¿Parece algo simple, verdad? Pues ni os imagináis lo difícil que es llevarlo a la práctica. Y es que la palabra “No”, esta simple y monosílaba expresión, tiene tal peso en nuestra sociedad que la mayoría de nosotros no hacemos un uso adecuado de ella.
Pero, ¿por qué no la utilizamos?
- Si preguntamos a nuestro alrededor por qué les da miedo utilizar el “No”, casi todos coincidirán: “Sentimiento de culpabilidad”
- Pensamos que “No” siempre es algo negativo, cuando muchas veces encierra más positivismo que un “Sí”.
- Tenemos miedo a la presión social: “Si todos pueden, ¿qué pensarán si yo no puedo?”
¿Qué ventajas tiene aprender a decir no? ¿Cómo lo hago?
Aunque ahora mismo muchos no lo creáis deberíamos recibir clases para aprender a decir “No”; está demostrado que una vez sabemos utilizarla adecuadamente, nos encontramos frente a muchas ventajas.
- Utilizar esta expresión aumenta la autoestima, ya que hay que aprender a decir “No” a aquello que nos desagrada o no nos interesa, de esa forma nuestra autoestima se reforzará.
- Tenemos la mala costumbre de dar una respuesta inmediata. Intentemos reflexionar antes de ser casi automáticos contestando, nuestra respuesta siempre será mejor.
- Complacer a todo el mundo es imposible, por lo que si tenemos esto presente, nos será más fácil decir “No”, y no nos sentiremos mal.
- No tenemos por qué dar un “No” seco y cortante; en el caso de que las haya, siempre podemos proponer soluciones alternativas.
- Es muy importante que siempre argumentemos nuestro “No”, para evitar malos entendidos y razonar nuestra respuesta. Eso sí, siempre una explicación sencilla y directa.
- Es preferible decir “No”, a asumir una tarea que no sabemos desarrollar y que por tanto sus consecuencias serán peores para todos.
- Decir “No” cuando queremos decir “No”, nos hará sentirnos más seguros sobre la situación y sobre nosotros mismos.
¿Por qué nos cuesta tanto decir No?
Desafortunadamente desde pequeños la sociedad nos educa para que veamos como algo negativo una respuesta negativa, nos enseña a querer agradar en cualquier situación y ante cualquier persona, encajar siempre allá donde estemos.
Y todo lo contrario, tenemos que aprender a ser asertivos, decir “Sí” cuando queremos decir “Sí”, y “No”, cuando queremos decir “No”, ya no sólo para mejorar nuestra autoestima, sino porque lograremos estar rodeados de personas mucho más positivas y nos ganaremos el respeto de los demás.
¿A qué esperas para decir No?
Formación Relacionada

Esther Trillo
