Aprovechando la situación de las centrales nucleares en Japón y el miedo a la exposición a las radiaciones debido a esa situación, voy a recordaros algunas nociones básicas sobre este agente físico y los efectos que pueden producir sobre la salud. En primer lugar recordamos que existen dos tipos de radiaciones:
1. Radiaciones Ionizantes (RI): son las más peligrosas, tienen capacidad de transformar átomos en iones mediante el desprendimiento de su corteza electrónica (ionización). Comprenden los rayos X, rayos gamma, partículas alfa, partículas beta y neutrones.
2. Radiaciones No Ionizantes (RNI): incluyen el espectro visible, incluso los laseres. El efecto pernicioso es el que pueden causar por su transporte de energía. En este grupo se encuentran las radiaciones ultravioleta, microondas y radiofrecuencias y láser.
Debido a que realmente las peligrosas son las RI, no centramos en ellas y en su efecto sobre la salud. En los cambios que se producen en las células, después de la interacción con las radiaciones ionizantes, hay que tener en cuenta:
• La interacción de la radiación con las células en función de probabilidad, es decir, pueden o no interactuar y pueden o no producirse daños.
• La interacción de la radiación con una célula no es selectiva. La energía procedente de la radiación ionizante se deposita de forma aleatoria en la célula.
• Los cambios biológicos se producen sólo cuando ha transcurrido un determinado período de tiempo que depende de la dosis inicial, y que puede variar desde unos minutos hasta semanas, o incluso años.
La acción de la radiación sobre la célula puede ser:
a) Directa: cuando el daño se produce por ionización de una micromolécula biológica.
b) Indirecta: cuando el daño se produce a través de reacciones químicas por la ionización de aguas y grasas.
Aunque la respuesta varía con el tiempo de postirradiación y con la dosis, la alteración que las radiaciones producen sobre el organismo son:
• Sistema hematopoyético: comprende la médula ósea, sangre circulante, ganglios linfáticos, bazo y timo. Las dosis moderadas de radiación ionizante pueden provocar: – Pérdida de leucocitos. – Disminución o falta de resistencia ante procesos infecciosos. – Disminución del número de plaquetas, que pueden desarrollar anemia. – Marcada tendencia a las hemorragias.
• Aparato digestivo: este sistema está formado por parte de la cavidad bucal, esófago, estómago, intestino delgado y grueso. La radiación puede llegar a inhibir la proliferación celular y por tanto quedar lesionado el revestimiento, produciéndose una disminución o supresión de secreciones, pérdida de elevadas cantidades de líquidos y electrolitos, especialmente sodio, como así también puede producirse el paso de bacterias del intestino a la sangre.
• Piel: la piel está formada por una capa externa (epidermis), una capa de tejido conjuntivo (dermis) y una capa subcutánea de tejido grueso y conjuntivo (hipodermis). Las dosis de radiación moderada o alta pueden producir inflamación, eritema y descamación seca o húmeda de la piel.
• Sistema reproductivo: – Varón (testículos): la radiación a los testículos puede producir un período variable de fertilidad, atribuible a que los espermatozoides maduros son radio-resistentes, y a este período le sigue otro de esterilidad temporal o permanente según la dosis. La esterilidad por radiación tiene como consecuencia la pérdida permanente de la capacidad reproductora pero, debido a que la síntesis de hormonas masculinas es llevada a cabo por células radio-resistentes, la esterilidad no afecta a los caracteres sexuales masculinos secundarios. – Mujer (ovarios): después de irradiar los ovarios con dosis moderadas existe un período de fertilidad debido a los folículos maduros que son relativamente radio-resistentes y pueden liberar un óvulo. A este período le puede seguir un período de fertilidad, como consecuencia de la maduración de los óvulos que se encuentran en los folículos pequeños, que también son, y en mayor grado, radio-resistentes. En el caso de la mujer la esterilidad producida por radiaciones conlleva la pérdida total de caracteres secundarios.
• Ojos: el cristalino puede ser lesionado o destruido por la acción de la radiación. Dosis moderadas del orden de 2 Gray (unidad de dosis absorbida según el Sistema Internacional, su símbolo es Gy y equivale al cociente J/kg), pueden producir cataratas.
• Sistema cardiovascular: está formado por la red de vasos sanguíneos y el corazón. Los vasos más finos son más radioresistentes que los vasos grandes. Las alteraciones pueden manifestarse en forma de efectos tardíos. Los efectos de las dosis bajas e intermedias sólo producen en el corazón pequeños daños funcionales. Las dosis altas pueden producir pericarditis (inflamación de la membrana que recubre el corazón) y pancarditis (inflamación de la totalidad del corazón).
• Sistema urinario: las dosis altas y de corta duración producen pocas alteraciones renales evidentes salvo edema. Las dosis menores de larga duración pueden provocar atrofia y fibrosis renal, lesiones vasculares, hipertensión y fallos renales.
• Sistema nervioso central: este sistema se considera como el más radio-resistente. El límite umbral de radio-lesiones en el sistema nervioso central se suele situar entre 20 y 40 Gy.
• Hígado: los efectos tardíos de la irradiación del hígado denominados hepatitis de radiación, son consecuencia de esclerosis vascular y consisten, esencialmente, en fibrosis (cirrosis) e incluso necrosis. Este ha sido un pequeño resumen, pero el tema de las radiaciones da para mucho más, he considerado oportuno hablar de esto debido a que hoy por hoy es un tema que está en plena actualidad.
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