El ecosistema empresarial y los mercados son cada vez más competitivos y exigentes. Y el ámbito de los recursos humanos será la piedra angular para posicionar a las empresas en el mejor escenario. En este entorno reina cada vez más el debate acerca del futuro rol de los seres humanos y el papel que desempeñará la robótica y la inteligencia artificial, elementos cada vez más presentes en el mundo laboral.
Para ayudarnos a todos estos retos que se nos plantean, existe una metodología de gestión del trabajo que está revolucionando los RRHH en el mundo corporativo. En este artículo, descubrirás todo lo que debes saber sobre este nuevo sistema orientado a resultados, conocido como OKR.
¿Qué son los OKR y de dónde vienen?
OKR son las siglas de Objectives and Key Results. En español se le conoce como Objetivos y Resultados Clave. Es un sistema que consiste en establecer objetivos que permitan organizar el trabajo, formar equipos eficientes y seguir de cerca el progreso individual y colectivo.
Se destaca por ser una herramienta de productividad que pone más el foco en los resultados de las acciones que en las acciones en sí.
Esta metodología surgió a mediados de la década de los setenta, en el seno de la multinacional Intel. Fue originalmente diseñada por Andrew Grove, famoso por defender ardientemente la importancia de fijar objetivos duros y difíciles de alcanzar. Este empresario y científico originario de Hungría influyó notablemente en otras personalidades. Una de ellas fue John Doerr, el inversor estadounidense que más difusión le ha dado a los OKR.
La intervención de Doerr fue decisiva en la creación de la filosofía de trabajo de Google, que impacta en la forma como gestiona a sus recursos humanos. Otras empresas tecnológicas también se han hecho eco de esta metodología. Los casos más notables son los de LinkedIn, Twitter, Uber y Gett.
Los OKR en el marco corporativo
En el fondo, hablar de OKR RRHH es hablar de un camino que lleva al éxito. ¿Por qué decimos esto? Pues bien, parte de la esencia de un objetivo OKR es que solo puede ser establecido por voluntad propia o por consenso, nunca impuesto a la fuerza. Al mismo tiempo, los resultados derivados de las acciones a realizar deben ser cuantificables en todo momento.
Los OKR desempeñan un papel clave en el entorno corporativo, ya que se enfocan en un hecho innegable: los objetivos fijados para alcanzar resultados concretos y medibles recaen en las personas. No podría ser de otra manera, dado que los trabajadores son el motor de toda empresa.
Ahora bien, en un entorno laboral como el actual, los OKR se erigen como el puente perfecto que conecta a las compañías tradicionales con el futuro, y les permita competir en el mercado saturado del siglo XXI. ¿De qué manera lo hacen?
En la gestión de los RRHH de la empresa, los OKR plantean un escenario de comunicación transversal, y producen dos beneficios en el personal. Por un lado, les permite disfrutar de la satisfacción y el sentimiento de realización personal que viene de hacer un trabajo bien hecho con los motivos correctos (no de mala gana), y los impulsa a buscar la mejora constante y a ambicionar metas más altas.
Asimismo, los OKR contribuyen a incrementar la productividad. La eficiencia del empleado crece a medida que las imposiciones declinan a favor de la motivación individual. Además, son un catalizador de nuevas ideas y dinámicas. Gracias a este sistema, la gestión de todo el equipo humano se torna más sencilla, ya que todos trabajan en la misma dirección.
Como su nombre lo indica, los OKR permiten obtener resultados clave. No hablamos de metas vagas o genéricas, sino de aquellas que realmente repercutan en el funcionamiento y el crecimiento de un negocio. Cuanto más específicos sean los objetivos, más lo serán los resultados.
En el marco corporativo, los OKR deben planearse con mucho cuidado. Cada objetivo OKR busca satisfacer una demanda dentro de determinada estrategia, y en cada estrategia empresarial hay resultados deseados (clave) y resultados no deseados, no previstos o colaterales.
¿Cuáles son los beneficios de los OKR?
Ahora que hemos definido en qué consiste la metodología OKR y desvelado su enorme potencial, te presentamos una lista de los beneficios que aportan los Objetivos y Resultados Clave:
- Fomentan en los trabajadores un espíritu de colaboración con los objetivos de la empresa, ya que todas las partes implicadas trabajan con un mismo propósito.
- Propician una comunicación transparente entre los trabajadores y una retroalimentación constante en todas las áreas de la compañía.
- Permiten contar con un equipo de trabajadores motivados, dispuestos a superarse y que no se sienten limitados en su libertad individual.
- Hacen posible que tanto empresas como personas superen etapas, niveles, escalones y desafíos de forma constante, ya que los objetivos previos se reemplazan rápidamente por nuevos.
- Le dan a la organización un rumbo o una misión realista y medible, algo que muchas empresas no tienen.
- Aumentan la productividad y la eficiencia en sectores donde la competencia es feroz.
- Liberan a empresas y empleados de malos hábitos o malas relaciones.
¿Cómo implementar los OKR?
Ahora, llega el momento de contestar una pregunta que seguramente ronda por tu mente: ¿Cómo pongo en marcha los OKR en mi negocio? Hay 5 pasos para lograrlo:
Establecer objetivos
Todo nace con una interrogante que se puede formular de varias maneras, pero sigue siendo la misma: ¿Qué quiero conseguir? Debes fijar objetivos bien marcados, y alentar a tus empleados a hacer lo mismo a nivel individual.
Definir los resultados
Cada objetivo debe estar acompañado de los resultados clave que deseas conseguir. Estos no deberían ser más de cuatro. Además, tienes que ser capaz de medirlos y establecer un plazo para cumplirlos.
Comunicar los OKR a toda la compañía
Todo tu personal deberá estar al tanto de los Objetivos y Resultados Clave de la empresa. De esta manera, trabajarán en la misma sintonía. Asegúrate de que cada uno de tus trabajadores entiende bien qué se espera de ellos.
Medir los progresos
Debes contar con los instrumentos necesarios para poder analizar el cumplimiento de tus objetivos. Existen muchas herramientas informáticas que te ayudarán con esta tarea. También es importante que actualices la evolución de los mismos, asignándoles un porcentaje de realización. Para seguir motivando a tu plantilla, todos deberán estar al tanto de los avances.
Establece nuevos objetivos
No te aferres a un objetivo si descubres que no evoluciona como esperabas o no produce los resultados proyectados. Si lo consideras necesario, haz modificaciones. Una vez que se hayan cumplido los OKR anteriores, es importante trazar nuevas metas. Ahora bien, los objetivos deben renovarse continuamente. Por lo tanto, después de este paso, tienes que volver a empezar con el primero. Es un ciclo que nunca debería terminar.
En palabras de John Doerr, los OKR son el «punto de despegue para la nueva ola de emprendedores«. No podríamos estar más de acuerdo. Por lo tanto, si quieres estar un paso adelante de la competencia, diseñar una filosofía de trabajo orientada a resultados y proveer a las partes implicadas un sentido de acción concreto, definido y claro, esta metodología es justo lo que necesitas.
Antonio Robles, docente de los Másters de Recursos Humanos de IMF
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