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Los peligros de conducir de noche

coche de noche¿Quién no se ha planteado alguna vez, durante la planificación de sus vacaciones, si es mejor salir de día o de noche?

El riesgo de sufrir un accidente existe tanto en la conducción diurna como en la nocturna, no obstante el sueño es uno de los problemas con los que puede enfrentarse una persona conduciendo, y este se acentúa durante la noche. Por este motivo es aconsejable evitar la conducción nocturna siempre que sea posible.

Otro motivo para evitar la conducción nocturna es la limitación en la visión. Hay que tener en cuenta que el 90% de la información útil que recibe el conductor le llega por los ojos y, lógicamente, la pérdida visual durante la noche es muy superior a la del día.

El sueño produce:

•    Disminución de la capacidad de reacción.

•    Aumento de las distracciones.

•    Aparición de microsueños, que hacen que durante un breve periodo de tiempo el conductor pierda la conciencia de lo que está haciendo respecto a su vehículo, la carretera, las señales o los otros vehículos. Esto ocasiona bruscas frenadas que pueden dar lugar a distintos tipos de accidentes.

•    Alteraciones en los órganos de los sentidos.

•    Cambios en el comportamiento. El sueño al volante da lugar a cambios de conducta: desde la tensión, el nerviosismo y la agresividad, hasta el incremento de la conducción arriesgada, especialmente, y como ocurre con la fatiga, cuando se está muy cerca del lugar de destino.

Por ello es fundamental que cuando el conductor sienta sueño detenga el vehículo en un lugar seguro e intente dormir el tiempo adecuado para reponerse.

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Algunos consejos y recomendaciones para evitar los peligros del sueño al volante:

•    Evitar la conducción durante las horas más peligrosas (entre las tres y las seis de la madrugada y el amanecer).

•    Evitar conducir por la noche durante largos trayectos si no se está acostumbrado a ello.

•    Realizar paradas frecuentes. No adoptar una postura relajada en el asiento y sujetar con firmeza el volante.

•    Cambiar de velocidad con más frecuencia de lo habitual.

•    Evitar la música relajante y, si se va acompañado, procurar hablar.

•    Dirigir algunas de las salidas de aire hacia el cuerpo.

•    Evitar las comidas copiosas, el alcohol y la leche caliente.

•    No tener en el coche una temperatura elevada.

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Licenciada en farmacia, Técnico superior en PRL (3 especialidades), Tutora de cursos auditoria de sistema de gestión de la prevención y OSHAS, Experta en obras y Tutora curso de coordinador de seguridad y salud Formadora en PRL en IMF Business School.

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