en gran medida de los que hay que seguir para lanzar una empresa tradicional. En primer lugar, el emprendedor debe realizar un buen plan de negocio. Esta herramienta es un instrumento que recoge la descripción de la compañía; el nicho de mercado, es decir, la dimensión de la empresa y la organización del negocio; los competidores y clientes; los costes e ingresos; la estrategia de venta, y el equipo que forma parte.
Elección del dominio. El emprendedor debe plantearse que sus clientes nunca han oído hablar de su marca; por eso, el nombre del dominio es clave. Fermín Palacios, director de experiencia de cliente de Arsys, aconseja que “se elija un nombre relacionado con la actividad, que sea fácil de recordar y de teclear”.
Lanzamiento de la web. Como en el mundo online no existe el trato directo con el cliente, el portal debe transmitir confianza para lograr atrapar al consumidor.
En este sentido, Palacios explica que hay que trabajar la sección de contenidos: “Los usuarios necesitan información y datos personalizados. De este modo, se sentirán atraídos y se generará confianza”. Además, cuanta más información contenga la web, mejor posicionada aparecerá y, por tanto, logrará mayor visibilidad.
Yago Arbeloa, presidente de la Asociación de Inversores y Emprendedores de Internet (AIEI), considera que “el nuevo empresario debe lanzar una versión básica de la web para comenzar a encontrar clientes”. Así, se empieza a generar tráfico, ventas y publicidad. No obstante, Arbeloa advierte de que “antes de actuar, se debe pensar en qué se va a hacer y cómo”.
La financiación. La versión inicial de la web permitirá conseguir los primeros ingresos. Aun así, el presidente de la AIEI estima que “desde 6.000 euros se puede intentar vender productos y servicios por Internet. Una cifra inferior a la creación de un negocio offline”. Y añade que “en el momento que la web empieza a funcionar, hay que acelerar la búsqueda de capital”.
Promoción del negocio. La empresa debe ser visible, aparecer de forma destacada en los buscadores, ser activa en las redes sociales y destinar recursos a la publicidad online. El emprendedor debe familiarizarse, además, con las herramientas que miden el número de clics y de usuarios únicos para controlar el negocio. “El hecho de que se pueda vender en todo el mundo significa también que la competencia será feroz y cualificada, ya que puede surgir mejor tecnología con menores costes y más talento en cualquier rincón”, concluye Arbeloa.
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