Mucho se habla de los líderes, de los diferentes tipos, de las nuevas formas de liderar y de cómo Recursos Humanos, trata de buscar a los mejores para dirigir todas las áreas de la organización.
¿Líderes como setas o como tréboles de 4 hojas?
Digamos que hablar de los líderes es relativamente fácil, pero no lo es tanto ser un líder al que la gente sigue. ¿Por qué? Porque se deben reunir una serie de características que no suele ser fácil en una misma persona. Eso a veces parece más bien como encontrar un trébol de 4 hojas.
Cuando vemos, observamos a los grandes líderes, nos damos cuenta de algunos factores que comparten. No importa a qué se dedicaran, o en qué triunfaran, y a qué tipo de personas lideraban, tenían unas conductas similares en lo que a comunicación y relaciones con el equipo se trata. “Pensar de dentro hacia afuera”, esa es una de las frases que pronuncia Simon Sinek. Primero entendernos y luego mirar hacia fuera, así funciona la comunicación con los demás.
No importa quién hay arriba o qué dice, lo que importa es por qué le sigue la gente. Y en los vínculos que ha generado está la clave. ¿Por qué un político ya no es seguido como lo hace un líder? Porque ellos son personas que dirigen un partido, pero no son líderes. Los líderes, nos inspiran.
¿Por qué seguimos a los líderes?
Inteligencia Emocional
Son equilibrados emocionalmente, y eso hoy en día creo que es una de las habilidades más necesarias y valoradas. Los líderes deben ser personas con alta inteligencia emocional, que les permita ser empáticos, tener autocontrol y un alto autoconocimiento que les ayude a comprender sus emociones y a saber cómo gestionarlas.
De esa manera van a poder entender mucho mejor a los demás, escucharlos, comprenderles y conectar para poder aportar un abrazo, un consejo o una pregunta que haga cuestionarse algo. Esto permite generar vínculos con las personas mucho más allá de los roles, cosa que potencia las buenas relaciones. Por eso seguimos a las personas, y los buenos líderes tienen si o si inteligencia emocional.
Cercanía
Cuando un líder está a nuestro lado, nos ve, nos escucha y es más fácil conectar. Cuando se pone en un pedestal mirando hacia otro lado, es complicado que podamos ir alineados, que vea las dificultades que tenemos o que entienda lo que nos puede estar pasando.
Observar desde la base, comprender lo que vive el grupo, escuchar con interés real, querer participar del avance y de la búsqueda de soluciones. Los líderes que seguimos son los que saben quitarse el traje cuando toca y ponerse el mono de faena para mancharse lo que haga falta. Y eso nos conecta con él. Un líder así reconoce abierta y fácilmente porque está al día de lo que sucede. Nos quiere con todo lo que somos. Nada es más potente.
Visión de futuro
Los líderes que seguimos son los que tienen un plan. A todos nos gusta mirar al líder cuando vienen turbulencias para saber cual va a ser el siguiente paso. Ellos tienen marcado el rumbo, saben lo que hemos hecho previamente bien y lo que no ha funcionado para ir tomando las mejores decisiones. Por ello, tienen una buena capacidad de adaptación y nos aportan seguridad. Eso marca la diferencia en el que tiene confianza en sí mismo y el que no. Porque sabe que las cosas pueden ir bien o no, y tiene confianza en poder mejorar lo que pueda suceder.
Innovación
Los líderes que seguimos son personas con alta capacidad de innovar, saben observar las tendencias que vienen, identificar aquello que sí puede funcionar y reconocer lo que antes que otros, puede definir que el proyecto sea exitoso. Se nutren del pasado, pero viven hacia el futuro y es lo que realmente les motiva.
Consiguen que el equipo si inspire, se contagie y cree, vibre con aquello que no existía ayer y que nos hace cuestionar y arriesgarnos.
Vulnerabilidad
Creo que es algo que no suele aparecer en las listas de los grandes líderes. Pero si algo hace grande a alguien, es reconocer su vulnerabilidad y mostrarse a los demás. Nada es tan potente como eso. Las personas seguimos a los que no nos venden motos, son honestos y reales, vamos, que tienen #BrilliBrilliDelBueno.
Aceptan sus propios errores y los de los demás, porque son humanos y lo reconocen. Ya nos son personas que están ahí en lo más alto, donde nadie puede acceder. Hoy en día, cuanto más cerca nuestro, más alineados y sintonizados.
Se trata de conectar, de establecer relaciones potentes que nos aporten y enriquezcan. Y eso es una de las responsabilidades de los líderes a los que seguimos. ¿Conoces a alguno así?
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