Las preguntas que hacemos pueden aportar más información que las respuestas que damos, preguntar no es sólo derecho de los entrevistadores, debemos asegurarnos y demostrar que nos interesa de verdad dónde vamos a entrar y ahorrarnos sorpresas o desilusiones. Además de causar buena impresión, demostraremos voluntad de conocer a la empresa.
Cuidando de no interferir demasiado en el ritmo y curso de la entrevista, no hay que convertirse en el interrogador, estando muy atentos al carácter de la persona que tenemos en frente, podríamos hacer sentir al entrevistador violento o presionado, más aún cuando por desgracia no están acostumbrados a recibir ellos las preguntas, incluso a algunas personas podría no gustarle.
Si detectamos una buena receptividad en el entrevistador, podemos dejarnos llevar y sentirnos tranquilos de preguntar.
No vamos a preguntar información básica de la empresa, porque eso debemos hacerlo antes de la entrevista en Internet y los medios que podamos utilizar para verificar a qué se dedican, concretar objetivos y servicios, así como perfiles de profesionales pertenecientes a la compañía. Para esto Linkedin puede ser de gran ayuda.
Después en la entrevista debemos profundizar en la filosofía de la empresa, planes de crecimiento, proyección nacional e internacional, etc.
Con respecto al puesto de trabajo, las preguntas con discreción sobre la promoción en la empresa dirán mucho de nuestros objetivos de crecimiento personal, ganas de aprender…. También debemos interesarnos por las implicaciones inter-departamentales, tipo de trabajo en equipo y colaboraciones internas. Tipos de formación y reciclaje posterior, métodos de seguimiento y evaluación. Estas preguntas nos posicionará como alguien interesado en cumplir objetivos.
Una prueba no es sólo un examen, debemos sentirnos tranquilos para preguntar las dudas reales, sin miedo, cualquier cosa que no entendamos, no podemos quedarnos con incertidumbres importantes por timidez o temor a parecer ignorantes, al contrario, preguntar implica madurez, honestidad y seriedad. Muy importante preguntar sobre el proceso de selección y el procedimiento que van a seguir para informarnos.
Hay otras preguntas que no se deben hacer, a no ser que sea iniciativa del entrevistador, como es el salario, vacaciones, permisos, o pedir evaluación directa de la entrevista, así sólo demostraremos interés en las partes menos productivas del empleo y una inseguridad o excesiva necesidad por conseguir el trabajo.
Vamos a encontrarnos a veces con entrevistadores que nos querrán “vender” el puesto, que esto no nos distraiga o nos haga pensar que somos demasiado buenos para el puesto, o que nos necesitan. No nos equivoquemos.
Puede simplemente que quieran empatizar para caernos bien y poder manejarnos de cara a una propuesta económica, nos halagarán para hacernos sentir agradecidos y en deuda, empatizando con nuestro ego, eso les abre las puertas a negociaciones fáciles. Y si además somos nosotros los que estamos algo necesitados, sí que estamos vendidos de verdad.
NO DUDES, si durante la entrevista a la que acudimos con las cosas claras, en cuanto a lo que buscamos y cuales son nuestros límites o márgenes aceptables, nos dicen algo que nos hace dudar, debes obviarlo y centrarte en otro tipo de información que te acerque a tus verdaderos objetivos.
Ademas de hablar y exponer, debemos estar muy pendientes de lo que nos dicen y prepararnos para filtrar lo que escuchemos.
Así que si tienes una entrevista pronto, prepárate algunas preguntas y lo más importante, ¡SUERTE!
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